Hola ^^ lamento la tardanza, pero estaba en un estado crítico sobre cómo finalizar el capítulo. Sin embargo, estoy emocionada por llegar al final de la primera parte de la historia :3 viene la mejor parte de todo. No se pueden perder estos cinco capítulos que faltan... hay una pequeña sorpresa para ustedes al final del capítulo.
Capítulo 25
¡Amor y Unión!
NarradorSuave.
Un gemido suave se escuchó en aquella habitación de decoración masculina que estaba a oscuras. Era una hermosa pareja que vivía una noche apasionada: una noche en la cuál era como si fuera la última vez que tuvieran la oportunidad de entregar sus cuerpos a esos delicados vaivenes que los hacían querer más y más. No querían acabar con aquello. Se sentían como si estuvieran en el mismo cielo y como si las estrellas estuvieran muy cerca de su alcance. Sin embargo, el sentimiento que ambos expresaban con aquellos roncos gemidos, era más intenso que una pasión del momento. No era cualquier encuentro casual que a la mañana siguiente se pudiera olvidar con facilidad.
No.
Era como la unión de un amor tan alocado que no se podía describir con palabras. Simplemente era indescriptible. O eso creía el joven ángel caído que estaba encima de su novia humana, haciéndola sentir, gemir, susurrar y suplicar. Nunca había sentido aquello durante sus miles de años que llevaba viviendo en la tierra, porque ni siquiera se podía comparar con su primer amor. Esto estaba fuera del control de su negro corazón.La amaba.
Sí, la amaba tanto que era capaz de matar a cualquiera que se atrevería a querer quitársela de su lado. Esta vez no dejaría que se la llevaran. No la dejaría ir jamás.
Nunca.
Ni aunque le arrancaran las alas; ni aunque tuviera que pasar por la peor tortura del mundo.
Eso no le importaba en absoluto, porque ella significaba su todo para él. Y por eso, quería demostrarle a su ahora cuñado, Alex, que él a pesar de no ser merecedor de ella, la amaba con locura y pasión. El ángel sabía que el humano sólo quería proteger a su hermana, y él lo entendía perfectamente. Él tenía a su hermana chiquita que tanto amaba, ¿cómo no iba a protegerla de un imbécil como él? Pero él había visto el alma del chico, y para su propia desgracia, era de un color rosa puro. Él la amaba mucho. Y aunque Kennedy hubiera dicho que no, Heather y Haldana sabrían que él estaba mintiendo, puesto que los tres podían ver las alma.
Corrección.
Para Ken, Haldana todavía no podía ver las almas de los humanos debido a que todavía estaba en su proceso de recuperación. Él ignoraba en aquel momento que su hermanita ya podía ver almas a la perfección. Y no lo sabría dentro de mucho tiempo, porque él estaba disfrutando de su chica en esos momentos.
- Ke, Ken, oh, sí, umm, sigue así, ahhh, sí, despacio, umm ─susurraba aquella hermosa chica de ojos azules oscuros por debajo de su guapo novio.
─ E, es, estoy a punto de, joder, nena, voy a, voy a, debo de salir de...
- ¡No lo hagas! ─chilló con placer─. Yo, yo también, también voy a... ¡Ahhhhh!
- ¡Maldición! Espera, nena ─le pidió él mientras trataba de llegar al clímax junto con ella. Dos embestidas más y ambos fueron rodeados de ondas de placer que los hicieron gemir y correrse al mismo tiempo.
Con un suave suspiro, Ken y su chica cerraron los ojos satisfechos de aquel encuentro amoroso y lleno de pasión. Después, tomó a su chica con suavidad y la hizo girar para que ella quedara encima de él y pudiera descansar más cómoda. Ella dejó que hiciera esa tierna acción sin importarle lo sudados que estaban. Al contrario, se aferró a él y no dejó que saliera de ella bajo ninguna circunstancia. Minutos después, mientras seguían descansando, ella empezó a balancearse sobre él, provocando una nueva aventura que se haría más desenfrenada que la anterior.
Era una noche de no acabar, hasta que sus cuerpos se agotaron y finalmente ambos cayeron rendidos y se durmieron.
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3 horas más tardeEl ángel caído abrió sus ojos con pereza. Se removió un poco para poder levantarse, pero sintió que otro pequeño cuerpo estaba junto a él. Sonrió satisfecho al ver que todo aquello no había sido simplemente un sueño ─aunque él sabía muy bien que no podía darse ese lujo de soñar; no cuando era un demonio que no tenía ese derecho─, y decidió observar el delicado rostro de la joven con detenimiento. Era hermosa, mas no perfecta. Él sabía que no había nadie perfecto en el mundo, pero no comprendía cómo es que ella pudo haber cautivado su corazón. Era prácticamente imposible para un principado como él. Los humanos eran criaturas simples y tontas para él, y no hallaba ninguna gracia en ellos. No entendía cómo es que decían que había belleza en tales seres, hasta que la conoció a ella. Fue como si hubiese sido hechizado por ella, como si una fuente misteriosa lo hubiera llamado para que cayera en el abismo del amor. Fue tan rápido y repentino como un rayo de luz que atraviesa un árbol y lo quema en segundos. Eso fue lo que sintió al momento que posó sus ojos sobre ella. Fue lo más hermoso y loco que había experimentado en toda su vida: fue una hermosa locura.
Y por supuest no quería que aquella locura se acabara nunca; pero la felicidad no le iba a durar mucho, porque mientras seguía meditando todo aquello, una llamada telepática de su hermana lo despertó de su ensueño.
- Será mejor que salgas de la casa, ahorita, hermano ─le dijo con tono afligido─. Esto no te va a gustar para nada, o mejor dicho, esto no me gusta ni siquiera a mí. Estamos jodidos. ¡Apresúrate!
- ¡Dame un segundo, hermana! ─respondió confuso al escucharla tan ansiosa. Dió un chasquido para quitarse del lado de su novia, otro para vestirse, y otro para irse. Cuando llegó a las afueras de la mansión, su sorpresa fue enorme: tres arcángeles estaban detrás de Heather.
- Pero, ¿qué pasa aquí?
- Ellos son Misael, Azariel e Itiel, arcángeles del Creador. Y vienen a darnos una noticia y protección divina.
- ¿Noticia?, ¿protección divina?, ¿qué estás queriendo decirme?
- Díganle ustedes ─les imploró ella.
- Hemos venido por órdenes directas de nuestro Dios Creador ─empezó a decir Itiel, el ángel más alto y calmado de los tres─. Dentro de media hora, este mar estará infestado de potestades inferiores del infierno. Se han enterado de nuestro pequeño secreto, y antes de que lo preguntes, nuestro secreto son los hermanos Hunter. Ellos tienen un poder oculto dentro de sus espíritus. Son muy diferentes al resto de los humanos porque fueron escogidos desde antes de la fundación del mundo, para traer una nueva esperanza a este planeta lleno de maldad. Son los últimos tiempos y la última era está por empezar.
- Déjame ver si entiendo ─habló Kennedy un poco furioso de saber aquello a última hora─. ¿Mi novia y su hermano no son humanos entonces?, ¿la última era? Estoy más confundido que antes.
- Sí son humanos, sino, no tuvieran almas como el resto del mundo. A ver si me doy a entender mejor... lo que quiero decir es que, la diferencia entre ellos y el resto, es que ellos tienen una cobertura especial del Espíritu Santo. Tienen dones espirituales como los verdaderos cristianos, pero estos dones son mucho más especiales, por el simple hecho de que, ellos, no sólo pueden sentir cuándo hay un ser maligno o celestial a su lado, ellos pueden verlos directamente sin necesidad de la eliminación del glamour de alguno de ustedes. ¿Entienden a lo que me refiero?
Es como Eliseo cuando vió el carro de fuego mientras el profeta Elías era llevado en él. Eliseo tuvo ese don: el don de la visión espiritual; también tienen la dominación de potestades inferiores, entre muchos otros dones perdidos en este mundo. Muchos profetas en la antigüedad los tuvieron, pero últimamente se han perdido. Nadie tiene esos dones ya, a excepción de ellos dos. Y todo es por lo mismo: los últimos tiempos se están acercando. Porque dice en su palabra: "y el amor de muchos se enfriará". Se ha perdido el valor de la familia y la amistad; ya no hay amor puro y verdadero entre las personas, sólo hay placer y egocentrismo en sus corazones: envidia, avaricia, vanidad, impureza, malicia, entre otras cosas terrenales y pasajeras.
- Pero, ¿por qué ellos? No lo entiendo. No son de ninguna religión y son pecadores, como el resto del mundo. Para decirte que ella y yo hemos tenido relaciones fuera del matrimonio, ¿cómo puedes explicarme eso? Porque la verdad no lo entiendo y...
- Tú sabes que una religión no salva a nadie, Marcus. Además, tú no tienes que entender por qué Dios Padre hace tales cosas. Su misericordia es infinita y sobre pasa todo entendimiento. Pero bueno, ahorita no hay tiempo para eso ─interrumpió Azariel, quien era el capitán de aquella misión celestial y el más bromista de todos, aunque cuando la situación lo ameritaba, era serio y formal: justo como en esos momentos─. Después de que la batalla termine, el mismo Miguel vendrá a contarles todo sobre ellos.
- ¿No va a venir el mensajerito a pelear? ─preguntó Heather, admirada de que él no viniera.
- No es su misión. Sólo con nosotros seis es suficiente.
- ¿Seis? Pero si somos cinco aquí. Al menos que...
- No, no es la señorita Alma la que se nos va a unir, sino su compañera Kaleesha. Aquella malhumorada chica que los salvó una vez en el infierno─les mencionó Azariel exasperado.
- ¡He escuchado eso, idiota! ─dijo una voz femenina por detrás de ellos. Los gemelos se giraron para ver bien a la chica, y allí vieron a una pelirroja con ropa estilo gótica pero a la vez muy sensual: dejaba mucho a la vista de los tres ángeles que la miraban con total reproche.
- Bueno, como ya ven, somos seis ─siguió diciendo el ángel, ignorando a la chica por completo y tratando de no regañarla, ni por su atuendo, ni por su vocabulario─. Entonces, ya que estamos aquí todos, planeemos algo.
- Yo propongo que les partamos el culo y las alas a todos los hijos de perra, de un sólo puñetazo ─sugirió el ángel gótico con tono bromista.
- Me gusta mucho tu idea ─acordó Marcus.
- ¡Esto es en serio, chicos! ─replicó Misael, el más serio e impetuoso de todos.
- ¿Quién no se lo está tomando en serio, Misaelito bonito? ─demandó, con tono satírico, la pelirroja.
- ¡Tú, niñita! ─exclamó encrespado, a punto de lanzarse sobre ella. No le gustaban los demonios, pero lo que no soportaba más era tener que trabajar junto con ellos. Eran unos desconsiderados que hacían que cada vez más almas se fueran al infierno, y por eso, Misael no confiaba en ellos. O eso quería dar a entender, porque en realidad, él ocultaba algo de lo que nadie sabía: nadie, excepto el Creador. Además, si él estaba aquí con ellos era porque el Creador se lo había pedido.
- Misael, concéntrate ─le reprendió Azariel.
- Es que esta demonio...
- ¡Misael! El Creador te dijo que debes confiar en su palabra, ¿por qué te estás comportando de este modo tan inusual?
- Lo siento, capitán. Yo...
- Olvídalo. Te quiero concentrado en nuestra misión. Recuerda que son legiones las que vienen, y aunque sean de rango bajo, debes concentrarte en la batalla.
- No volveré a distraerme, capitán ─susurró apenado de haber sido reprendido por su capitán frente a una jauría de demonios, sobre todo, frente a ella.
- Muy bien ─dijo Itiel, dispuesto a cambiar de tema─. Nos queda media hora antes de la guerra. Yo sugiero que nosotros tres vayamos al frente y que los caídos sean nuestra defensa. ¿No les parece?
- ¿Cómo sabemos que ellos no nos van a traicionar y dejarán que nos aniquilen? ─demandó Misael. "Vamos, Misael. Tienes que disimular muy bien" se animó así mismo.
- Mira, niñito bonito ─empezó a gruñir la gemela Darken─. Estoy empezando a hartarme de tus palabrerías. Te voy a dejar en claro algo: yo sé que nosotros somos unos demonios que no merecen misericordia alguna por ustedes, y sabes algo, tienes razón. Nosotros no tenemos salvación. Ya estamos condenados... pero no estoy aquí para salvar tu trasero, ni el mío. Estoy aquí para salvar a dos humanos que son muy importantes tanto para nosotros, como para ustedes, así que olvídate por un rato que somos enemigos y hay que hacer una alianza por ahora, ¿de acuerdo? ─ella extendió su mano para estrecharla con la de él. Misael observó aquello, no tan admirado de que un ángel caído le hubiera promovido la paz. Consecuentemente, él, sin poder evitarlo, le dió su mano y la estrechó con mucha seguridad. Ahora sí estaba dispuesto a aceptar aquello con un poco más de disimulo.
- Acepto. Hay que trabajar unidos como uno solo, por protección a los humanos. Después de todo, esa es mi tarea diaria. La única diferencia es que ahora tengo nuevos aliados que de seguro van a proteger nuestras espaldas ─ la miró a ella para luego sonreír y proseguir─. Ahora puedo ver por qué el Creador dice que son diferentes. Finalmente lo entiendo.
- Me alegro de escuchar eso de ti, Misael ─expresó contento el capitán de los arcángeles. "En realidad, ya los había aceptado desde mucho más antes" agregó Misael en su mente.
- Ya que estamos unidos en esto, hay que seguir con nuestro plan ─intervino Itiel.
- Sólo tengo una duda ─comentó por primera vez el ángel Marcus.
- Dinos, Darken ─le animó Itiel para que hablara.
- ¿Cómo sabremos que no atacarán del otro lado, sino que sólo en el lado del mar?
- No te preocupes, Darken ─le tranquilizó Azariel, poniéndole una mano en el hombro del chico─. Dios lo tiene todo controlado. No hay ningún detalle que se le escape. Pero para que estés conforme, mira hacia la casa.
- ¿Qué hay que...? Oh no, eso es...
- Un vallado de ángeles cubriendo la casa ─contestó Itiel muy feliz de ver la cara de sorpresa del gemelo Darken.
- Muy bien. Entonces ya no tengo ninguna duda. Estoy ansioso por patear traseros quemados y apestosos a azufre ─agregó muy emocionado.
- Esto será muy interesante ─ chilló feliz la pelirroja.
- Kaleesha ─susurró Misael tímido.
- ¿Qué pasa, Misaelito bonito? ¿por qué esos susurros? ─lo miró un poco nervioso y luego alejó su mirada de él.
- Yo, yo lo siento. Te traté mal y...
- Naaah, tú quédate tranquilo, bonito. No eres el primero que me dice eso. Es natural. Tú y yo somos de diferentes mundos ─comentó en voz baja e inaudible.
- Lo sé, pero aún así yo me quiero disculpar...
- No hay de qué disculparse, bonito ─le dijo ella con nerviosismo, mientras lo tomaba del brazo y le pegaba juguetonamente en este. Misael, sin saber por qué, se sonrojó a gran medida mientras que una sonrisa se dibujaba en su rostro. "Disimula, Misael. No lo hagas tan obvio".
- Si tú lo dices, entonces, entonces yo, yo...
- Oye, ¿por qué te has puesto nervioso? ─preguntó ella con inquietud. Si seguía así, lo podría arruinar todo. Él negó con suavidad, pero temeroso de que esas sensaciones humanas se presentaran en su cuerpo sin su permiso. No quería demostrar debilidad ante ella.
- Nada, olvídalo. Hay que ir a prepararnos.
- Bien. Tienes razón. Voy a afilar mis cinco hachas de la venganza─comentó emocionada.
- Y yo voy a chequear mi arco y flechas. ¿En verdad eres el demonio de la venganza? ─preguntó con fingimiento de que no mucho le importaba.
- Sí, lo soy. Pero eso no es importante ahorita, bonito. Te veo al rato ─le dijo mientras se iba caminando hacia el lado contrario.
- Espera, Kaleesha ─le pidió con nerviosismo. La pelirroja rodó los ojos y se volvió a girar hacia él.
- ¿Qué pasa ahora, Misael? ─gruñó molesta.
- Yo, yo quiero que tú, que tú puedas, que yo pueda, que estemos, este, tú sabes ─tartamudeó abochornado. "Lo has vuelto a arruinar, idiota", pensó ella.
- Dilo de una sola vez, Misael. No te entiendo nada de lo que estás diciendo ─le amonestó, pero con miedo a decir algo incorrecto.
- ¡Es que yo quiero que tú y yo trabajemos juntos en la batalla! ─gritó atropelladamente.
- ¿¡Qué!? ─reclamó incrédula de escuchar aquello. No podía creer que fuera tan obvio cuando ya habían hablado sobre eso mucho antes.
- Sí, yo, yo quiero eso. Trabajar contigo ─susurró tímido. Ella se sonrojó como tomate y trató de recomponerse para que así, pudiera actuar normal.
- ¿Es posible que un arcángel sea tan torpe y tímido? ─se burló de verlo tan sumiso ante ella, pero feliz de saber que lo ponía así─. ¿No decían que los arcángeles eran serios e indomables, sin sentimientos humanos e individualistas?, ¿por qué me pides que trabaje contigo?, ¿por qué has perdido tu orgullo angelical, si se le puede llamar de ese modo, y le pides ayuda a un caído como yo?, ¿no eras tú, el que tanto me odiaba y el que no confiaba en mí?
- Sí, pero como yo pienso que...
- Definitivamente no voy a trabajar contigo ─le respondió titubeante. Era notorio que ella deseaba estar con él─. Prefiero irme con Itiel o Azariel, pero tú no. Ahora, si me lo permites, tengo que ir a alistarme ─y sin esperar la respuesta del arcángel se fue del lugar, dejándolo dolido y resentido por haber sido rechazado.
- Muy bien, chicos ─les dijo Azariel mientras alistaba su espada de oro puro, con un afilador celestial─. Así es como vamos a trabajar. Yo me iré con Jezabel. Misael, tú te irás con Marcus. Itiel, tú te vas con Kaleesha. Jezabel y yo atacaremos en el centro. Equipo M & M ─dijo refiriéndose a Misael y Marcus─, ustedes atacarán a diestra y los otros a siniestra. Sabemos que nos van a atacar de todos los lados, pero no podemos dejar que el vallado de ángeles rompa la barrera de protección. ¿Entendido?
- Sí, capitán ─afirmaron todos.
- Muy bien. Les doy cinco minutos para que terminen de arreglar su armadura. ¡La batalla está por empezar y los quiero en sus posiciones! ¡Muévanse!
- Ah, esto está por ponerse muy bueno ─comentó entusiasmado el joven Darken mientras tomaba su lanza de tres picos y la afilaba. También tenía una ballesta de bronce y decidió que también la usaría en la batalla. Por otro lado, Jezabel limpiaba su mazo con púas y su espada de doble filo; Itiel afilaba su hacha de oro y unas dagas que tenía como segunda opción; mientras que Azariel probaba sus dos espadas celestiales. Misael decidió sólo batallar con su arco y sus flechas, pero se guardó una daga de plata y en su tobillo derecho. También estaba Kaleesha con sus hachas muy bien afiladas, más una cadena de hierro saturnino. Todos se sentían listos para la batalla y con ganas de patear uno que otro trasero demoníaco, pero siempre con aquel temor de que algo peor pasara.
Y así era.
Se avecinaba una gran masa de potestades infernales por todo el mar de las playas de Miami. Venían corriendo y haciendo que el mar se enloqueciera y sus aguas se turbaran a gran medida: era como un tsunami a gran escala, sólo que tres veces más grande y terrible que cualquier humano podría imaginar.
- Chicos, presiento que ya están cerca ─comentó Jezabel un poco temerosa al ver el mar moverse de forma alocada y oscura.
- Lo sé ─agregó Azariel con seriedad. No estaba preocupado en lo absoluto. Si venían más de lo que el querubín Rubén había previsto en sus visiones, de seguro que el Creador les mandaría otro equipo de ángeles para luchar con ellos. No dudaba de Él nunca. Estaba seguro de lo que él creía.
- ¡Azariel! ─vociferó un ángel, de pronto, con tono alarmado mientras bajaba del cielo.
- ¡Dana! ¿Qué haces aquí? ─le preguntó sorprendido de ver a la rubia de ojos azules que una vez fue su compañera de batalla.
- El Creador me envió con un mensaje, y de paso, me quedaré con ustedes a pelear ─le informó.
- Informes, Dana ─se apresuró a demandarle.
- Vienen tres infernales mayores,) más dos legiones de sirvientes del infierno ─reportó con tono neutral.
- ¿Quiénes son los mayores? ─sonsacó impaciente.
- Uno de ellos es el de la lujuria, los otros dos son el de la guerra y la del engaño.
- ¿Una demonio mayor? ─interpeló la pelirroja, poniéndose al lado del capitán celestial─. La conozco. Es la misma chiquilla de inocencia falsa que engañó a medio mundo en el internado, incluyendo al humano, y a ustedes, los Darken.
- ¿Quién es, Kaleesha? ─gruñó Marcus.
-La puta de "mejillas rosadas": Masha Ivanova.
- ¿Qué? ¿,esa perra?
- En el mundo infernal es conocida como Lily: la pu...
- La puta maestra del engaño y la mujer de Lucifer ─terminó de decir Jezabel.
- ¡Joder!, ¡Con razón nos engañó a todos! ─exclamó ofendido el otro demonio.
- Es la demonio mujer más poderosa de todo el Infierno después de Lucifer y los otros dos grandes ─comentó Kaleesha un poco asustada.
- Muy bien. Tenemos un grave problema aquí ─admitió Misael.
- Déjenme a esa puta a mí ─gruñó Jezabel.
- Yo me encargo de Luke ─masculló Marcus─. Él y yo tenemos cuentas pendientes.
- Entonces yo me hago cargo del capitán del mundo infernal. Será capitán contra capitán ─expuso Azariel decidido.
- De acuerdo. Entonces el resto de nosotros ─notificó Itiel─. Se hará cargo de echar la basura en su lugar.
- Capitán, se me olvidó decirle que Daniel se nos va a unir en medio de la batalla ─agregó Dana un poco tímida.
- ¿Daniel? Pero él no...
- ¿Ese imbécil va a venir? ─refunfuñó el ángel Darken muy molesto.
- Si viene aquí, a él será el primero al que le daré una patada en el trasero ─reiteró la gemela.
- Chicos, tranquilos ─les pidió Azariel─. Ustedes no entienden lo que él hizo. Lo hizo por órdenes del Creador, no por su propio beneficio sino del de ella.
- ¿Beneficio le dices a alguien roto en llanto? ─manifestó Marcus muy furioso de haber escuchado aquello.
- El llanto es algo muy significativo para nosotros. Llorar es algo por lo que todos debemos pasar para darnos cuenta en lo que estamos fallando ─planteó el capitán con austeridad.
- No entiendo al Creador en lo absoluto, pero siquiera así no voy a perdonar al idiota ese ─finalizó Marcus un tanto receloso de tal situación.
- ¡Chicos! ─dijo Itiel, llamando la atención de todos.
- ¿Qué pasa, Itiel? ─preguntó el ángel al mando de aquella misión.
- ¡Miren! ¡Allá vienen! ─gritó sorprendido.
- ¡Santa vaca! ¡son miles de demonios menores! ─exclamó Kaleesha.
- ¡No hay vacas santas, tonta! ─reafirmó Misael.
- Es sólo una tonta frase humana que aprendí después de leer cincuenta sombras de Grey ─comentó exasperada de ser corregida.
- ¡Qué libros más tontos los que lees! ─observó. Ella estaba a punto de defenderse cuando alguien la interrumpió:
- ¿Están listos todos? ─preguntó el capitán celestial.
- ¡Sí, capitán! ─respondieron todos al unísono.
- ¡Entonces, a pelear! ¡Peleen en el nombre del Creador y de su hijo amado!
- ¡O simplemente peleemos por diversión! ─chilló la pelirroja emocionada. Todos los arcángeles la miraron ofendidos, pero ella sólo les sonrió coqueta y se encogió de hombros.
- Okay, lo siento ─susurró juguetona.
- ¡A la batalla!, ¡amor y unión! ─exclamó Azariel.
- ¡Amor y unión! ─repitieron juntos.
Y así, una batalla se desató. Fue una de las batallas espirituales más grandes y largas de todos los tiempos que ninguna persona se podría imaginar, porque ni siquiera se podría comparar con aquella batalla de fantasía de los Cinco Ejércitos que se leyó en el famoso libro humano "El Hobbit". ¡Era la primera guerra mundial espiritual!
Y con un grito de guerra, los arcángeles, junto a los tres demonios que tenían de aliados, se abalanzaron hacia el enemigo para chocar sus armas y empezar la batalla.
Como era previsto, Marcus se lanzó hacia Luke, quién venía al frente de la batalla junto con Aries y Masha; estos dos últimos también tuvieron su furioso encuentro con Azariel y Jezabel respectivamente. Mientras que el resto del equipo se deshacía de los torpes demonios menores. Al final, Misael sí se fue con la pelirroja, e Itiel se emparejó con Dana.
A pesar de que las potestades eran débiles y fáciles de mandar al infierno, no lograban abarcar todo el océano: necesitaban a otros dos ángeles más para la batalla, pero no había tales ángeles. De modo que poco a poco iban perdiendo el control de la batalla, y los demonios ferozmente ser acercaban poco a poco al vallado de ángeles que estaba defendiendo la casa a toda costa.
Eso no era todo. Una legión había empezado a atacar del otro lado de la casa, y con el vallado no iba a ser suficiente para seguir protegiendo la mansión.
Estaban acabados.
Estaban perdiendo la batalla contra ellos.
Esperaban lo peor.
Estaban a punto de llevarse a los humanos.
Y así iba a ser.
Hasta que un milagro ocurrió,
y las esperanzas volvieron a resurgir.
Ya no estaban perdidos.
Daniel y Gloria aparecieron, y emparejaron la pelea por un buen tiempo.
Esperaban poder ganar la batalla y así poder salvarlos a todos. Eso era lo que intentaban hacer, pero no todo salió como estaba planeado: lo inesperado pasó.
- ¡Kaleesha, no! ─gritó alguien en medio de la aglomeración. Pero ya era demasiado tarde para escuchar esa advertencia: Kaleesha se había interpuesto en el camino de Misael, al ver que una lanza ─que era imposible de detener─, iba directo hacia él. Para defenderlo, se puso frente a él: sin escudo y sin nada con qué defenderse; para luego recibir la lanza. Inesperadamente, ella no recibió la lanza como lo habría deseado: Misael, al último segundo, la abrazó y la giró para él recibir la lanza por su espalda. Esta atravesó sus pulmones hasta salir al otro lado de su cuerpo y herir a su paso el pecho de Kaleesha: al menos cinco centímetros de profundidad. Era lo suficiente para llegarle al negro corazón que el ángel gótico tenía.
Un gemido de dolor salió de ambas bocas y el horror pasó por sus rostros al ver que su pareja estaba herida.
Ambos cayeron al suelo, mientras que los otros ángeles trataban de llegar a ellos luchando en vano con tanta peste demoníaca a su paso.
La batalla volvió a tener un giro oscuro y la esperanza se volvió a perder. Pero el cariño que ambos ángeles heridos se tenían desde hace mucho tiempo atrás, no impidió que se miraran a los ojos durante sus últimos momentos.
