Capitulo 35.

3.3K 409 19
                                    


Los días que siguen son algo desordenados, la reina Rhaenyra había puesto sus depósitos personales para que arreglaran la ciudad destrozada y para darle comida, vestimenta y refugio a aquellos que sufrieron mayores perdidas en la batalla que se dio. Aun así, las cosas habían comenzado a florecer ligeramente, eso antes de que llegara una carta desde Antigua, diciendo que Lord Hightower había sido arrestado por traición. Aegon solo puede tener su rostro en blanco cuando escucha aquello, sabía que Otto Hightower iba a hacer un movimiento algún día y que su madre no iba a detenerlo, él lo sabía y lamentablemente ese día acaba de llegar.

-Mandaré a unos guardias para que lo traigan aquí y lo ejecuten públicamente.- 

-Su majestad, si me permite.- habla antes de que Rhaenyra pueda darle una orden a sus guardias. Ella lo mira con ojos serios y algo dudosos.

-Hablar.-

-No hay necesidad de mandar a sus guardias, su majestad, yo mismo puedo ir a Antigua y traer su cabeza, sí... Si puedo perdonar la vida de mi madre, aunque sé que ella tal vez no lo valga, pero estaré atento a cualquier movimiento que haga en el futuro y... Seré yo el que corte su cabeza si muestra algún indicio de traición.- el silencio es tenso, nadie habla, nadie dice nada, y eso hace que Aegon piense que tal vez lo que pide es algo que no puede darse.

-Te concedo ese deseo, príncipe Aegon. Puedes ir ahora.- Aegon hace una reverencia a su reina y sala de la sala del trono para ir con su dragón y así ir a Antigua, donde la fortaleza de los Hightower se encontraban.

El vuelo no es lento, es rápido. Es tan rápido que llega a Antigua en cuestión de unas pocas horas, y cuando llegues, hay guardias que le esperan. Pensó que tal vez tendría que quemarlos, ya que de seguro defendería al Lord traidor, pero estos solamente hicieron una reverencia y se apartaron de su camino.

<Bastantes inteligentes en no ir contra un dragón.>

Él camina hacia la fortaleza de los Hightower, pasos lentos, caballeros que hacen reverencia y se apartan de su camino. Con algunas palabras para los sirvientes del lugar, sabe que Otto se encontraba en la celda del lugar junto con algunos guardias custodiándolo. Cuando llega ahí, los guardias se apartan cuando lo ven y él puede ver al hombre que se encontraba en la celda. No se parecía en nada al hombre que alguna vez tuvo miedo en su vida pasada, no parecía aquel hombre que lo golpeaba cuando nadie veía o cuando estaba borracho; no parecía aquella figura de poder que propagaba el miedo.

-Así es como acabas, Otto. Que forma tan lamentablemente de hacerlo.- su voz es fría y hace que el hombre dentro de la celda se estremezca visiblemente. Aegon observa como la mirada del anciano lo mira con miedo cuando su vista viaja a su persona, es un poco embriagador aquel miedo, pero entierra ese gozo que siente y deja que sus emociones se enfríen.

-¿Estás aquí para matarnos, muchacho?.- 

-¿No es lo que esperabas, Abuelo?.- la última palabra está tan lleno de veneno que hace estremecer a todos en la sala.- Sabías que este movimiento te llevaría a dónde estás ahora, ¿Qué esperabas que pasará? No le digas, sé exactamente lo que pensabas.- habla antes de que Otto dijera una sola palabra.- ‘Son mis nietos, sangre de mi sangre. Hijos de mi obediente hija que no dirá nada o no moverá un solo dedo por lo obediente que es’ Eso era lo que pensabas, ¿No es así?.- sonríe fríamente cuando la sorpresa en la expresión de Otto se hace ver.- Crees que la sangre es más que suficiente, pero sorpresa Otto, no lo es. Es por eso que estamos en guerra, sangre de nuestra sangre quiere matarnos para tomar el trono que no es suyo, y ahora...- se detiene unos segundos para suspirar silenciosamente.- Ahora tú quieres hacer un complot luego de que tuve que pasar un infierno por seis meses tratando de recuperar el hogar de mi familia. No puedo permitir eso.- duro como el acero Aegon mira al que fue una vez su abuelo, hace que los guardias abran la celda y con su espada en mano avanza hacia el hombre lleno de miedo.

Sangre renacida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora