Capitulo 26.

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La pequeña celebración junto con el baile fue simplemente un gusto para Aegon, no había nada extravagante y se sentía natural todo de su boda.

(Aegon no tenía que utilizar el verde que había aborrecido, no tenía que sentir la mirada de los señores o de sus padres y abuelo en su nuca. No tenía que casarse con su dulce y hermosa hermana)

A pesar de que la celebración fue corta, ya que tenían que ponerse en marcha con sus planes, a Aegon le pareció lo suficiente por el momento. 

-¿Te diviertes, esposo?- la dulce Lynna le pregunta al príncipe que se encontraba tomando un vaso de agua.

-Demasiado, esposa.- dice con una sonrisa mientras se sigue maravillando por lo hermosa que está su esposa con aquel vestido y velo Targaryen.

-¿Estás seguro? Cómo estás aquí tomando agua, pensé que podíamos ir a nuestro dormitorio para, ya sabes, divertirnos.- Aegon se sorprende por las palabras de Lynna, pero luego sonríe pícaramente y se acerca a ella.

-¿Qué le paso a mi inocente Lynna que ahora me dice estas palabras tan atrevidas?.- nota como las mejillas de Lynna se ponen ligeramente rosas, pero a pesar de eso tiene una mirada decidida.

-La inocente Lynna quiero que su esposo la haga ver estrellas como solo usted sabe.- dice para darle un beso corto como provocación. Aegon la mira y con la misma sonrisa besa su mejilla.

-Entonces tenemos que ir a nuestros aposentos, cariño.- susurra en el oído de la hermosa mujer, haciendo que esta se estremezcan y asiente con la cabeza.

El deseo de ambos los calienta tanto.

Aegon había llevado a su esposa Lynna a sus aposentos y como habían estado hablando hace unos momentos atrás, ellos consumaron su matrimonio.

Hasta que Laenor interrumpe el hermoso sueño y lo lleva hacia la habitación donde todos estaban reunidos por un mensaje urgente.

-¿Qué sucede?.- pregunto una vez que estuvo en la habitación con el resto. Rhaenyra tenía en sus manos una carta y Aegon sabía que se trataba de la carta que Rhaenys prometió mandar hace cinco días.- Es de Rhaenys, ¿Verdad?.- 

-Es de ella.- es todo lo que Rhaenyra dice mientras arruga el papel en sus manos mientras lee, por lo visto no es nada bueno lo que contiene dicho papel.- Rhaenys dice que Daemon se declaró rey, dice que ha estado juntando a señores que lo apoyan y que quiere usurpar el trono cuando mi padre muera...- tal y como Aegon había imaginado antes. Deseaba que lo que había pensado no se hiciera realidad.

-Entonces es claro, una guerra se aproxima.- Laenor tan tenso, observa a todos en la sala, todos tensos ante sus palabras.

-Tenemos que comenzar a movernos.- Aegon dice, ganándose un asentamiento de cabeza de Rhaenyra.

-Jacaerys junto con Daeron saldrán ahora hacia el norte, Aemond y Lucerys vayan a ver a Lord Borros baratheon, Laenor irá a hablar con Lord Caswell y les encargo a los caballeros, Aegon y Helaena, como a todos los que puedan traer a nuestro lado.- 

-Como diga, su majestad.-

Con la orden ya dicha, todos comienzan a moverse y hacer lo que Rhaenyra les había dicho que hagan. Jacaerys junto con Daeron, Aemond y Lucerys se habían preparado, habían tomado lo necesario y llevaban los mensajes listos para ser entregados, fue difícil para Aegon verlos arreglándose para volar y no tener noticias de ellos luego de eso. Ellos estarían a ciegas en lo que les suceda.

Antes de que los chicos se vayan a los respectivos lugares, Aegon se acerca a ellos, deteniéndolos y los abraza a cada uno para luego separarse y mirarlos a los ojos.

Sangre renacida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora