Capítulo 16
¿Por qué a ella y no a mí? (editado)Jezzy
El trabajo en el infierno era una de las peores mierdas que pudieron haber creado desde la existencia de éste mismo. Podría decir que al menos mi trabajo no tenía fin, y después de tantos siglos cómo ángel de la muerte, podía constar que cada año venían más y más almas podridas a parar a este jodido lugar. No era que me importase que los humanos se salvaran, pero a decir verdad, a veces me daban ganas de darle más trabajo a Daniel y a Gloria ─quien fue el reemplazo de Ally desde que ella se vino con nosotros─, y de esa forma yo podría descansar un poco de mi trabajo. Sin embargo, para ser honesta, amaba mi trabajo. Sí, quizá por la naturaleza inhumana y cruel que los ángeles caídos teníamos, el condenar a los humanos me daba igual, pero por otro lado, la pereza me invadía por completo. ¿A quién demonios le gustaría recolectar 1,969,780 o más almas por día? Pues era más que obvio que a nadie le gustaría hacerlo. Pero eso no era nada comparado con otros trabajos sucios que otros demonios hacían. En fin, sin importar lo mucho que me quejara, las cosas no cambiaban nunca en el infierno sin importar quién fuera. Bueno, hubo una excepción a ese nunca, el día que Ally llegó a nuestra condenada vida. Marcus y yo nunca volvimos a ser los mismos porque para esos entonces, ella llegó con su inocencia a flor de piel. Muchos demonios la hacían pasada por ser así, pero llegó un momento que eso nos colmó la paciencia y frenamos esa situación. Desde ese día, Ally fue mucho más cercana a nosotros y todos los días se desahogaba en nuestros hombros. Llegué a tener cierta compasión por ella aún sabiendo que mi corrompida alma no podía llegar a tener ese tipo de sentimientos por nadie. Fue increíble. Ella se introdujo en lo más profundo de mi negro corazón que era capaz de hacer cualquier cosa por ella. Marcus también lo haría. Él incluso intentó suplantar a Daniel, para llegar a ser como un hermano que la cuidara y protegiera de todo. La queríamos como nunca habíamos querido a nadie. No sabía mucho sobre el cariño humano, pero lo que sentía por ella era algo cercano a eso. Sin embargo, Lucian no aprobaba eso. Hubo una década en la que nos castigó a los tres, pero al ver que no afectaba nuestro cariño ni el hecho de disfrutábamos de nuestros trabajos, dejó de castigarnos. Ally dejó de llorar y se concentró en sólo pasar más tiempo con nosotros y en recoger a sus víctimas. Llegamos a tener una buena relación entre los tres y siempre iba a ser así. Así como la estaba abrazando en silencio mientras ella lloraba bajo la sombra de un árbol del parque Hyde, demostraba lo mucho que yo me preocupaba por ella. Debía estar llorando por el humano. No creía que fuera otra cosa después de haber ido al hospital a traerla y darme cuenta de su ausencia. Incluso fui a husmear un poco las conversaciones de la hermana del idiota con un hombre que parecía más gay que otra cosa. Fue allí donde me di cuenta que ella se había ido llorando.
─ Ally, es la primera vez que lloras mucho por un tonto humano ─le recriminé. Ella sólo negó con la cabeza y siguió llorando. Al parecer iba tomar un tiempo antes de que la hiciera hablar. Para mi sorpresa, no habían pasado ni cinco minutos cuando ella habló.
─ No lloro por el humano ─musitó mientras trataba de apaciguar sus llantos.
─ ¿Ah no? ─pregunté confusa.
─ Daniel, eso es lo que pasa ─gimió con terror.
─ ¿Daniel? Ally, no entiendo lo...
─ Hoy lo vi, Jezzy ─el dolor en su tono de voz me dijo que el encuentro con su hermano no fue para nada bonito. De modo que no le dije nada y la seguí abrazando. Este tema si era complicado de hablar. No lo haría sin la ayuda de Marcus. Marcus la entendía mejor que yo en este asunto.
─ ¿Quieres que llame a Marcus?─le susurré con tono dulce. Ella vaciló, pero, para mi sorpresa, ella dijo que sí. No dudé ni un segundo cuando decidí chasquear los dedos para llamar a mi hermano. Un minuto después, él estaba a nuestro lado.
─ ¿Para qué me has llama...? ─ no terminó de hablar cuando vio lo que pasaba.
─ Su hermano vino a verla ─susurré decepcionada. Él asintió con ligereza, sabiendo lo grave de la situación.
─ Quiero llorar mucho y después olvidarlo ─dijo de repente.
─ Hazlo, bebé. Estamos aquí para ti ─le dijo Marcus.
─ Aun estoy enojada contigo, idiota ─le recordó─, pero te necesito y si logras consolarme, te perdonaré. Lo prometo.
─ Acepto. Daré lo mejor de mí, cariño. Ya verás ─le guiñó un ojo y después se sentó al lado de ella junto al tronco donde estábamos Ally y yo.
─ Pero es mejor que nos movamos de este parque tan lleno de humanos. Vamos a tu cuarto, si quieres ─le animé. Ella asintió en silencio. Marcus le ayudó a levantarse y después desaparecimos del parque para reaparecer el la habitación de Ally. Cuando vio que estábamos allí, se soltó del agarre de mi hermano y se sentó al borde de la cama.
─ Es un imbécil ─gruñó.
─ A veces tiendo a serlo, pero sí, creo que esta vez me...
─ Si serás idiota, Marcus ─le gritó─. Me refiero a Daniel, ese imbécil.
─ ¿Puedes ser un poco más específica? ─le demandé. Ella asintió. Suspiró con resentimiento, se limpió los ojos y se sentó más derecha. Estos movimientos me parecían familiares. Éstos los usaba cuando quería usar autoprotección, y de ese modo, no parecer débil ante los demás.
─ He cambiado de opinión ─comentó.
─ ¿Cambiar de opinión? ─preguntamos Marcus y yo al unísono.
─ Sí, desde hoy ya no seré la misma de antes. Desde este momento, Daniel, ese hijo de perra, no existe más para mí. Desde este día, él es un desconocido para mí, y juro que nunca de los nunca voy a llorar por él jamás. Es por eso que he llorado mucho hoy, para no llorar más por él ─nos dijo con voz firme y segura.
─ Alma, estoy segura que Jezzy está igual que mí de confundida ─le explicó Marcus con un tono suave que jamás había ocupado. Era obvio que no quería que se enojara y por eso estaba hablando así─. ¿Crees que puedes decirnos por qué estás diciendo todas cosas sin sentido?
─ No quiero hablar de ello ─farfulló. Yo respiré lo mas tranquila que pude y hablé con el mismo tono que Marcus.
─ Ally, sé que estás luchando contigo misma en estos momentos. Sé que ha de ser difícil para ti hablar de ello, pero entiende que nosotros queremos entender tu situación para poder ayudarte porque tú no estás sola. Cualquier cosa que te haya dicho ese idiota, no importa. Nosotros estamos aquí para ti. Podemos ser unos hijos de puta con nuestras víctimas o con cualquier humano idiota u otro demonio de mierda, pero nosotros te queremos con todo nuestro corazón negro y podrido que tenemos. Y en lo personal, odio que llores. No sabes lo mucho que me cuesta no poder ir donde ese idiota y partirle la cara por lo cruel que ha sido contigo. Se supone que los ángeles están llenos de amor y misericordia, pero ese imbécil me ha demostrado lo contrario. Te lo suplico, dime qué pasó o te juro que iré donde él a exigirle que me diga todo.
─ Eso mismo iba a decir yo, Jezzy. ¡Eres una ladrona de palabras! ¡Se supone que yo soy el mejor! No es...
─ ¡Cállate, idiota!─le vociferé mientras le daba un golpe en la cabeza.
─ Stop, there!─ nos dijo Ally─ Antes de que empiecen a pelear como niñitos, les voy a decir lo que pasó. No tengo ganas de darles chocolates para sobornarlos.
─ ¿Ves hermana? ¡Nos soborna! ¡Quiero mi chocolate!
─ ¡Púdrete, Marcus! ─le dijo Alma─, ¿Quieren saber o no?
─ Claro que quiero ─contesté a la defensiva─. Espera, yo me encargo de este idiota.
─ Ni lo pienses, hermanita. Prometo callarme ─me dijo con tono empalagoso. Yo lo fulminé con la mirada y después me dirigí hacia Alma.
─ Puedes contarnos, Ally. Si este imbécil te vuelve a interrumpir, yo lo mato.
─ ¡Jezzy! ─comentó ofendido. Le di otra mirada de advertencia y él sólo me sonrió.
─ Ya, está bien. Entendí. Voy a sentarme por aquí ─dijo mientras se sentaba en un puff pequeño que estaba al lado de la cama.
─ Muy bien, todo comenzó cuando salí del hospital y decidí volar por un rato para poder despejar mi mente cuando él apareció frente a mí ─empezó a hablar. A medida que seguía contando la situación, Marcus y yo íbamos perdiendo nuestra naturaleza humana y nuestra horrible naturaleza demoníaca salía poco a poco. No soportaba lo que estaba diciendo. No creía lo que decía. Ese hijo de perra. No merecía ser un ángel del cielo. No tendría que estar allá. Quería matarlo. Quería bajarle los sumos y hacerlo caer tan bajo como yo. Si me contuve fue porque quiero mucho a Ally y sabía el dolor que había de estar pasando. No haría algo que podría lastimarla más de lo que está, pero tampoco iba a contener mi furia sin convertirme en lo que realmente era. Un demonio.
─ Ese mal nacido─ susurró Marcus con los dientes apretados.─ Ally dime que puedo ir a romperle su carita de niño bueno que tiene y hacerla mierda por completo. Dime que puedo, por favor.
─ No vale la pena, Marki. Déjalo como está. En lo que debo enfocarme es en ser diferente y demostrarle que sí puedo lograrlo. Ese idiota no va a ser mi motivación nunca más. ¿Que no merezco otra oportunidad? Que vaya a comer mi... no, no más malas palabras desde hoy y no más sexo contigo, Marcus, ni con Luke tampoco─aseguró.
─ ¡¿Que qué?! Por favor, repite lo que acabas de decir. No me quedó claro ─pidió Marcus confuso. Uh, ésto se ponía bueno. Iba a ser un buen show y gracias a ese comentario de Ally fue que pudimos volver a nuestra naturaleza humana.
─ No. Más. Sexo. Contigo. Nunca ─ cada palabra que Ally decía de forma lenta era como una flecha que iba directo al corazón de Marcus. Poco a poco iba cayendo del Puff hasta llegar al suelo. Era todo un rey del drama.
─ Eso fue un golpe bajo, Ally ─protestó con voz dolida─. No estaba preparado para este tipo de información tan mortal como el veneno. Me está matando. Moriré...
─ Ya, levántate, idiota ─le dije mientras le daba una patada juguetona en su espalda. Él me hizo un puchero y negó con su cabeza.
─ No, me acaban de romper mi corazón en mil pedazos.
─ Tú no tienes corazón, pedazo de animal ─le recordé mientras le daba otro toque.
─ Pero mi amiguito y yo nos sentiremos solos.
─ Iaghh, qué asco. No hables de tu amiguito conmigo ─le reclamé. Una risa salió de los labios de Ally.
─ Ustedes siempre alegran mis días ─nos comentó feliz.
─ Ahora soy un payaso ─protestó con un tono falso como si estuviera enojado. Yo sólo sonreí con satisfacción, pero le di otro golpe a Marcus.
─ Ya, déjate de dramas. No va contigo ─le comenté con dejadez.
─ Pero al menos hago feliz a Ally y eso es lo que importa. Sin embargo, Ally, espero que esto de no más sexo ─hizo énfasis en "no" y "sexo"─, no sea un desquite por lo que hice ayer.
─ En parte sí ─admitió─, pero no lo hago por eso sino que porque realmente quiero cambiar. Espero que entiendas.
─ Como sea ─fingió que no le importaba mucho y se volvió a sentar en el Puff.
─ Otra cosa que haré es botar todos mis CDs de porno que me regaló Luke ─comentó un poco desanimada.
─ ¡Dámelos a mí! ─exclamé feliz.
─ ¡Ni lo pienses, hermanita! Esos CDs serán míos como recompensa por la falta de sexo.
─ Llévense la mitad cada uno ─sugirió─. Tengo 200 y sólo he visto como 30 o menos. Los demás están sin abrir.
─ Tienes menos que yo ─le dije─, él me ha dado a mí 350 vídeos en HD y los he visto todos.
─ Yo tengo 400, te ganó─ presumió el idiota de mi hermano.
─ A quién le importa ─respondió Ally con tono cansado─, también llévense los mangas y animes de categoría Hentai.
─ Como diga, mi capitana ─respondió Marcus. Ambos, sin decir nada más, nos pusimos a registrar las cajas donde estaban las cosas y después de una hora de peleas, finalmente terminamos de escoger todo. Pero para ese entonces, nos dimos cuenta que Ally se había ido.
─ ¿A dónde rayos se fue? ─le pregunté a Marcus. Él sólo se encogió de hombros.
─ Vamos a buscarla ─exclamé.
─ No, démosle un poco de espacio. Creo que si realmente nos necesita, nos va a llamar.
─ Tienes razón ─repliqué.
─ Siempre la tengo.
─ Eres idiota. Mejor voy a dejar mi nueva colección a mi cuarto y empezaré a verla ─comenté feliz. Sin esperar a que él me respondiera, dí mi chasquido y me fui.
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Dos horas después, Luke y yo estábamos en acción, tratando de hacer las cosas que se hacían en los vídeos. En esos momentos, Luke movía sus dedos profesionales dentro de mí cuando tuve el décimo orgasmo. Un delicioso grito salió de mis labios cuando Luke dentró en mi mojada vagina.
─ Lo siento, bebé. No aguantaba por estar dentro de ti ─empezó a moverse con un ritmo tan perfecto que con cada embestida, yo quería más y más, y sentía como si fuera un orgasmo cada vez. Sin embargo, cuando estuve a punto de llegar a esa delicia, Marcus aparece.
─ Essssperaaaa ummm solo un poco mássss, Maaaaarcus ahhh ─le imploré.
─ Ally está en peligro. Ésto no puede esperar─ comentó molesto. Ambos nos detuvimos de inmediato, y a pesar del gran vacío que sentí cuando Luke salió de mí, yo me vestí a la velocidad de la luz con mi chasquido y después, me paré.
─ ¿Qué pasó? ─pregunté.
─ ¿Está ella bien? ─preguntó Luke preocupado.
─ Está con Lucian. Y está encadenada.
─ ¿¡QUÉ?! Pero ¿por qué? ¿Qué es lo que exactamente hizo? ─chillé asustada. Hace mucho que no castigaban a Ally ni a ninguno de nosotros.
─ Eso es lo que quiero, saber. Vamos ─me dijo. Sin pensarlo dos veces, asentí.
─ Yo no podré ir, chicos. El deber me llama, pero estaré pendiente. Lo siento ─nos dijo. Ambos asentimos y después de que yo le di un beso en sus labios, nos fuimos para el infierno a defender a nuestra querida hermana. No dejaría que la tocarán. No cuando ya tenía mucho con qué lidiar. ¿Por qué a ella y no a mí? Ese Lucian siempre había sido un cruel con ella. Era un mal nacido. No iba a dejar que le dieran un gran castigo... ¡que me castigaran a mí si querían, pero a ella que no la tocaran. ¡Que ni lo pensaran!Entramos al Infierno y pasamos todas las salas de las almas hasta llegar a la Sala de Juzgados Demoníacos, donde se juzgaban todos los tipos de castigos para cada demonio. Los jueces estaban conformados por Lucian ─su verdadero nombre era Lucifago, pero él detestaba que le dijeran así. De modo que se cambió el nombre a Lucian, pero en las cortes si le decían su verdadero nombre por cuestiones formales─, y Belcebú; la corte era representada por los demonios mayores como Astarot, Mammón, Belial, Tamuz, Moloch, y Baal. Luke no estaba incluido como demonio porque él era el demonio de la lujuria y la corte consideraba que él no podía estar en la categoría alta como el resto de jefes de los pecados. En estos momentos deseaba que él pudiera estar aquí para poder salvar a Ally de un gran castigo. Aún no entendía cómo fue que ella se llegó a ganar un castigo hasta para mandarla a la corte.
Cuando llegamos allí, Lucian estaba a la entrada de las grandes puertas de la Sala de Cortes, junto a otros tres capitanes del Ejército Infernal.
─ Estaba esperándoles, chicos ─nos saludó con tono serio.
─ Lucian ─gruñó Marcus.
─ Capitán Ares, ellos son los que le mencioné antes. Estos dos no pueden entrar a la corte bajo ningún motivo. ¿Entendido?
─ ¡Sí, mi señor!
─ Un momento ─vociferé.
─ ¿Qué, Jezabel? ¿No te agrada la idea de estar aquí afuera y no allá dentro con tu hermana? Sabes, no quiero castigarlos a ustedes también.
─ ¡Pues hazlo! ─gritó Marcus. ¡No me importa lo que hagas conmigo! De igual manera ya estoy podrido junto contigo, pero a ella no te atrevas a castigarla.
─ Ella debe ser castigada como la ley infernal propuesta por el mismo señor Lucifer manda. ¿Entendieron? Esta vez es diferente y no quiero que ustedes se entrometan con sus tontos comentarios de "castigame a mí". Esto es una corte seria. Y sin perder más mi tiempo, me voy. No los dejes entrar, Ares ─y sin más entró al salón y la puerta se cerró.
─ Vamos, Ares. Déjanos pasar ─le pidió Marcus.
─ Ni lo pienses, Marcus. Conmigo pierdes tu tiempo. Ve a recolectar tus almas mejor.
─ ¿Te crees el mejor sólo porque eres capitán? ¿En serio quieres pelear?
─ Fui hecho para la pelea, sabandija. Intenta vencerme. Si lo haces, te dejaré pasar, sino serás un demonio muerto y te irás de aquí junto con tu molesta hermana.
─ Hijo de la gran Babilonia ─exclamó Marcus furioso al mismo tiempo en que se convertía en demonio, y a su vez, yo también y me lancé a la única capitana demoníaca que estaba en el lugar. Una horrible pelea se empezó. Y una horrible condenación también estaba por comenzar dentro de esa corte. Teníamos que entrar. Teníamos que vencer aunque sea lo último que haga en mi condenada vida. Aunque me mandaran por la eternidad al lago de fuego. Ally merecía vivir. Ally merecía otra oportunidad. Ally era mi hermanita y podría morir defendiéndola sin importar qué.Asdfgasdfg O.O ¡esto se está poniendo feo, señoras y señores! ¿Cuántos se estarán preguntando qué hizo Ally durante esas tres horas que desapareció? Bueno pues, tendrán que esperar al próximo capítulo.
Estamos a menos de la mitad de terminar esta primera historia. ¿Les está gustando? ¿Puedo preguntar cuál es su personaje favorito? ¿Cuál personaje odian más?
Respondan por favor *.*
Gracias a todos mis lectores por tenerme paciencia y esperar. La universidad me tiene a un hilo de perder la cordura... sino es que ya estoy loca xD pero éste es mi último semestre y después podré actualizar más seguido.
Por eso, gracias por mantenerse pendientes de mi historia.
Sus votos y comentarios son bien anhelados por su persona. ^^
Marcus en multimedia cuando inicia su transformación. :OHasta la próxima (*゚ー゚)/
Besos,
Jess ❤
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Ángel de las almas -Trilogía Almas L1 -2da edición (en proceso)
Fantasi¿Alguna vez has visto una chica tan hermosa y perfecta que hace babear a todo chico que se atraviesa? Parecería un milagro poder tenerla y acostarse con ella... Hasta que te das cuenta de su verdadero ser. Grave error de mi parte. Derechos Reserva...