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Ya habían pasado un par de días desde que llegamos de Las Vegas.
Al llegar lo primero que hicimos fue dormir. Dormimos todo el día, solo nos despertamos para comer. Al día siguiente fuimos a La Escuela de la Hermana Margaret Para Niñas Rebeldes y Wade le dio las noticias de nuestra boda a Weasel, quien lo miró fijamente a los ojos y le dijo "¿La emborrachaste?"
Luego de que le dijera que no, no me había emborrachado cuando me lo propuso, nos felicitó con una sonrisa muy genuina. Me hizo feliz.

También, cuando vimos a Peter, se lo contamos. Él no estaba en Las Vegas, tal parece que solo fue S.H.I.E.L.D y no los Vengadores, aunque pensaba ¿sigue habiendo Vengadores? No, creo que no. Peter también nos felicitó, elogió la elección de Wade con respecto a los anillos y me dio uno de los mejores abrazos que recibí.

Un golpe seco me despertó, haciendo que abra mis ojos como platos y me siente en la cama, encontrándome con Un Wade arrodillado en el suelo, apoyando su cabeza en la fría madera del piso mientras se aferraba a la sabana que lo acompañaba.

- ¿Wade?- Balbuceé parandome con rapidez para arrodillarme a su lado.- ¿Wade, qué ocurrió?- Pregunté apoyando una de mis manos en su espalda desnuda, pero recibí un quejido de su parte haciendo que retire mis manos con rapidez. Tenía fiebre.

Deje escapar aire por mi nariz mientras fruncia mi ceño, no otra vez, no... Esto debía ser una pesadilla.
Él respiraba con rapidez, con una de sus manos en su pecho. El aire entraba y salía de su boca, haciéndose lugar entre sus dientes a la vez que apretaba sus ojos con fuerza, manteniéndose en esa misma posición, escapaba de mi vista, o al menos eso intentaba mientras yo lo miraba nerviosa y sin saber qué hacer.

- Wade, ¿qué pasó?- Repetí, él negó con rapidez.

- Nada, nada...- Habló haciendo fuerza para levantarse.- Solo me caí, eso es todo.- Agregó caminando hacia la puerta de la habitación mientras se tambaleaba.- Vuelve a la cama, ya vuelvo.- Asintió temblando.

- ¿Wade, estas bien?- Insistí acercándome a él, él asintió mostrándome una mano intentando hacer que me tranquilice a la vez que entraba al baño.

Me quedé quieta, insegura de lo que estaba pasando.
El ruido de Wade vomitando reanudó mi alerta, haciendo que golpeé la puerta del baño.

- Wade, voy a entrar.- Anuncié antes de abrir la puerta.

Era una escena desgarradora, se sentía como estar reviviendo ese maldito recuerdo. Wade otra vez estaba vomitando, apoyado en la taza del inodoro y arrodillado en el suelo. Su cuerpo estaba tembloroso y estaba pálido.
No entendía, ¿por qué estaba así? La transfusion había funcionado, y hasta hace unas horas estaba bien. ¿Por qué ahora estaba vomitando?

- Lo siento, lo siento, bombón.- Balbuceó antes de volver a vomitar.

- Wade, ¿por qué-qué esta- - Balbuceé negando, mientas acercaba una de mis manos a su espalda. Al sentir mi tacto, soltó un quejido grave y tembloroso. Otra vez retiré mi mano.

- No.- Soltó.- No quites tu mano.- Suplicó con su voz entrecortada.

Con cuidado volví a dejar mi mano sobre su espalda, y otra vez soltó un quejido.
Podía ver que intentaba regular su respiración, intentaba tranquilizarse. Pero no podía.

- Wade, llamaré a S.H.I.E.L.D.- Anuncié.- ¿Es tu cáncer? Puedo hacerte una nueva transfusion y-

- No.- Me interrumpió.- No funcionará.- Agregó sentándose en el suelo, quedando frente a mi.

Su boca estaba manchada con vomito, de su nariz caia un hilo anaranjado y un poco de mucosidad. También a uno de a los lados de sus labios, un hilo de saliva se estaba formando mientras miraba al techo con la mirada perdida.

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora