XXXV

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- ¡Nada mejor que embriagarme luego de un largo día de trabajo!- Exclamé dejando mi fusil sobre la barra.- ¿No es verdad, Adam?- Pregunté sonriendo.

- Así es, Tear.- Respondió con cansancio.

Era un nuevo día.
Ese dia, luego de lograr embriagarme un poco, lo suficiente como para poder decir "Oh, creo que estoy ebria." Volví a casa. Era de madrugada, y Wade no estaba. No volvió a casa desde ese día, tampoco hablamos, tampoco me lo crucé. Wade habia desaparecido.
Hace veinte días que no lo veía, esta semana sería navidad y otra vez la pasaríamos separados. Parece que nuestra primer navidad nunca llegará a concretarse.

- Hoy maté a tres tipos, los tres se llamaban igual.- Comenté viendo como Adam llenaba una pinta de cerveza.- ¿Sabes como se llamaban?

- No, Tear.- Respondió, no me soportaba.

- ¡Hayden!- Reí.

- Quieres morir, ¿verdad?- Preguntó dejando la pinta frente a mi.

- Desde mil novecientos ochentaisiete.- Respondí agarrando la pinta.- Cada maldito día...- Acerqué la cerveza a mi boca, pero con rapidez la baje viendo como mis guantes la ensuciaron con sangre.- ¿Sabes? Normalmente el bartender es el que aconseja a los borrachos diciéndoles "Oh, no mueras, vale la pena vivir la vida." O "Todo estará bien." O incluso "Él volverá, Tear, siempre lo hace."

- No lo conozco, no sé si volverá.- Admitió mientras yo bebía mi cerveza.- Lo que sí sé que volverá, es el trabajo.- Agregó dejando una nota frente a mi.

- Una chica ya no puede sentarse a tomar una cerveza, ¿o qué?- Me quejé tomando la nota.

"Hayden 'Pumpkin' Rogers, $12000"

- Eh, es poco dinero... Bolígrafo.- Pedí extendiendo mi mano, Adam me dio uno.- Parece que serán cuatro.- Le sonreí firmando.

Me terminé la cerveza y me levanté, pumpkin, lo conocía. Andaba por el bar, pero no es tan fácil... En el bar no podemos matar gente, pero puedo seguirlo en la calle y encargarme de él.

- Está bien, que sean cuatro.- Rió Adam mientras me iba a los baños del bar.

Pumpkin siempre se metía aquí, creía que era más "profesional" porque era más "privado" aunque sea el baño de un bar de mercenarios. Ahí estaba, Hayden Rogers apoyado contra la pared del baño. ¿No le daba asco?

- Tear, ¿no?- Habló.

Lucia unas botas de combate, un Jean negro y una camiseta negra, además de un tapado del mismo color hasta las rodillas. Su cabello era rubio, casi blanco. Él era albino, alto y musculoso, pero tenía uno de sus brazos en un cabestrillo.

- Así me dicen.- Respondí agarrando papel de uno de los dispensadores.

- Nunca entendí por qué elegiste ese nombre.- Sonrió el albino viendo como limpiaba la sangre de mis guantes con el papel.

- Yo tampoco.- Admití.- Quiero decir, no lo he elegido. Un día un periodista me tomó una foto donde solo se veía esta línea- Hablé marcando la línea de mi traje que iba de mi ojo hasta mi mandibula.- y dijo "mierda, sí parece una lagrima... Hay que llamarla Tear."- Expliqué.- Si pareciera un pene, probablemente me llamarían Dick.

Pumpkin sonrió mientras dejaba escapar una risa suspirada.

- Tiene sentido, nunca nadie te ha visto llorar.- Asintió.- Bueno, ademas de Deadpool.- Ladeó su cabeza esperando algun tipo de reaccion de mi parte, pero no consiguió nada.- Las malas lenguas dicen que ya no están juntos, ¿esto es verdad?

- Nunca estuvimos juntos.- Hablé.

Decir esas palabras se sentía como apuñalarme a mi misma, pero no podía hacer otra cosa además de negarlo.
Extrañaba a Wade, aunque si lo veía frente a mi, lo moleria a golpes. Quería que vuelva y me diga "Nada de eso fue real." Aunque ambos sabíamos que sí lo fue. Quería que me diga "Estoy arrepentido, no sé cómo pedirte disculpas, por favor entiende que te amo." Pero mi orgullo serviría como escudo.

Racha De Buena SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora