Sangre renacida.

Capitulo 19.

Tres años pasan rápido, las lunas le avisan que el tiempo ha cambiado y que sus dragones han cambiado tan rápido. Aegon ahora tiene ocho y diez años; dieciocho onomásticos para ser más claro, y en todo ese tiempo puede decir que la relación con su familia (excepto su padre, madre y abuelo) es algo estable, más por los niños que son realmente su vida en todos los sentidos.

Con los años que pasaron, Aegon se ha dado cuenta de que el tiempo se mueve de forma diferente ahora, el simple hecho de que su hermana y él no se comprometieron se lo hizo saber, incluso cuando Rhaenyra y Daemon no se casaron, la muerte de Laenor Velaryon nunca pasó y sus sobrinos no son muy amables con Daemon y sus hijas por lo ocurrido con Aemond. Así que gracias a eso deduce que ahora se encuentra en un lugar inexplorado el cual tienen que tener mucho cuidado en ver por donde camina.

A pesar de eso y de los años que han pasado, Aegon aún ve a sus hermanos y sobrinos cómo niño de tan solo nueve onomásticos, (no los ve como niños de doce, once, dieciséis o de quince onomásticos que son) incluso se los ha hecho saber cada vez que alguno sé lástima o se siente triste. Él siempre está ahí para consolarlos (o matar a alguien si es requerido). Es por eso que cuando su padre lo llamo a él y a sus hermanos para decirles que Daeron sería enviado a Antigua para ser el copero y escudero de Lord Hightower, el fuego en su interior se encendió.

Cómo el infierno que él dejaría que eso pasara.

-Padre, Daeron solo tiene doce años, es un niño que nunca se ha separado de su familia.- Aegon dice con la mandíbula apretada mientras rodea a Daeron con una de sus manos, mientras que esté escondía su rostro en la cadera de su hermano mayor.

(Aegon tuvo un déjà vu, porque fue lo mismo que sucedió con Aemond)

-Por eso, lo enviaré a Antigua para que se convierta en el hombre que merece ser.- aquellas palabras tan sin emociones hacen que el fuego que Aegon ha estado conteniendo se sienta a punto de romper, y parece no ser el único, de reojo puede ver a Aemond y Helaena mirando con ira al rey Viserys.

-Él no irá.- declaró Aegon con una voz que no espera ser discutida, como la de un rey dando una orden. El rostro sin salud de Viserys lo mira con ojos serios y llenos de ira. Está enojado porque Aegon le ha contestado.

-Parece que no entiendes lo que estoy diciendo, muchacho. Es una orden la que estoy dando, no una sugerencia, no puedes decidir si tu hermano no va, porque no eres el rey, soy yo. Nunca tú.- su voz deja en claro sus palabras y las dice cuando está cara a cara del otro, pero Aegon no da un paso atrás, no hace nada para acobardarse de su padre, lo enfrenta mientras sostiene a Daeron a su lado.

-Incluso sin ser rey, nunca dejaré que lleves a mi hermano a lugares que nunca a conocido en su vida, solo tiene doce años, es un niño, no una maldita cosa que puedas mandar para que cumpla un capricho tuyo.- el dolor en la mejilla de Aegon es lo que sintió primero luego de escuchar el sordo ruido de un golpe. No le sorprendió nada cuando levanta su rostro y se da cuenta de que Viserys tiene el puño en alto.

Él le había golpeado.

-Cuidado cómo le hablas a tu padre, muchacho, no toleraré...- se corta cuando alguien empuja al rey con fuerza haciendo que caiga al suelo.

-¡Deja de golpear a nuestro hermano, no tienes el derecho a decirle nada o a tocarlo!.- la voz de Aemond es tan fuerte que hace eco por toda la habitación haciendo que todo se quede en silencio.

-Como te atreves hacerle eso a tu padre, tu rey ante todo.- la voz jadeante de Viserys es lo que se escucha mientras el anciano sin salud trata de pararse.

-No eres nuestro padre...- Aemond empezó haciendo que Aegon volviera en su luego del golpe y se centrara en su hermano menor.

-Aemond, no, no lo digas.- Aegon suplico desde su lugar, con su rostro sangrando por el golpe, y se reusaba en soltar a Daeron, el cual se había fundido a su lado y parecía no querer dejarlo en ningún momento.

-No, tiene que saberlo.- es todo lo que dice mientras se para delante de Viserys.- No eres nuestro padre, eres solamente alguien que nos dio su sangre y ya, pero a partir de eso no eres más que un desconocido. Ni siquiera estuviste en nuestras vidas, nunca, ¿Quieres saber quién estuvo toda nuestra vida cuidándonos? Ese fue Aegon, nuestro hermano al que golpeaste. Él fue nuestro padre, porque él nos cuidó y tú no, a pesar de crearnos, no eres más que un extraño, un desconocido que dice ser nuestro padre.- Aemond literalmente le escupe en la cara al rey con cada palabra que dice.

El lugar se quedó en silencio, reinando cómo algo fugaz, ya que Helaena es la que lo rompe de forma espectacular.

-Sí vuelves a tocar a nuestro hermano, te diré que pienses vivir sin manos, porque eso es lo que te sucederá.- Aegon se queda en silencio sorpresivo cuando su dulce hermanita amenaza a su padre con tanto virgo.- Es una clara amenaza, si te lo preguntas, si eso no es suficiente como para hacerte creer que no lo haríamos, entonces le diremos a Rhaenyra.- todos notan como los ojos de Viserys se abren tan grandes que ellos creen que se le pueden caer los ojos (de hecho es gracioso que Aegon piense en eso, porque el Viserys de su tiempo lo perdió por la enfermedad que avanzaba).- No quieres que tu dulce Rhaenyra sepa de lo que le hiciste a nuestro hermano, ¿Verdad, padre? Ella te verá como un monstruo y te odiara, ya que ella nos ama.-

El silencio volvió a reinar en la habitación y Aegon es el que tuvo que hacer que sus extremidades se movieran a la fuerza.

-Daeron no sé irá de aquí, no importa que des la orden de que se vaya, pero si das esa orden le diré a Rhaenyra lo que hiciste. Esa es mi amenaza, mi rey.- y con eso, tomo a sus tres hermanos y salieron del lugar, dejando atrás a su débil padre.

Aegon no dice nada mientras camina y sus hermanos no hablaron tampoco, pero el Targaryen mayor sabe que sus hermanos están preocupados por él. Aegon aprieta sus labios con fuerza y trata de no mostrarse tan afectado por el golpe de su padre.

(El Viserys de su tiempo nunca lo golpeó, solo fue un grito o la ignorancia de su propia existencia, pero nunca un golpe.

El miedo en su corazón es suprimido por la seguridad y bienestar de sus hermanos)

Aegon desea desaparecer en estos momentos por lo tan débil que se ve.

No quiere que sus hermanos lo vean como alguien que no puede cuidarlos o proveer su seguridad.

(No quiere que lo vean como alguien mediocre que no sirve para nada. No quiere estar solo de nuevo por ello)