XXIX

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La llegada de Thanos a Titan era inevitable. Lo esperaba escondida entre los restos de nuestra nave, no por miedo, sino porque quería tener un momento a solas antes de que quizá muera.
No estaba acostumbrada a que la idea de morir se sienta tan... Real... Irónicamente la idea de morir se vuelve una posibilidad en el momento que ya no lo deseo.
Habíamos ideado nuestro plan, teníamos que hacer todo lo que podíamos para retener a Thanos y quitarle ese maldito guante.

Miraba la bala de Wade, sentada y en silencio, pensaba en qué estará haciendo ahora, pensaba en si valía la pena enviarle un mensaje, aunque no haya señal.
Le daba vueltas, viendo como mi sangre seca marcaba lo que él le talló.
Lo extrañaba, no había pasado ni un día desde que lo vi, pero se sentía como una eternidad.
Quería ir a McDonald's con él y comer juntos una hamburguesa, quizá ir al cine y ver una película muy mala, o quizá solo caminar por la ciudad de la mano.
Una parte de mi sufría por no tenerlo junto a mi, quiero decir, estoy en el maldito espacio exterior, sería lindo estar con mi novio... Pero la mayor parte de mi lo agradecía. Agradecía que sea yo la que tenia posibilidades reales de morir y no él.

Viendo la bala, agarré mí celular y abrí el chat con Wade, con Boobies, y comencé a grabar una nota de voz.
Me quedé un segundo en silencio antes de poder emitir mi primer palabra.

- Hola...- Sonreí, sonaba nerviosa, odiaba sonar nerviosa.- Estoy en el espacio, en un planeta que se llama Titan. No sé dónde queda.- Reí.- Estoy con Tony, Peter, un tipo llamado Doctor Strange, un tipo de Missouri, un alien gris, y una chica con antenas. Estamos por pelear en cualquier momento contra un tipo llamado Thanos, que tiene unas piedras mágicas o algo así.- Cerré mis ojos negando, era absurdo.- No sé cuándo te llegará este mensaje, aquí no hay señal y no sé a qué hora llegaremos a la tierra...- Hice una pausa.- Tampoco sé si podrás escuchar esto, no sé si el sonido funciona igual aqu-lo que quiero decir es que...- Me interrumpí a mi misma y suspiré.- Te amo, y lamento no llegar para la cena. En cuanto llegue, iremos a McDonald's, aunque sea para el desayuno.- Le aseguré parándome.- Prometo llegar... Te amo.- Finalicé la nota de voz.

En cuanto guardé mi celular, lo inevitable pasó.
Thanos llegó.
Strange lo recibió a mis espaldas, sentado en unas escaleras frente a lo que quedaba de nuestra nave.

- Luces como si te llamaras Thanos.- Habló el mago.

Finalmente tomé coraje para poder voltearme y ver a este tal Thanos.
Era un hombre gigante, de unos dos metros y medio con facilidad, su piel era morada, y su mentón parecía las bolas de alguien.
Era calvo y tenia una expresión de seriedad que haría temblar a cualquiera. En su mano izquierda había un guante dorado, ahí debe coleccionar sus piedras.

- Supongo que Maw esta muerto.- Habló Thanos luego de unos segundos de silencio, donde miró a su alrededor. Strange asintió.- El día de hoy exige un alto precio.- Dijo dando pasos lentos hacia Strange.- Aún así, cumplió su misión.

- Vas a arrepentirte.- Habló Strange manteniendo su pose con seguridad.- Te puso frente al maestro de las artes místicas.

Miré a mí alrededor, buscando a alguno de nuestros acompañantes en vano. Agradecí no poderlos ver. Estábamos todos escondidos, preparándonos para encargarnos de este tipo sabor uva.
Inhalé y exhalé intentando tranquilizarme.

- Tranquila.- Habló.- Nunca morimos, y los buenos siempre ganan.

- Los buenos siempre ganan.- Susurré agarrando una de mis pistolas con cuidado de no emitir un solo ruido.

- ¿Y donde crees que te deja a ti?- Preguntó Thanos acercándose a Strange.

- Déjame adivinar.- Replicó Strange señalandosu alrededor.- ¿Tu casa?

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora