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El mensajero había llegado con cartas ese día, todos los soldados estaban ansiosos por recibir al menos una por parte de su familia, Esposas, u otra persona, y el era parte de esa emoción, esperaba cartas de su madre y abuela, los niños, talvez Sarah y muy fondo del Padre Keene...Anhelaba una carta del omega

Vio a Eli hacer una cara sorprendida ante una pequeña carta, como si no creyera las buenas nuevas

—¿Pasa algo malo? —Miguel pregunto a su amigo, este negó con la cabeza

—No, Demetri volverá al frente—Exclamo en voz baja sonando preocupado

—¿No te pone feliz? Estarás cerca de él!—Inmediatamente empezó a hablar

—No es eso, pero yo quería que se mantuviera a salvó, y te digo que me puso : "Mi lugar es a tu lado y por eso voy a reencontrarme con el amor de mi vida, de forma literal"—Su amigo sonaba enamorado de tal manera que no dudaba que ese amor era mutuo

Le sonrió a Eli, viendo como el cartero corría hasta la tienda donde dormía el General que se encontraba viendo unos papeles

—¡Genera! ¡Tiene una carta! —Grito el soldado haciendo que uno que otro hombre girará a ver al mayor ni se inmutó ante el anuncio

—¿De quién? —Pregunto sin dejar de mirar los papeles de manera seria

—Un Sacerdote, Padre Keene dice—El rubio prácticamente le arrebato la carta de las manos como si hubiera esperado ansioso esas palabras

Miguel confundido miró a su General a lo lejos, un sentimiento de amargura se instaló en él, soltó un bufido y Eli soltó una risa.

—¿Desde cuándo nuestro General será tan religioso? —Se burlo el otro Alfa de su superior

"Ni siquiera es religioso, es por el Padre"—Penso Miguel molesto viendo como el mensajero ahora se acercaba a él.

—No lo sé Eli—Fue lo que respondió tratando que su enojo no saliera a luz

—Teniente Díaz, Tiene cartas—Exclamo el soldado entregándole tres sobres de Papel, el Alfa agradeció y su amigo intento mirar sus cartas

—Valla, son varías—Eli trato de mirar quien las habían enviado hasta que observo una fina caligrafía

—¿De quién es la última carta? —Pregunto con curiosidad solo viendo dos palabras: Teniente Díaz, con letra cursiva

Miguel reconoció la letra y su corazón se aceleró, guardo la carta en su bolsillo recibiendo un pequeño golpe juguetón en el brazo

—Es un Omega, verdad? ¡Vamos amigo, enséñame! ¿Acaso es Sarah? —Insistió Eli queriendo ver quien era el remitente

—No es un Omega, relájate—Trato de apaciguar la curiosidad de su amigo y fue a su tienda que compartía con el otro Alfa

Primero destapó la primera, era de su madre y abuela, platicándoles dé su día a día, la segunda eran notas de sus antiguos alumnos saludándolo, estaba feliz por saber de los niños que seguramente ya no eran tan niños

Por último la carta que quería abrir, con lentitud trato de no romper el sobre tan bruscamente, empezó a leer con lentitud queriendo saborear cada letra pulcra mente escrita

"No me he olvidado de usted..."

Aquellas palabras hizo que su corazón se calentará lleno de calidez.

La preocupación que emanaba en cada palabra parecía que le daba más esperanza a su tonto corazón enamorado e ilusionado.

Siguió leyendo entusiasmado, hasta su mirada se pudo iluminar cuando leyó que había una foto también, "Con apreció, El Padre Keene" Termino de leer y rápidamente saco la foto 

Siguió leyendo entusiasmado, hasta su mirada se pudo iluminar cuando leyó que había una foto también, "Con apreció, El Padre Keene" Termino de leer y rápidamente saco la foto 

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Extremadamente angelical, no tenía palabras para describir cuando vio la foto en blanco y negro, se le fue el aliento de tan solo mirar la belleza del Sacerdote retratado.

Extremadamente angelical, no tenía palabras para describir cuando vio la foto en blanco y negro, se le fue el aliento de tan solo mirar.

Estaba tal y como lo recordaba vívidamente en su memoria, su ropa de sacerdote se ajusta a él, perfectamente, como siempre.

Su cabello bien peinado parecía brillar, la sensación de tocar sus suaves cabellos, luego se perdió con los ojos que miraban directamente a la cámara

Al parecer a Eli le gustaba entrar en los momentos menos indicados, sorprendiéndolo mirar la foto como un idiota enamorado, y claro que lo estaba.

—No que no había un Omega! —Su dedo tapaba el cleriman y alzacuellos por lo que podía pasar como un hombre común

—Eli! No pienses tonterías—Quito su dedo revelando lo que era un Sacerdote, para su desgracia.

El silencio se hizo notable, su amigo se acostó a su lado mirando también la fotografía, miró con cuidado la foto, también admirando las facciones del hombre

—Te acuerdas que me quedé en casa de un sacerdote en lo que me recuperaba, El es.— Lo presento aún viendo el rostro de Eli no hacer ningún gesto porque seguía mirando la imagen

—¿Estás seguro de que este hombre es un Sacerdote? — Pregunto incrédulo mirando la foto

—Demasiado seguro—Exclamo mirando el bello rostro de Robby inmortalizado en la foto

—¿Es un beta,no?

—No Eli, es un omega.

—¿Qué?—Susurro en voz baja sorprendido—¡¿Viviste con un-Omega Sacerdote en unión libre durante dos meses y no te dijeron nada?!

—Tú mismo lo dijiste, Un sacerdote, El Padre Keene es el hombre más respetado del pueblito después del alcalde, Jamás lo acusarían de unión libre, él es sagrado—Exclamo con voz firme recitando las mismas palabras que el clérigo alguna vez le había dicho

—Pues parece que si lo es.

—¿Puedes dejar de verlo? Es incómodo

—Tu parecías idiota admirando su foto.

Soltó un bufido y vio que su amigo se retiró de la carpa para poder contestar la carta de su amado Doctor

—Lo extraño Padre Keene—Susurro acariciando con uno de sus dedos el rostro del Omega en la foto, como si pudiera escucharlo.

Si nunca más veía al Padre Keene tenía una foto que lo haría recordarlo siempre, al menos ese era su consuelo 

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