Capitulo 28.

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Aegon junto con toda la familia presente se encuentra en el funeral del rey Viserys Targaryen, el primero en su nombre. Todos le dan su respeto en silencio, porque fue un buen rey, mantuvo la paz y fue un buen padre (excepto tal vez para Aegon y hermanos) ante todo, mantuvo a su hija heredera y ahora ella será coronada.

-Dracarys.- una sola palabra de Rhaenyra y Syrax quema el cuerpo envuelto del rey Viserys mientras algunas lágrimas caen del rostro de la heredera. 

Al reino entero se le hace saber sobre la muerte del rey Viserys y de la sucesión de la princesa Rhaenyra, ahora reina de todo Poniente. Aegon observa como Rhaenyra es coronada reina bajo las palabras de un septón y bajo las miradas de los súbditos en pozo dragón. La corona es colocada en la cabeza de Rhaenyra, todo oro, lleva los escudos de los siete reinos y la reina se mantiene firme y elegante.

(Se pregunta cómo Rhaenyra puede mantener el gran peso, cuando él portaba aquella corona negra de acero valyrio y con rubís no pudo mantenerse en alto. Era como algo pesado que solo le causaba agotamiento sobre sus hombros)

Ya no había más discusión en el asunto, Rhaenyra es la nueva reina y la coronación bajo la fe es la que lo indica. Aún costado de la reina, Aegon y el resto de la familia se encuentran ahí mirando la coronación y arrodillándose ante la nueva reina, pero cuando la coronación termina, su reina tiene unas palabras que decir para los plebeyos y las casas que están presentes.

-Mi pueblo, lamentablemente la muerte del rey, mi padre es un golpe duro para todos, pero también hay otra desgracia de la que nos hemos enterado.- Aegon nota como los plebeyos miran a Rhaenyra con duda en sus ojos, pero también la juzgan.- Mi tío, el príncipe Daemon Targaryen, ha cometido traición en llamarse así mismo rey y en querer usurpar el trono que se me fue dado.- escucha el jadeo de todos presentes, pero también siente el miedo que la multitud emana al escuchar el nombre de Daemon.- Mi plan nunca fue empezar una guerra, la quisiera evitar si es posible, pero el príncipe Daemon me ha hecho saber con sus acciones que eso no es lo que él quiere, él quiere está guerra y matar a su sangre por el trono que no le pertenece. Él quiere ser un usurpador, y eso no lo voy a permitir por la memoria de mi padre.- la voz de Rhaenyra es tan dura y sería, que a muchos les corre un escalofrío al escucharla.- No permitiré que Daemon Targaryen usurpe mi trono y el de nuestro antiguo rey, lo juro por mi madre, padre y hermano que descansan en paz.-

-¡Viva la reina!.-

-¡Iremos a muerte por usted!.-

-¡Viva la verdadera heredera!.- 

Tanto plebeyos cómo nobles habían comenzado a gritar por su reina, dándoles su voz para que ella supiera que la apoyaban en su decisión. Rhaenyra mira a todos con su rostro solemne y luego mira a su familia, la cual le sonríe y hacen unas ligeras reverencias.

-Viva la reina.- es lo que susurra Aegon con una sonrisa.

(Por primera vez, Aegon siente que esas palabras son adecuadas de decir a una persona)

Los gritos de aliento de todos en el lugar se podían escuchar a kilómetros, todos alentando a su nueva reina, haciéndoles saber que ella es la que ahora rige y que todos gritan su nombre con poder. Aegon se preguntaba si Daemon podría escuchar la alegría del pueblo sobre la reina que se convirtió Rhaenyra. 

Se pregunta si no está muriendo de enojo y envidia por eso.

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En el consejo de la nueva reina, a pesar de que otros nobles están presentes, es Rhaenyra junto con su familia que comienzan a armar un plan mientras observan un mapa sobre dónde podrían atacar o donde Daemon podría atacar.

-Daemon es un príncipe, pero también un soldado nato, tiene experiencia en la guerra, en las batallas o en los batallones de soldados.- dice Laenor mientras observa el mapa con mucha atención.

Sangre renacida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora