Ángel de las almas -Trilogía Almas L1 -2da edición (en proceso)

Capítulo 10 Plan: Mi Chica Psicótica (editado)

Capítulo 10
Plan: Mi Chica Psicótica (editado)

Alex
Nunca en mi vida me había atraído tanto alguien como lo había hecho esta mujer en tan sólo dos días. Nunca. Y cuando me refería a que nunca era nunca. Nunca. ¿Ya les había dicho que nunca?
Joder.
No sabría decir si me estaba dando a entender pero para resumir la situación caótica, ésta era la primera vez que yo me sentía así. La primera vez que yo me desesperaba por ver a alguien. La primera vez que pensaba en alguien que no fuera yo o mi hermana. La primera vez que yo me preocupaba por alguien. La primera vez que yo quería acercarme más a alguien con intenciones diferentes a las yo voy por lo general con alguna chica. En fin, primera vez que tenía buenas intenciones con alguien en todo el buen sentido de la palabra.

¿Pero qué mierda me pasaba?

¿Desde cuándo yo, el gran sexy Alex, me había vuelto tan cursi?

No tenía ni la más mínima idea pero no me gustaba este cambio.

Para nada.

Eso rebajaba mi nivel de chico popular. Eso daba mucho qué decir de mí.

Había jurado que no iba a pensar en ella pero ¿qué pasó?

Bueno, por más que lo intenté, yo me terminé preguntando por ella a cada minuto que pasaba. Mi mente no estaba tranquila desde que ella se desmayó. ¿Habrá comido? ¿Estaba enferma? ¿Siempre le pasaban esas cosas a ella? ¿Tomaba algún medicamento? Pero eso no fue lo más terrible del momento. Lo peor fue cuando el imbécil de ese alemán se la llevó. Al final no pude hacer nada, y pensé que era mi fin con ella. La única oportunidad de acercarme a ella, él me la arruinó. Ese idiota me había advertido antes sobre su chica... pero no llegué a pensar que fuera ella. Gracias al cielo que las buenas noticias me las dio Luke cuando llegó a mi lado en el momento en que yo me levantaba del suelo debido al impulso que el idiota alemán me había dado antes. Juro que sentí como que si una fuerza sobrenatural me hubiera empujado. Fue demasiado fuerte para ser un chico normal como yo. Pero bueno, quién podría saber... con eso de que los alemanes eran por lo general bien fuertes y rudos, no me sorprendía que él fuera así.

¡Pero qué importaba el alemán!

Yo estaba hablando de mi chica.

Pues resultó que ese idiota no es su novio. Les cuento. Cuando mi chica se desmayó y él imbécil me empujó, otro ser angelical llegó a mi lado y me observó de pies a cabeza. ¡Hermosa diva la que tenía en frente de mí! Me regaló una mirada matadora, pero yo sólo pude ver su piel blanca como la nieve y sus largas piernas descubiertas por la pequeña falda que cargaba. Ella elevó sus cejas al verme, y por lo que observé, su mirada fue destructiva... como si yo fuera un insecto que necesitaba ser eliminado. Luego giró sus tacones y siguió al idiota con mi chica en sus brazos. ¡Eso fue de lo más raro!

Sin embargo, lo más raro fue enterarme por mi amigo que Jezabel, la chica con piel de vampiro y piernas hermosas, era en realidad la prometida del idiota alemán.

¡Aleluya!

Era un estorbo menos en mi camino porque yo, en realidad, sí quería conocer a Alma más a fondo. Y eso era algo que nunca había intentado con una chica antes. Hacer una amistad con alguien de género femenino.

Increíble.

Ni yo me lo creía.

La situación me molestó más cuando yo la busqué después para saber cómo estaba pero el idiota de Marcus no me dejó verla ni saber cómo estaba. Sólo me dijo que tenía anemia pero que ya muy pronto se recuperaría. Además me mencionó que le tenía alergia a idiotas como yo. Muy idiota podría ser, pero él se pasaba con esas idioteces. ¿Quién le iba a creer esas mierdas? Sin embargo, no le dije nada y sólo le saqué el dedo de en medio antes de irme. Él se carcajeó con sequedad y me devolvió el cariño con el mismo gesto.