- Lamento no haberte defendido y haberte tratado mal frente a los demás ─se disculpó con ella mientras tosía y expulsaba sangre de su boca. Ella sonrió débilmente mientras negaba con su cabeza.
- Esta bien. Sabes que todo este tiempo les ayudé a ellos porque tú me lo pediste. Te quiero mucho mi bonito. ¿Es verdad que el Creador sabe de nosotros? ─le preguntó con decepción.
- Él lo sabe todo, querida ─le reafirmó. Ella se quejó de dolor, pero trató de sacar la lanza de su cuerpo primero y luego del de su amado. Lo intentó con todas las fuerzas sobrenaturales que aún le quedaban. Nadie les prestaba atención de los enemigos, sólo sus compañeros de batalla quiénes inútilmente no podían ayudarles. Pero cuando hubo terminado de quitar la lanza, un demonio se dio cuenta de ello, y se lanzó contra ellos. Kaleesha, quien era la que tenía más fuerzas, se enfrentó contra él. Usó una de sus hachas y mató al demonio. Eso hizo que más demonios les prestaran atención y decidieron matarlos a ambos. Ella se intentó defender así misma y a él también. Pero era inútil. Eran demasiados para ella sola. Y Misael a duras penas se estaba empezando a recuperar de su herida ─ya que los ángeles tienen células regeneradoras y se recuperan rápidamente mientras no los despedazen por miembros o mientras no le corten las alas─, para unirse y ayudar a ella, pero no logró a hacerlo. Su herida era más complicada de lo que parecía. Y durante esos instantes, seis demonios atacaron a Kaleesha. Uno de esos logró romperle su ala derecha ─acción que le dolió mucho más que la lanza en su pecho─. Pegó un grito ahogado, pero se aguantó ese dolor para seguir defiendo lo que era suyo. Sin embargo, fue en esos momentos en que otro demonio logró romperle la otra ala. Era el fin del ángel gótico.
Por otro lado, en ese mismo momento, se escucharon unas trompetas en el cielo: la esperanza volvía a venir para esos humanos a los que tanto querían proteger, mas no para la pelirroja que cayó al suelo, derrotada.
Para los momentos en que la guerra terminó, Marcus tenía un ala rota, Jezabel había sido cortada de su brazo, y Azariel había perdido una mano. Sin embargo, pudieron acabar con los tres grandes y el resto de sus secuaces infernales.
La batalla había terminado, pero el luto había iniciado.
Habían perdido a un ángel: Kaleesha. Misael, sin haberse recuperado en su totalidad, fue donde ella, la abrazó, lloró y gimió por ella.Todos fueron a su lado, corriendo apresuradamente para verla y tratar de hacer algo por ella. Hasta que escucharon una voz que gritó:
- ¡Esperen un momento! ─exclamó a grandes gritos. Todos se giraron para ver a la persona que estaba hablando y se quedaron sorprendidos de verlo allí afuera de la casa.
- ¡Creo que puedo salvarla! ─aseguró.
Si la salvó o no, eso se podrá ver en el siguiente capítulo.Ahhhhh :O ¡yo sé que quieren matarme! Pero tranquilos, recuerden que no hemos llegado al final de la historia... lo peor puede pasar después x'D quiero decir, lo peor ya pasó O:)
No se aflijan, ¿Okay? ✌
Lamento no haber actualizado antes, pero tuve un "bloqueo" como escritora... no sabía qué hacer con esta batalla... pero aquí está ya terminada. Espero que les haya gustado. ^^
Voten y comenten... su contribución es muy importante para mí.
Ya, está bien. ¡Soy un grano en el trasero! Me voy u.u
Nos leemos pronto...
Jezzy en multimedia. *.*
Con amor,
Jess ❤
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Ángel de las almas -Trilogía Almas L1 -2da edición (en proceso)
Fantasia¿Alguna vez has visto una chica tan hermosa y perfecta que hace babear a todo chico que se atraviesa? Parecería un milagro poder tenerla y acostarse con ella... Hasta que te das cuenta de su verdadero ser. Grave error de mi parte. Derechos Reserva...