CAPÍTULO 13

821 60 16
                                    

Capítulo 13

Judie Brooks

Toda la semana Olivia y yo habíamos ido a la casa nueva para ayudar a mis padres a ordenarla. Ahora toda la casa estaba casi limpia y decorada, solo faltaba mi habitación.

Esta vez, Cole también se había ofrecido a llevarnos, y acepté. Mientras él conducía por las calles yo miraba por la ventana el sol de la mañana. Mis amigos cantaban una canción que estaba sonando en la radio, y, aunque, yo también la conocía, no me uní a ellos.

Llegamos y al bajar del coche nos despedimos y agradecimos a Cole. Cuando entramos a la casa percibí el olor a Panqueques.

Ahora que la casa ya estaba decorada se sentía viva. Las paredes que antes estaba vacías, blancas, y frías; ahora tenían cuadros por todas partes, fotografías de mi yo de bebé; de mi yo de niña pequeña; y mi yo de adolescente; yo con Olivia; yo con Olivia en nuestra graduación; yo con mi abuela; y yo de pequeña con mis padres, cada uno a un lado mío, todos con una sonrisa enorme y llena de alegría. Esa foto era mi favorita, sin un por qué.

Entramos a la cocina donde mi madre y mi padre cocinaban juntos.

—Judie, Olivia, llegaron. —dijo mi mamá después de vernos.

Mi papá se dio vuelta para vernos.

—Hola, chicas. —saludó él con una sonrisa.

—Hola, mamá.

—Hola. —saludó mi amiga.

—Siéntense. El desayuno ya está listo.

Obedecimos mi madre, sentándonos en la pequeña mesa que estaba en la cocina donde ya estaban cuatro platos con Panqueques en ella. En realidad, no tenía la costumbre de desayunar por las mañanas, siempre recibía regaños de mi madre por eso, pero al ver los Panqueques, se me hizo agua la boca y mi apetito apareció. Extrañaba la comida de mi mamá.

Desayunamos todos juntos, y cuando terminamos, Olivia y yo nos ofrecimos a lavar los platos y después fuimos a mi habitación. Era el único cuarto de la casa que seguía vacío, si nada que le diera vida.

—¿Por qué empezamos? —preguntó mi amiga.

—Armemos las repisas.

Duramos una gran parte de la mañana armando las repisas y colocándolas en la pared con ayuda de mi padre mientras escuchábamos música. Después nos quedamos Olivia y yo solas a colocar las cosas en las estanterías.

La primera caja que abrimos contenía todos mis libros. En realidad, fueron tres cajas llenas de ellos. Harry Potter, eran de los que más libros y ediciones tenía. Aun así, gran parte de mi estantería la ocupaban libros de romance. Se podía decir que era mi género favorito.

Las siguientes cajas fueron de mis discos. One Direction, Harry Styles, Liam Payne, Zayn Malik, Niall Horan, Louis Tomlinson, Taylor Swift, Lana del Rey, Arctic Monkeys, Olivia Rodrigo, Coldplay, y muchos más artistas que me gustaban. Los coleccionaban desde que tengo diez años. Regalos de mis padres, de cumpleaños o después de ahorra lo suficiente, yo los compraba. Mis favoritos los coloqué por separado en pequeñas estanterías, y los demás en una cajita en una mesita bajo aquella pared, donde también había colocado mi tocadiscos.

Luego estaban mis posters. Todos de películas que me gustaban o artistas. Con solo terminar de colocarlos, la habitación ya estaba casi llena.

Decidimos terminar otro día porque ya se estaba empezando hacer un poco tarde y se haría de noche. Llamé a Cole para preguntarle si podía venir por nosotras.

Cuando estaba ya en la cama para irme a dormir, no lo podía hacer. Simplemente no podía. Tomé mi móvil de la mesita de noche y entrecerré los ojos a causa de la luz al encenderlo.

01:45

Me pasé una mano por la cara con frustración.

Y con el móvil aun en mi mano, hice algo por impulso.

Judie: Hola.

No esperaba a que la respuesta llegara, a causa de la hora, seguramente estaría dormido. Pero después de unos segundos llegó.

Cole: Hola, ¿todo bien?

Judie: Sí ¿Te he despertado?

Cole: No. Acabo de salir de ducharme.

Judie: ¿Por qué te duchas tan tarde?

Cole: Nadie utiliza el agua a esta hora y sale más caliente. No soy fan del agua fría. Y también es porque estuve haciendo una tarea que no le lograba entender nada.

Era cierto lo del agua. Siempre salía fría en las tardes y me congelaba al ducharme.

Cole: ¿Tu qué haces despierta?

Judie: No podía dormir.

Cole: Te llamaré.

Ese último mensaje me desconcertó un poco, y antes de que pudiera escribir algo, mi móvil empezó a vibrar y el número de Cole apareció en la pantalla. Me incorporé en la cama rápidamente y dudé antes de descolgar la llamada y llevarme el móvil a la oreja.

Cole Jenkins

—Hola.

Esperé su respuesta mirando el techo oscuro de mi habitación.

—Hola. —su voz sonó casi como un susurro que apenas pude distinguir.

—¿Por qué hablas así?

—No quiero despertar a Lisa.

—Sabes que es imposible despertarla. Sí estuvieras pidiendo ayuda a gritos, ella ni te escucharía. —dije divertido.

—Tiene más de cinco alarmas en su móvil y con ninguna se despierta.

Solté una carcajada y escuché como ella también lo hacía.

—¿Y tú compañero? —inquirió.

—No está. Sale todos los fines de semana a casa de su madre y se queda allí. —repliqué y eché una mirada a la cama vacía al otro lado de la habitación.

Me gustaba pasar las noches del fin de semana solo. Dormir sin alguien que te moleste o haga cualquier ruido. Era una paz encantadora. Siempre me había gustado dormir de esa manera. Nunca me había dado miedo la oscuridad, así que dormía sin miedo y tranquilo. Hasta qué me despertaban los gritos de mis padres al discutir. Despejé esos pensamientos de mi mente y volví a centrarme en mi llamada con Judie.

—¿Por qué no podías dormir? —cuestioné.

Escuché como dio un suspiro pesado al otro lado de la línea.

—No lo sé. Solo... solo miro el techo de la habitación y... —dejó la frase sin terminar.

—... no puedes dejar de pensar. —terminé la frase con lo que antes era mí situación— ¿Te pasa?

—Sí...

—¿Y en qué piensas?

—En todo...

Escuchar a Judie decir eso me formó un pequeño nudo en mi garganta. Sabía lo horrible que era esa sensación de no poder de dejar de pensar, mirar el techo como si por arte de magia la respuesta a todos tus problemas fuese a aparecer, querer dormir pero no poder aun por mucho tiempo que estuvieras con los ojos cerrados he intentado alejar tus pensamientos. Sencillamente era horrible.

Judie y yo hablamos toda la noche hasta que ella pudo quedarse dormida.

Reencontrados Para Siempre [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora