Diferentes

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Era muy fácil burlar a su padre para poder escaparse en mitad de la noche, sin embargo si era visto a la distancia por éste, estaba frito pues para el felino no se le hacía difícil atraparlo con la velocidad que podía llegar a alcanzar.

Se escabulló utilizando pasadizos "secretos" cómo troncos de árboles huecos y arbustos para que no fuera visto y así poder llegar al gran pueblo donde tenía prohibido ir solo. Todo iba de maravillas en su plan hasta que se topó de frente con un zorrito.

—¿Dónde crees que vas?— preguntó Nahoya tomándolo de la piel de su cuello ignorando sus chillidos de falso dolor.

De regreso en la cabaña lo esperaba su padre cruzado de brazos apoyado en el marco de la puerta de entrada. Se veía muy molesto, como siempre.

—¿Es enserio? Todas las noches es lo mismo— dijo Ran con voz seria viendo al zorrito entrar con el rabo entre las patas—. Entiende que es peligroso que andes por el bosque sin compañía, y más si es de noche.

El animalito se metió debajo del sofá donde tenía su escondite "anti-regaños de papá". Su intención era quedarse allí hasta que todos fueran a dormir nuevamente y tratar de escapar otra vez.

—Si quieres ir, lleva a Marc contigo— dijo su padre antes de apagar las luces de la sala.

El zorrito resopló por la nariz. Pensó que tal vez sería mejor quedarse en casa por esa noche. Tampoco era como si fuese a perderse algo tan importante.

 Tampoco era como si fuese a perderse algo tan importante

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—Marc...¡Marc!— susurró tan fuerte como pudo para despertar al chico que dormía profundamente entre varios peluches gigantes.

El chico rubio buscó sus gafas aún confundido por haber sido despertado en mitad de la noche. Encendió la luz y sonrió levemente al ver a su primo parado junto a su cama. Le dió un espacio quitándose las gafas otra vez, pensando que tal vez iba a hacerle compañía para dormir, pero sobre su cabeza cayó uno de sus abrigos.

—Vamos al pueblo— dijo con voz molesta-. Alístate rápido. No tenemos mucho tiempo antes de que papá se arrepienta de darme permiso.

El chico asintió con su cabeza en completo silencio, cambiándose de ropa a algo más adecuado para lo que supuso sería una de esas extrañas reuniones a las que su primo le gustaba participar.

—Tengo que avisarle a mis padres— dijo el chico cerrando su abrigo con algo de torpeza.

—¿Estás bromeando? Sólo vamos y ya...estaremos de regreso antes de que se den cuenta— dijo apresurándose en salir de la habitación.

Marc le siguió de cerca y se despidió de su tío Ran cuando éste se asomó por la puerta de su habitación para ver qué su hijo estuviera saliendo en compañía del chico rubio.

El camino hacia el pueblo fue largo y tedioso más que nada porque Marc era algo torpe y estando todo a oscuras le era más difícil moverse por el bosque sin tropezar o chocar con árboles. Su primo, Hiromi, estaba perdiendo la paciencia. Trató de apresurarlo diciéndole que le indicaría el camino, pero Marc se negó diciéndole que él podía hacerlo.

Huellas [Tokyo Revengers] [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora