¿Y si...?

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¿Y si hubiera habido alguien más cuando Aegon se enfrentó a Daemon en el capítulo 36, cuando esté comenzó a quemar desembarco del rey?.

Alejados, los dragones se detienen y ninguno hace señal de ataque, a pesar de que hace unos momentos Caraxes parecía lo suficientemente furioso como para luchar contra Sunfyre. Aegon observa el lomo del otro dragón en busca de su jinete y como su Caraxes supiera lo que buscaba suelta un gruñido feroz. Pero es ahí cuando otro rígido se escucha a lo lejos...

Vermithor.

Aegon lo reconoce, es el rugido del dragón de su hermano y en cuestión de segundos, la furia de bronce se encuentra al lado suyo con su Aemond en su lomo mirando con seriedad al dragón rojo.

-Aemond…- susurra el nombre de su hermano, pero el menor no lo mira, solo observa el peligro eminente delante de él.

-¿Asustado para hablar, Daemon?.- pregunto Aemond con audacia mientras mira a Caraxes, quien le gruñe con enojo, pero el joven no se estremece, ni parece asustado.

(parece aquel gran guerrero, dedicado y frío en sus batallas. Alguien capaz de compararse al mismísimo Daemon en su vida pasada.)

-¿De ti niño? Ni un poco.- la mirada de Aegon se desplaza de Aemond al hombre desaliñado en Caraxes. Daemon se veía horrible, desaliñado como un vagabundo y roto en el alma por lo visto en sus ojos.- Estoy aquí por el mestizo de tu hermano, voy a matarlo por mis hijas. Es mi derecho de venganza.- gruñe el hombre roto mirando directamente a Aegon, quien no se encoge ni nada ante la declaración de Daemon, pero Aemond... Aemond se estremece de ira ante las palabras de Daemon.

-¿Crees que mereces alguna clase de venganza luego de lo que hiciste?- la voz de Aemond es baja y letal, pero lo suficiente como para que Daemon lo pudiera escuchar.- ¡Asesinaste a muchos en esta guerra. Asesinaste a Rhaenys, mayor guerra ante vista, Lord Corlys, el señor y protector de su familia, que sin dudas dio su vida para salvar a su familia... Y nuestro rey consorte; Laenor Velaryon a sangre fría con la traidora de tu hija! ¡Así que no mereces una venganza! No te daré el lujo de esa gran y ansiada venganza, no lo permitiré.- al ver lo alterado que Aemond se encuentra y el cómo Vermithor está reaccionado a lo que jinete está sintiendo, Aegon se prepara para luchar y defender a su hermano contra el ataque que esté por hacer hacia el Targaryen más viejo.- Te asesinaré en este momento para que no nos hagas más daño. Nunca más.-

El ataque comienza por parte Vermithor y Aemond, y las cosas ya no tienen retorno (no es como si alguna vez lo hubiera habido). Aegon lucha con su hermano, él no dejaría solo a su hermano en la lucha que debió haber sido suya y de nadie más. 

Ambos Targaryen se lanzan contra el usurpador, a pesar de que ya sabían el resultado de la pelea. No había dragón alguno que pueda sobrevivir al ataque de dos dragones juntos, que disparan llamas y ataques en simultáneo. Aun así, la batalla es feroz como ninguna otra, Caraxes lucha con todas sus fuerzas. Mayormente, está queriendo herir a Sunfyre y se olvida de Vermithor, por lo que sufre más daño de lo que debería y todo eso es gracias a Daemon, ya que está apuntando a Aegon. Él quiere su venganza, lástima que Aemond no dejaría que eso pase.

El cielo que había estado despejado una vez, ahora estaba cubierto por nubes de humo, el olor a azufre inunda el aire y trata de ahogar a los tres Targaryen que luchan. Aun así siguen luchando, sus vidas, venganzas o cualquier otro motivo dependen de esa lucha y todos ahí tienen bastante claro que ganarán por todo sus motivos. 

Al final, la lucha llega a un punto donde los dragones se separan, donde pueden ver los heridos que se encontraban las criaturas aladas. Caraxes se lleva la peor parte, el dragón rojo apenas se puede mantener en el aire, está herido, su sangre pinta el agua debajo de ellos. Aegon tiene compasión por el dragón, que su boca se empieza a mover por si sola.

Sangre renacida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora