XII

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Rápidamente llegamos a mí casa y en cuánto entramos, cerré la puerta y fuí hasta la nevera para agarrar las cervezas.

- Vaya suerte la nuestra, ¿no?- Rompí el hielo quitándome la máscara mientras él se sentaba en el sofá.

- ¡Y que lo digas, preciosa!- Suspiró.

- Enciende la televisión,- Ordené señalandola con mi mentón y caminando hacia el sofá con una cerveza en cada mano.- Creo que hoy hay maratón de películas navideñas.- Continué mientras me sentaba a su lado y le extendia una lata.

- ¡Genial!- Festejó agarrando la lata mientras encendía la televisión.- ¡Películas navideñas en octubre!

En vez de encontrarnos con una familia intentando salvar la navidad o el Grinch, nos encontramos con Michael Myers.

Ambos nos quedamos en silencio. Yo suspiré cubriendome los ojos por un segundo y abrí mi cerveza.

- Ya terminó.- Me quejé con pesadez.- Hoy no es nuestro día...- Lo miré con una media sonrisa a modo de disculpa.

Él rió ante mi comentario mientras abría su lata.

- ¿Eso crees?- Preguntó mirando la televisión.- Para mí es una racha de buena suerte.

- ¿De veras?

- ¿Bromeas?- Rió emocionado.- Una chica linda aceptó salir conmigo, dice que es una cita y aunque nuestro plan inicial falló decide continuarla.- Enumeró con sus dedos volteando la parte superior de su cuerpo hacia mí mientras apoyaba su codo en el respaldo del sofá y su cabeza en su mano.- Encima, decide continuarla en su casa, ¡No es poco!- Agregó haciéndome reír.- Llegamos y tomamos cerveza viendo Halloween, o sea, estoy bebiendo cerveza mientras miro una película de miedo con una muñeca como tú.

Como respuesta apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras sonreia y lo abrazaba con suavidad.

- ¿Una muñeca como yo?- Reí.- Yo podría decir lo mismo sobre ti.- Agregué mirando la televisión.

Él rió emocionado, sonaba a una especie de "¡Whoah!" Entrecortado mientras apretaba mi hombro con cariño.

- ¿Ves?- Habló seguro mientras dejaba mi lata en el suelo.- Primero me besas, luego dices que esto sea una cita, me abrazas e insinúas que soy bonito.- Rió mientras yo volvía a mirarlo.- Debes estar loca, por eso tengo suerte.- Agregó en un suspiro mientras negaba.

- Si yo estoy loca, no sé qué hay de ti.- Reí alejandome un poco para poder ver su rostro.

- Yo nunca negué estar loco, preciosa.- Sonrió a través de su mascara.- Estoy loco por ti.

Oír eso me hizo reír a carcajadas mientras dejaba caer una de mis manos sobre su clavícula.

- ¡Definitivamente has sacado eso de un libro para aprender a coquetear!- Reí apoyando mi frente sobre su hombro.

- ¿Funcionó?- Preguntó mientras yo me enderezaba nuevamente.

¿Funcionó?
No estaba segura, ¿sí? Fue muy mala esa línea, pero en el fondo me hizo feliz. ¿No? Era demasiado mala... Creo que la línea no funcionó, pero él sí.
¡Verlo me emocionaba! Quería chillar de la emoción, estar junto a él era tener un buen rato asegurado. ¡Incluso sus líneas de coqueteo tan malas me hacían feliz! ¡Me tenía en sus manos y no puedo enfadarme por eso, tan solo puedo emocionarme!

- Haz lo que quieras.- Habló la caracola mágica, o sea, la voz.

- No...- Negué acercándome a él mientras levantaba un poco su mascara hasta poder ver sus labios.- No ha funcionado.

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora