XXV

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Abrí la puerta de una patada, encontrándome con Natalia, Tony y Clint observándome sorprendidos.

- Hay que planear lo que diremos. Tenemos que sacarles la mayor cantidad de información posible.

En mi mano izquierda tenía mi mascara húmeda —porque la habia lavado—, en la derecha tenía la granada y en uno de mis bolsillos tenía el chip. Con una sonrisa nerviosa puse la granada entre mis piernas y tiré la máscara sobre la mesa.

- ¡Genial, estas aquí!- Exclamé mientras señalizaba así Clint también sabía lo que estaba diciendo.- Me gustaría hablar contigo Tony, me acaba de suceder algo muy gracioso.- Agregué de la misma forma, sentándome en uno de los extremos de la mesa.

- ¿Qué ocurrió?- Levantó una ceja Stark.

- Después de hacer mi misión fuí a mi casa, en Rockaway, con Deadpool.- Comenté subiendo mis pies a la mesa.- Lo habían herido, así que me encargué de cuidarlo. Nos quedamos toda la noche en mi casa, y mientras desayunabamos felices, juntos, riendo, hablando de miel de maple,- Enumere enfatizando lo felices que eramos.- de pronto, ¡Boom!- Grité haciendo que su cabeza retroceda un poco mientras fruncia su ceño.- Pohon Ular envió gente.

- Deberías decirle a Fury, no a mi.- Replicó Tony.- No entiendo por qué me lo quieres decir a mi.

Reí al oír eso mientras bajaba mis pies de la mesa. Lo miraba nerviosa, pero una sonrisa escondia mis ganas de gritar.

- Quería hablarle contigo porque nuestros amigos de Pohon Ular me han dejado un regalo, bueno, dos.- Comenté negando mientras sacaba el chip de mi bolsillo y lo dejaba en el centro de la mesa.- Se lo inyectaron a Deadpool, no sé lo que hace.

Tony lo agarró y le vio vueltas en su mano mientras lo analizaba.

- ¿Será de rastreo?- Preguntó Natalia.

- Iré al laboratorio.- Anunció Tony parándose, yo sonreí negando.

- Que se quede.

- No.- Hice que se detenga.- No iras, no he terminado.

- ¿No?- Tony me miró confundido.

- No.- Me paré.- Hay un último regalo, bueno, fue el primero que dejaron... Pero lo mejor para lo último.- Agregué apoyando la granada en la mesa.- Tiene algo escrito, creo que no lo entiendo... ¿Puedes decirme que carajo dice?- Falsifiqué una sonrisa.

Tony mirándome confundido la tomó y leyó la inscripción, ahí se dió cuenta a lo que quería llegar.
Suspiró dejándola nuevamente en la mesa.

- No estalló, eso no habla muy bien de tus productos.- Hablé.- Pero tampoco entiendo por qué Pohon Ular tendría algo así. Algo con tu nombre.

- Es que hace unos años trabajé con ellos.- Admitió en un suspiro.

- ¿Cuantos?- Fruncí el ceño.

-Doce.- Replicó.

Comenté a reír cubriendo mi rostro, Tony trabajó con Pohon Ular mientras ellos me torturaban.

- Siéntate antes de que te mate.- Sonreí, Natalia se paró automáticamente.

- Ross, detente.- Extendió una de sus manos mostrándome su palma.

- No, no me detendré.- Respondí.- Creo que hay muchas cosas que me tienen que responder.

- ¿Como cuales?- Finalmente señalizó Clint.

- Como qué mierda está pasando.- Repliqué.- Quiero decir, ¿amigo de mis padres y socio de la asociación que me secuestró y torturó por años?- Bufé con obviedad.

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora