122 D.C.Es una fecha que Aegon había estado esperando por tanto tiempo, ya que es donde comienza todo el desastre de la familia Targaryen, pero esta vez había unos cambios en cuanto a lo original. Esta vez, él y sus hermanos tenían un vínculo con Rhaenyra y sus sobrinos, que incluso cuando Criston Cole es un imbécil con Jacaerys y Lucerys, tanto Aemond cómo Aegon saltan en sus defensas. A pesar de eso todo sigue igual, el nacimiento de Joffrey también lo es, no había cambio alguno de ello.
Le quedan dos semanas para que les llegue la carta de Marcaderiva, dando a conocer la muerte de Laena Velaryon. Pero no tuvo que esperar dos semanas, inesperadamente la carta llego unos días atrás y Aegon se encontraba muy sorprendido por ello.
<Qué raro. Estaba seguro que la carta llegaría luego del nacimiento de Joffrey y de la muerte de Ser Harwin, ¿Tal vez me confundí de fecha por la ebriedad de ese día? Sí... Estaba muy borracho el día que llego la carta y no sabría bien cuando fue.>
Trata de darse consuelo con ese pensamiento, ya que no quiere pensar que tal vez el tiempo había comenzado a moverse de forma diferente por su arreglo. De cualquier forma, ahora se encuentra subiendo a un barco para ir a hacia Marcaderiva, donde enterarían en el mar a Laena Velaryon.
Llegar ahí fue realmente horrible, la marea del océano lo había hecho marear y el olor a pescado era tan fuerte en las orillas que solo le generaba náuseas, pero la gota del pastel fue el hecho de que Daemon fucking Targaryen estaba ahí. Sintió un escalofrío cuando vio al hombre que por reflejo atrajo a sus hermanos más a él, en especial a Aemond, ya que no olvida que fue Daemon quien asesino a su hermano y a su hijo Jaehaerys.
Siente que quiere matar a su tío, realmente lo hace, pero a la vez entiende, el hombre paso a ser el padrastro de Lucerys y quería sangre por su muerte, pero aun en su corazón lo odia porque mato a su niño inocente que no tenía nada que ver en la pelea de Aemond contra el segundo hijo de su hermana. Tuvo que tomar una gran respiración para calmar su malestar, y poco a poco soltó a sus hermanos para que se unieran a sus sobrinos, los cuales se encontraban con las hijas de Daemon.
-Quiero un trago.- murmura por lo bajo al sentir el gran dolor de cabeza que se le está generando todo este asunto de Daemon.
A pesar del sentimiento de querer vino, él no toma, no lo hace desde que su vino anterior estuvo envenenado y murió por eso. Es así que desde el momento que volvió hasta que creció, no tomo una sola gota de alcohol, por lo muy bien que suene eso, no fue lo mejor para Aegon. Muchas veces quiso estar borracho para olvidarse por un momento del dolor de cabeza que su madre y abuelo eran, pero significaba un gran riesgo para sus hermanos y sobrinos, así que se volvió un hombre sobrio y libre de alcohol. Fue una experiencia rara para Aegon, por el simple hecho de que estar consciente todo el tiempo y recordar todas las cosas que le han dicho o pasado, sin tener un lapso de tiempo olvidado o borroso.
Una de las cosas por la que Aegon se lamenta por no tener vino, es el hecho de que su madre había comenzado a verlo con ese desprecio que él recuerda tan bien, lo hace desde que le dijo el destino de aquellos guardias en el foso del dragón. Ella no puede evitar mirarlo con tanto asco que a veces la había encontrado orando a los sietes para que sea asesinado y llevado de este mundo de una manera cruel. Eso Aegon no lo había visto sorprendido en lo más mínimo, su madre, tan devota a sus creencias, nunca permitiría que un hijo de su sangre hiciera tan atrocidad y culpaba a su sangre dragón.
<Cómo si ella no tuviera la culpa de esto. Es el desenlace que habría sucedido si hubiera sido más listo en mi antigua vida, pero claro, un niño que no sabe nada y luego un hombre cegado por el poder, nunca se daría cuenta de tal cosa.>
Dejando de pensar en su madre, se concentra ahora en las personas a su alrededor. No hay mucho que pueda decir, excepto del arrepentimiento que tiene cada vez que se encuentra con Rhaenys Targaryen, la reina que nunca que fue y que fue asesinada por él y Aemond. Es raro volver a verla sana y con su esposo Corlys Velaryon, fue igual de raro cuando vio a Laenor Velaryon la primera vez, siendo que este murió este mismo día.
Una parte de él se concentra en ese hecho, hará lo que sea para que Laenor Velaryon no muera en estos momentos, no importa lo que cueste. Es por ello que se ha estado pegando como algo pegajoso al lado de un Laenor todo triste, tanto así que el hombre le da una que otra mirada confusa, mientras que ignora el cómo sus hermanos y sobrinos fulminan con la mirada al Velaryon que empieza a sudar frío.
