CAPÍTULO 32

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Capítulo 32

Judie Brooks

Después de terminar de ver la película y llorar, decidimos quedarnos todas en la habitación, comer un poco de comida chatarra y cuando nos dieron las dos de la mañana, nos fuimos a dormir.

Al despertar al siguiente día, también vimos otra película, pero no pudimos terminarla porque, en medio de esta, Lisan recibió un mensaje.

—Es Eliot. —anunció.

Kate, que estaba sentada al lado de ella, se tensó al oír el nombre.

—Quiere hablar contigo. —le dijo.

Kate no dijo nada.

—Si tú no quieres le puedo decir que otro día. —añadió Lisa.

Hubo un silencio en el que Kate lo pensó. Ella había estado mejor después de aquella plática que habían tenido ella y Lisa frente a mí y Olivia. Y tampoco se había vuelta a tocar el tema.

—Está bien —Kate rompió el silencio—. Dile que vaya a la cafetería.

—¿Estás segura? —le pregunté.

—Sí, entre más rápido hablemos, más rápido se podrá arreglar esto.

—Vale, ya le he dicho. —exclamó Lisa. Hizo una pausa mirando su móvil—. Dice que se ven en una hora.

Dicho eso, Kate salió volando de la habitación y Lisa no tardó ni dos segundos en ir tras ella. Olivia nos quedamos algo preocupadas por un rato, pero no duró mucho eso porque ambas regresaron con las manos llenas de ropa y paletas de maquillaje.

—Mucha producción para esto. —dijo Olivia en broma.

—A ver —Lisa dejó caer el montón de ropa en su cama—, Kate tiene que verse bien, pero no tanto como si esto fuera la gran cosa.

—Pero sí fue la gran cosa. —le dijo Kate.

—Vale, mejor así: hay que hacerte bien, pero también que demuestres que lo que te hizo te dolió, o más bien, te enojó, pero a la vez hay que hacerte ver fabulosa y que él no es la gran cosa.

Todas nos quedamos viendo a Lisa con la boca entre abierta ante su explicación. Aunque ya me hubiera acostumbrado a su rapidez al hablar, esta vez apenas y pude entenderle.

—Mucha explicación que me cuesta procesarla. —dije.

—Cómo sea. Sólo ayuden.

Estuvimos casi toda una hora acatando las órdenes que nos daba Lisa. Después bajamos todas hasta la recepción donde encontramos a Cole en una de los sofás, y para mi sorpresa, él estaba leyendo el libro que le había prestado. Kate no tardó mucho en irse directo a la cafetería. Olivia, Lisa y yo nos sentamos junto a Cole.

Él cerró el libro y lo dejó en su regazo, mientras me miraba.

—Me cae mal Deane. —dice refiriéndose a un personaje del libro.

Al final de todo había decidido prestarle una trilogía distopica con romance. Una de mis favoritas. Y sabía que le gustaría, y que seguramente me pediría los siguientes dos libros de la misma para leerlos.

—¿A quién no? —le digo como respuesta a su comentario.

Él soltó una carcajada.

—Bueno, dejando el tema, ¿ya tienes listas tus cosas para la próxima semana?

—Casi todo. Aún me no he comprado nada.

La próxima semana ya sería navidad, y comprar los regalos junto a mis papás siempre ha sido algo que me ha gustado, pero este año me tocaría comprarlos por mí misma, y apenas y tenía ideas de que regalarle a mi mamá.

—Sabes que si necesitas ayuda para comprar algo a estos niños de prescolar puedes pedirme algunas ideas.

—Lo temaré en cuenta. —le dije—. Aunque sí tengo algunas pocas ideas de que podría gustarle a cada uno.

Los minutos pasaron muy rápidos con la compañía de Cole. Habíamos estado hablando un poco sobre el libro y yo escuchaba como sacaba algunas conclusiones bastante locas sobre la trama. Me gustaba hablar sobre eso con él, y aunque ya tuviera a mi mejor amiga que siempre me escuchaba hablar sobre libros, esto era algo diferente. O por lo menos yo lo sentía así, porque más de una vez me había dado que cuenta que me había quedado embobada viéndolo directamente a los ojos.

Nuestra entretenida conversación fue interrumpida cuando vimos entrar a la recepción a nuestros dos amigos.

Lo primero que hice fue examinar las expresiones de ambos. Todo parecía normal, de hecho, Kate esbozó una sonrisa en cuanto nos vio y se sentó con nosotros. Eliot se sentó justo al lado de ella. Con eso pude saber que había salido bien.

—¿Qué? ¿Ya se dejarán de gritar y molestarse entre sí al fin? —exclamó Cole cortando el silencio.

—Puede ser. —le dijo Kate.

—Pues bien. Ya que todos estamos juntitos otra vez, ¿quieren ir a ver una película? —inquirió Cole.

—¿Al cine? —preguntó Lisa.

—No, a mi casa. Mi abuela me digo que podía invitarlos en esta semana, pero pensé que no habría muchas oportunidades por todo este rollo. Pero ahora sí que hay. ¿Y bien?

—No hay nada más que podamos hacer hoy. Por mí bien.

—Todos al coche. 

Reencontrados Para Siempre [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora