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Fue desolador a medida que avanzaba y veía todo el camino rumbo al pelotón, al igual que sus nervios a flor de piel. Estaba tan nervioso que le sudaban las manos y quería huir ante tantos olores demasiado fuertes.

—¿Se encuentra bien Sacerdote? —Pregunto con cortesía el soldado beta que lo había traído al verlo con una expresión desolada

—Si, estoy bien—Se limito a decir queriendo tranquilizarse

A lo lejos observo a un hombre rubio alejado de todos los demás soldados, como si lo esperará impaciente con una mirada sería, los ojos azules lo miraron poniéndolo peor de lo que estaba

Luego lo vio acercarse a un paso firme, demostrando su dominio sobre todos los demás, mirándolo directamente solo a él, se sintió tan pequeño e indefenso.

Se sintió como ese niño pequeño que vio a su Padre llegar después de meses de no verlo, se recordó a si mismo feliz por verlo, así sintió en ese instante, su lobo estaba agitando su cola como loco.

— Sacerdote Keene— El tono neutro y a la vez tan frío lo hizo decaer su emoción—Déjenos solos soldado— Ordenó al beta y después de eso solo eran ellos dos con un par de miradas curiosas.

—Solo dime Robby, estamos solos— Lo llamo con suavidad tratando de reprimir esa emoción al mirar al rubio

— Sabes que no puedo, todos observan— Miro de reojo al general a unos cuantos soldados que miraban curiosos la interacción otros miraban maravillados al Sacerdote

— Lo extrañe mucho— Su papá le dio una media sonrisa y puso una mano sobre su hombro

— Yo también Cachorro— Susurro solo para que el chico lo escuchara

Sin notar ambos hombres que unos ojos cafés oscuros vieron la escena un poco molesto

—Miguel, No me digas que ese hombre de allá es el Sacerdote de la foto—Comento Hawk mirando al joven Sacerdote sorprendido

—Lo es—Murmuro el Alfa queriendo saber el motivo por el que Robby estaba en su batallón

—Se ve como un angel—Hablo sin pensar su amigo haciendo que lo mirara mal

—No deberías hablar así de un Sacerdote, Hawk—Su tono sonó un poco brusco porque Eli lo miró confundido

—Bien, bien, no lo haré más. —Hawk vio por última vez notando como su superior parecía mirar al otro hombre con cariño—Oye, ¿Y porque lo mira como si hubieran sido algo más?

La pregunta desató sin querer los celos de su amigo que miro analizó en su mente cada movimiento del hombre rubio hacia el clérigo

—Que cosas te inventas—Intento no quererse meter esa idea a la cabeza pero parecía imposible al observar cómo su superior no quitaba la mano del hombro del Clérigo

Por otro lado con Johnny y Robby, el último no quería deshacer el momento, pero ante las miradas curiosas su papá quitó su mano y la puso sobre su espalda, agarro su valija

—Yo lo puedo hacer—Hizo una pequeña protesta pero su papá solo negó con la cabeza

—Solo camina—Exclamo avanzando y él tuvo que seguir el paso, a medida que avanzaban las miradas que recibieron lo ponían incómodo pero la presencia reconfortante de su papá lo calmaba

Y luego sucedió, su mirada se encontró con la de Miguel y un par de ojos azules que no importaban mucho, sus ojos se iluminaron de solo ver al Alfa de nuevo.

"Está bien, está saludable, Gracias a Dios"— Penso aliviado deteniéndose por unos segundos, a lo que su padre puso una mano en su cuello de manera protectora

— Evita mirar al Teniente, se darán mal entendidos —Susurro en voz baja el rubio a lo que él solo asintió siguiendo su consejo

Siguieron caminando hasta llegar a una tienda para descansar.

—¿Está es mi tienda? —Pregunto formal y su padre negó con la cabeza

—Usted dormirá conmigo Padre Keene—Menciono el General Lawrence mirando los ojos verdes de su hijo observarlo con resignación, como si esperara algo así.

—No creo que sea necesario General—Hablo educado recibiendo una mirada mordaz por parte de su Papá

— Robby, Estos hombres no han visto un omega en un largo tiempo, no quiero matar a uno de mis hombres por no saber controlar sus bajos instintos, Por eso duermes conmigo, Y Es una orden Robert, Obedece —Dijo en voz baja solo para que el Sacerdote lo escuchara, lo último lo dijo con voz de mando haciendo que el Clérigo se quedará estático en su lugar poniéndose pálido por el uso de "la voz", no estaba acostumbrado a que le hablarán de esa manera.

—S-Si General —Susurro aún un poco pasmado por los estragos de la orden bajando la cabeza mirando el suelo terroso para luego meterse a la tienda de su Padre

Miguel a lo lejos observaba molesto, ¿Porque Robby se iba a meter a la campaña de su General?

Sus celos crecieron, no le gustó nada esa actitud por parte de su superior. Aquella molestia no se podía quitar, deseaba tanto que Robby se hubiera quedado en su casa, en aquel lugar lejano del montón de soldados que lo veían como si fuera un ángel bajado del cielo, Aunque para el sí lo era, pero su lobo le hizo comprender que era parte de sus deberes y no podía hacer nada para impedirlo.

Quería acercarse al lugar pero una mano sobre su brazo lo detuvo.

—Miguel, ¿Vas a saludar al Clérigo?—Pregunto curioso mirando a su amigo

—Si, Ahorita regreso—Camino apresurado hasta la tienda de su General que se encontró afuera.

—Teniente, ¿A qué viene? —Johnny lo miró casi como lo juzgará por estar cerca de su ''territorio''

—Vengo a ver al Padre Keene—No era una sugerencia ni tampoco era una petición, casi sonaba como una orden

No hubo necesidad de que el rubio respondiera ya que Robby salió en ese momento mirando a ambos Alfas que parecían retarse con la mirada.

— Teniente Díaz, ¡Que gusto verlo!— Sus ojos se iluminaron al ver al Alfa parado frente a el luciendo tal y como lo recordaba, tenía muchas ganas de contar muchas cosas

"Lo amo tanto" Pensó sin dudarlo Miguel ante aquella vista angelical que representaba Robby.

Sonrió al instante, entre el lugar tan lúgubre hizo ese gesto que derritió el corazón de Robby.

Y ver al hombre frente a él, la decisión nunca había estado tan clara en su vida: Ya no quería ser Sacerdote. 

EfimeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora