Sangre renacida.

Capitulo 34.

La noticia de que Aegon Targaryen había tomado desembarco del rey se había difundido a todo los siete reinos. Había cuervos que se mandaron a todo Westeros y en los mensajes que se mandaron, todos tenían algo en común y eso era un mensaje del príncipe Aegon para su familia.

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Es hora de que vuelvan a casa, familia. Es hora de que se dejen de ocultar y vuelvan a desembarco del rey, a su hogar.

He limpiado la ciudad de aquellos caballeros traidores que se unieron al usurpador, también para decirles que Daemon Targaryen ha huido en la batalla como un cobarde, pero que ha dejado que su hija, Baela Velaryon muera por su cobardía. Una parte de mí cree que ha hecho justicia con la muerte del asesino de nuestro rey, pero mientras el usurpador Daemon siga respirando, nuestro dolor no se ha curado.

Por eso pido que vengan a casa de nuevo, que sepan que he reclamado, no, he recuperado lo que nos pertenece, lo que les pertenece mi reina, hermanos, hermana, sobrinos.

Los espero con los brazos abiertos.

Aegon II Targaryen.

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Aquel mensaje se envió a todo Westeros y muchos habían comenzado a rumorear de las hazañas del príncipe, de como se rumoreaba de que era el segundo Aegon y que tal vez estaban viendo lo que sería un rey que nunca fue desde la primera fila.

Muchos rumoreaban que el segundo Aegon había venido a conquistar los siete reinos de nuevo, a volver a unificarlos y convertirlos en uno, así como Aegon el conquistador y sus hermanas lo hicieron.

A pesar de aquellos rumores, el mensaje había llegado a las personas que estaban destinadas a leerlas.

-Oh, por los dioses. ¡Aegon ha recuperado desembarco del rey!.- el grito de Daeron Targaryen hace eco por el bosque en el que estaba. Dejando atrás todo lo que estaba haciendo, se dirige a la cabaña donde su hermano, hermanas y sobrinos se encontraban.- ¡Aegon recupero desembarco del rey!.- grito a todo pulmón cuando entro a la cabaña de golpe.

Todas las personas dentro se sobresaltaron cuando el joven Targaryen grita. La primera reacción de todos es quedarse en silencio por unos segundos, no saben cómo siquiera reaccionar ante lo que estar escuchando, hasta que Helaena Targaryen se acerca y toma el pedazo de papel que tenía su hermano en sus manos.

-Es cierto, nuestro hermano ha recuperado desembarco del rey para nosotros.- dice con algunas lágrimas en sus ojos por la alegría de la carta. Fue en ese momento que todos los demás se habían descongelado y se acercaron al dúo emocionado.

-¡Nuestro tío Egg es grandioso!.- grita con emoción el adorable Lucerys, el cual se había puesto de punta de pie para ver la carta.

-¡Por los dioses, nuestro tío derrocó a Daemon!.- dice Jacaerys todo sorprendido, pero a la vez emocionado por las hazañas de su tío.

-No tanto así, solo se escapó como un cobarde, pero el resultado de mi hermano es aceptable.- dice el Targaryen de un solo ojo con seriedad, pero había una ligera sonrisa en su rostro.

-¡Podemos volver a casa, mamá!.- el más joven de los presentes grita con felicidad por volver a casa, mientras que abraza a su madre con toda la emoción que siente.

-Si cariño, lo sé.- Rhaenyra besa la frente de su niño con cariño y felicidad. Ella había esperado esa carta por meses, le daba un alivio saber que su hermano había vivido y que no había corrido peligro (hasta donde ella sabe). La reina observa a los niños delante de ella, observa los felices que están y ella no puede evitar pararse y sonríe.- Es hora de volver a casa.-