-¿A-aegon, por qué me sigues a todos lados?.- ¿Por qué te pegas tanto? Es lo que realmente pregunta, por lo que Aegon solo le da una sonrisa lo más inocente posible.
-Es que deseaba que me dé un consejo sobre sus batallas cuando usted era joven, ¿Cómo fue la batalla que domo junto con su dragón Seasmoke?.- es una táctica algo antigua, pero está seguro que lo que todos ven es a un adolescente fascinado con la guerra o con los dragones. Aegon nota ligeramente como algo brilla en los ojos de Laenor y le da una sonrisa suave.
-Com gusto le diré mis travesías, príncipe Aegon. Acompañarme a la sala de estar.- tal vez Laenor acaba de malinterpretar algo, ya que se había puesto suave como él hacía con sus hermanos y sobrinos, pero bueno, no importa si Laenor se confundía, Aegon no iba a dejar pasar la oportunidad que se le dio.
-Sí, señor.- dice con una sonrisa para seguir al Velaryon, olvidándose por completo que atrás dejo a cinco pequeños dragones protectores, que no habían despegado su mirada de su espalda, Incluso cuando está desapareció en la oscuridad del pasadizo.
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.A pesar de que le había pedido a Laenor que le contara sus travesías fue una excusa, realmente estaba prestando atención, las travesías de Laenor son admirables y sabe por qué se ganó su nombre de Ser Laenor Velaryon, un caballero muy admirable.
(Aunque no lo tratan así, sino que es más una burla para todos gracias a las preferencias de Ser Laenor con acompañantes masculinos.)
Aegon admira al hombre porque a pesar de todos los rumores o el desprecio con el que es tratado, su nombre de caballero todavía está de pie y no ha escapado, sino que ha mostrado ser un buen hombre siendo manchado por sus preferencias y no ven lo que él es.
-Entonces subí a Seasmoke y comencé a lanzar, fue a nuestros enemigos, fue tonto de mi parte hacer eso y mi padre me lo hizo saber cuando termine ese trabajo.- dice con una voz suave, había cariño cuando hablaba de Corlys, pero también había algo de amargura.
-¿Qué dijo?.- pregunto con una sincera curiosidad.
-dijo: 'Acaso has perdido la cabeza, ¿Qué hombre loco se lanza de esa forma a una batalla?'.-
-¿Y qué le respondió?.-
-Le respondi: 'Daemon Targaryen'.- una risa salió tanto de Laenor cómo de Aegon, porque ambos saben que eso es verdad.
Daemon Targaryen es un loco que puede hacer cosas grandes por eso.
-Y, ¿Y Lord Corlys no le dijo nada cuando le respondió eso?.- pregunta con su rostro acalorado luego de las risas.
Laenor, niega con la cabeza.- No, solo se quedó mirándome atónito por lo que dije.- un ligero silencio se queda entre ellos cuando dice eso, hasta que el Velaryon vuelve a hablar.- Me recuerdas a Laena, ella siempre quería que le diga cómo fueron mis travesías, a pesar de lo duras que fueran, ella siempre estuvo a mi lado... Se siente raro no tenerla ahora.- escucha la voz llena de dolor de Laenor, que Aegon no puede evitar mirar con tristeza al hombre. Él conoce muy bien el dolor de perder a sus hermanos y sabe cuando duele eso en su corazón.- Realmente deseo que ni tú, ni tus hermanos, incluso mis hijos, tengan que pasar por el dolor de perder a un hermano, porque es lo más horrible que puedas imaginar.- Aegon se queda en silencio mirando el dolor del Velaryon, pero internamente estaba amargado por las palabras de este.
<Es muy tarde, Laenor. Sé muy bien cuánto duele la pérdida de mis hermanos, es incluso peor, cuando sabes que tu propia sangre es la que lo había provocado.>
Piensa con el dolor en su interior, inconscientemente se acerca a Laenor y lo abraza. Un abrazo que al principio no fue correspondido, pero luego lo fue. No dijeron nada en el abrazo, pensó que se decía todo en esa acción. Aegon lamentaba la perdida de Laena Velaryon junto con la de sus hermanos en su pasado, así que espera que al menos el abrazo le dé un poco de consuelo a Laenor.
Dioses, como él hubiera deseado ese abrazo, cuando perdió tanto a Aemond, Helaena, como a su pequeño Jaehaerys.
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Sangre renacida.
FanfictionAegon muere y tiene la oportunidad de volver al pasado, esta vez, él cuidará de sus hermanos menores que claramente necesitan terapia, pero bueno, ¿Quién no la necesita en toda su maldita familia?. Estos personajes no me pertenecen, pertenecen a Geo...