Reencontrados Para Siempre [BORRADOR]

CAPÍTULO 38

Capítulo 38

Judie Brooks

Cuando estoy con Cole me siento tan feliz, como si solo fuéramos yo y él en ese lugar. Me hace sentir segura y escuchada. Me hace sentir menos sola.

Estos dos últimos meses pasaron con rapidez y con tranquilidad. Mis padres habían estado demasiado ocupados con los últimos arreglos de la celebración, y yo había estado ocupada intentando levantarme por las mañanas para ir a clases. No me malinterpreten, amaba mi carrera, pero simplemente me sentía cansada.

Y Cole... Bueno, él es él.

¿Alguna vez se han enamorado? Yo no tengo una respuesta para eso, porque, ¿cómo sé cuándo lo estoy? Me han gustado algunos chicos a lo largo de mi vida, pero con ninguno había deseado tanto que me mirara, que me hablara, que me escuchara. Todo eso lo sentía con él. Con Cole. Cada vez que lo veo me pregunto qué pensará él de mí. Cada vez que lo veo una sonrisa se forma en mi rostro inconscientemente. Cada vez que escucho su voz mis oídos no pueden percibir ningún sonido más.

Y cada vez que pienso en que él y yo pudiera pasar algo si me atreviera a decirle todo esto, Kristen viene a mi mente. La forma en que sus ojos sueltan un brillo cuando lo ven a él. Sé que son buenos amigos, y yo también he formado una bonita relación con ella de amistad. Y tal vez todo hubiera sido más fácil si ella y yo apenas fuéramos desconocidas. No puedo ir a decirle al chicho que le gusta a mi amiga que me gusta. Una parte de mí me dice que estoy haciendo algo parecido a lo que Darla me hizo hace unos años.

Pensaba en eso mismo cuando Olivia regresó de la cocina, apagó la luz de la habitación y se lanzó a la cama de un salto.

—¿Ya escogiste la película? —preguntó mientras abría la bolsa de papas fritas.

—Todavía no. —contesté.

—Yo pensé que ya. —riñó.

—Vale, la primera que me recomiende Netflix al entrar la vemos, ¿bien?

Ella asiente en forma de respuesta.

—Listo. —escogí la primera película que aparecía.

Olivia se acomodó a mi lado en la cama antes de que le diera play. Ella me extendió la bolsa de papas pero yo negué sin despegar la mirada de la pantalla de mi computadora.

—¿Por qué no comes? —cuestionó metiéndose una papa a la boca.

—Por que mañana me tengo que poner un vestido para la fiesta y me tiene que quedar bien.

—Pero si te quedó genial cuando lo fuimos a comprar.

—Y esperemos que me siga quedando así mañana. No quiero verme mal en las fotos.

—Tranquila, claro que te verás bien. —me sonrió.

—Bien, no quiero pensar en eso ahora. Vamos a ver la película. —dije.

Al final, Olivia se quedó dormida a media película así que la pausé para luego terminarla de verla juntas. Yo me puse a leer un rato. Un rato que se convirtieron en horas.

Poca luz entraba por las cortinas y las páginas del libro ya eran casi imposibles de leer. Tomé mi móvil de la mesita de noche y miré las notificaciones. Eran unos cuantos mensajes de Cole sacando conclusiones de los que está pasando en el libro que le había prestado.

Le contesté unos cuantos hasta qué él me preguntó si me podía llamar. Le contesté que sí y me fui a el salón para no despertar a Olivia.

La cara de Cole apareció en la pantalla después de descolgar.

—Holaaa, ¿qué hacías? —me saluda.

—Estaba leyendo. Y hola a ti también.

—¿Ya cenaste?

—Aun no. —dije.

—Vale. ¿Tienes ya todo preparado para mañana?

—Síp. ¿Sabes lo difícil que fue escoger bien las canciones para la lista? Demasiado.

—¿Y tú vestido? Me habías dicho que no encontrabas uno que te gustara.

—¿No te conté? Bueno, encontré uno que está hermoso. Es azul oscuro.

—¿No me lo quieres mostrar?

—No, mañana lo verás. —sonreí—. Y tú, ¿qué te vas a poner?

—Mañana lo verás. —él también sonríe.

En ese escuché la puerta de mi habitación abriéndose y cerrándose. Giré la cabeza y me encontré a Olivia con cara adormilada y algo despeinada.

—Buenos días, Bella durmiente. —bromeé.

—Buenos días. ¿Con quién hablas? —se acercó a mí.

—Con Cole. Salúdalo. —volteé mi móvil para que Olivia apareciera en la cámara.

—Buenos días, Olivia. —saludó nuestro amigo.

—Buenos días a ti también. Bueno, me voy a dormir. Adiós, tortolitos. —la última palabra la había dicho en voz baja para que yo solo lo escuchara.

—Adiós. —nos despedimos yo y Cole a la vez.

—Está bien —dije lentamente—. Tengo que colgar. Mi abuela no tarda en despertar de la siesta y va a querer que le ayude a cocinar.

—Vale. Nos vemos mañana. —me despedí.

—Hasta mañana, ojos miel. 

***

Holii ¡La historia ya tiene más de 20k de lecturas! :D De verdad, muchas gracias por leer <3 

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Byess J<3