Reencontrados Para Siempre [BORRADOR]

CAPÍTULO 2

Capítulo 2

California, Estados Unidos.

Me había pasado todo el viaje leyendo, o eso trataba. No podía dejar de pensar. Olivia por su parte, se lo había pasado durmiendo o viendo alguna película.

Lo primero que hicimos al llegar fue llamar a nuestros padres, como le habíamos prometido a mi madre que lo haríamos. Tomamos un taxi, que nos dejó frente a las residencias.

Cuando terminé de bajar mis cosas del coche, me planté delante del edificio. Era enorme. Olivia me siguió después de que terminó de bajar sus cosas.

—Es muy grande.

—Sí, lo es.

Dio un suspiro y después sacó del bolsillo trasero de sus pantalones una hoja de papel con anotaciones escritas en ella.

—Lo primero que tenemos que hacer es ir a registrarnos. Después cada una tendrá que ir a su habitación, ¿vale? —dijo, después de mirar el papelito en su mano.

—Vale.

—Bien. Andando.

Comenzamos a caminar por un jardín muy hermoso. Tenía muchas plantas, árboles, arbustos, flores de diferentes tipos, y una pequeña fuente que ya parecía tener muchos años de estar ahí. Entramos por una puerta de cristal grande.

Nos acercamos a un mostrador, dónde estaba una mujer de mediana edad con el cabello atado y gafas, con la vista en la computadora que tenía a su lado.

—Buenas días, jovencitas. Soy la señorita Heather, encargada de las residencias de la universidad, ¿se alojan aquí? —dijo la mujer en cuanto nos vio llegar. Tenía una voz suave y dulce.

—Si. —le respondió Olivia.

—De acuerdo, ¿cuáles son sus nombres?

—Yo soy Olivia Smith, y ella es mi amiga Judie Brooks.

Permanecimos en silencio unos segundos mientras la señorita Heather escribía algo en su computadora.

—Muy bien —levantó la vista de la computadora y se giró hacía Olivia—. Olivia Smith, tú habitación es la número 36 —ahora se me miró a mí—. Judie Brooks, la tuya es la número 42. Estas son sus llaves.

Nos extendió las llaves y cada una tomó la suya.

La señorita Heather empezó a hablar sobre dónde se encontraba cada lugar dentro de las residencias y no sé qué otras cosas más. Yo dejé de prestar atención a la conversación, me distraje observando el edificio por dentro.

Las paredes eran de color blanco y verde claro. La iluminación eran unas lámparas que colgaban del techo y los rayos del sol que entraban por las grandes ventanas que daban vista a un jardín más grande al que habíamos estado anteriormente. La decoración era sencilla, pero hacía que el lugar se viera elegante y agradable.

Sentí un golpe suave en el hombro que interrumpió mi inspección del lugar. Miré a mi mejor amiga, quien escuchaba con atención lo que decía la señorita Heather.

—... y la biblioteca se ubica al final del pasillo que se encuentra en el jardín trasero a la izquierda. Aun así, pueden tomar un mapa del edificio por si lo necesitan.

Señaló una cajita transparente que contenía varios mapas. Cada una tomó uno.

—Yo estoy aquí hasta las 10 de la noche. Después de esa hora, Alison, la otra recepcionista, estará aquí hasta las 6 de la mañana cuando yo regrese. Pero, si me necesitan por cualquier cosa, yo duermo en la habitación del fondo a la derecha. Aunque preferiría que no me necesitaran en mi hora de sueño.