XV

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Muero de hambre.
Desperté en mi cama dentro de S.H.I.E.L.D acobijada y con una fuerte mezcla de café y chocolate bailando en mi nariz.
Me negué a abrir mis ojos por un momento, hasta que acepté que era inevitable despertar.
Mí estómago rugió fuertemente mientras me sentaba en mi cama, noté que estaba vestida con una sudadera rosa pastel que decía "Los invitados por la puerta trasera son siempre los mejores!" y unos shorts de pijama blancos ¿Quien me habrá cambiado? Agarré mí celular para ver la hora y vi que eran las seis de la tarde.

- Buenas tardes, dormilona.

- Buenas tardes a ti también.- Suspiré sobando mis ojos.- Eres un hijo de perra, Dash.- Susurré mirando hacia mí lado al recordar lo que pasó hace unas horas.

Me encontré con una bandeja que estaba sobre una silla. Tenía una taza de café y un pastelillo de chocolate.
Con desesperación, agarré el pastelillo y lo mordí, era delicioso.
Dejé escapar un suspiro mientras cerraba los ojos.
Bebí el café y me levanté de la cama. Caminé hacia el baño y tome una ducha corta, tranquila me acerqué al armario en busca de mis pantuflas -que son de conejo, por cierto- y me las puse, luego agarré la bandeja y salí de la habitación a dejarla en la cocina.
Al llegar a la cocina me encontré con a Tony, al verme dejó escapar un suspiro sutil de alivio. Estaba sentado en la mesa bebiendo un café.

- Aposté que tardarias ocho horas en volver.- Habló.- Parece que perdí.

- Si tardara tanto ya me hubiera suicidado.- Dije restándole importancia abriendo la nevera para comer lo que sea.- ¿Cuánto perdiste?

- Veinte.- Respondió mientras me seguía con la mirada. Yo paré y me volteé a verlo.

- Eres multimillonario, ¿pero apuestas solo veinte dolares?- Cuestioné agarrando un poco de pollo.- No me tenias fe, ¿Eh?- Sonreí.- ¿En qué quedó todo?

- ¿Deadpool?- Preguntó.- Se fue.- Continuó antes de que yo pueda responder.- Sabes, no me gusta meterme en los asuntos románticos de los demás, pero Deadpool nunca es una buena opción.- Habló parándose.- Nunca lo es.- Repitió caminando hasta mi, yo reí rodando los ojos.

- Lo siento, papá. Me dejaré de juntar con el chico malo.- Bromeé sarcastica cerrando la nevera para voltearme hacia él.

- Sé que ha matado a ese tal Dash.- Anunció haciendo que mi rostro se tense.- Estar cerca de él es perder, siempre.

- Deadpool no...- Hice una pausa para suspirar con pesadez.- Deadpool lo mató porque se asoció a Pohon Ular.- Expliqué echando mí cabeza a un lado.- Me... Molestó que lo haga.- Admití.- Pero más me molestó que Dash... Se asocie...

Tony se cruzó de brazos frente a mi. Podía ver su corazón brillando a través de su camiseta. Él suspiró negando.

- Solo... Ten cuidado.- Finalizó dándome una palmada en el hombro antes de irse.

Suspiré parandome correctamente.

- ¿Y a este que le picó?- Murmuré abriendo la nevera otra vez.- ¿Qué le importa lo que haga?

- Es raro.

- Lo sé.- Coincidí caminando nuevamente hasta mi habitación con un plato de pollo frito en una de mis manos y una caja de comida china en la otra. Desde que llegué, el nivel de comida basura en esa nevera subió considerablemente.- Tenemos que ir a buscar nuestra navaja.- Anuncié caminando hasta mi habitacion.- Wade la tiene, hay que verlo.

- Podríamos preguntarle por qué quería que despertaramos mientras cantábamos Voulez-Vous.- Sugirió la voz en cuanto abrí la puerta.

- Podríamos preguntarle qué hacia en nuestra alucinación.- Agregué luego de dejar los platos en donde estuvo la bandeja de café, mientras agarraba mí celular, estaba en mi cama, junto a donde estuvo mi cabeza.- Pero...- Murmuré dejando mi celular en la cama otra vez.- No quiero verlo aún.

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora