CAPÍTULO 3

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Capítulo 3

Me encontraba saliendo de la facultad para ir a reunirme con Olivia en una cafetería dentro de la universidad.

Hoy era nuestra sexto días en California, y también el primer día de clases.

Ese día me había levantado más temprano que de costumbre. Olivia y yo tomamos un taxi que nos llevó a la universidad —que no estaba muy lejos—, y cuando llegamos cada una se fue a su facultad. En las clases, solo hubo presentaciones de los profesores. Muy aburrido.

Llamé a mí madre, que contestó enseguida.

—Hola, cariño, ¿cómo va todo allá? —dijo con voz alegre.

—Hola, mamá. Bien.

—¿Cómo están las clases? Hoy fue el primer día ¿no?

—Sí. Y han estado aburridas hasta el momento. —dije con tono aburrido.

Una pequeña risita se escuchó al otro lado de la línea.

—¿Cómo está Olivia?

—Bien. Ahora nos vamos a ver en una cafetería.

—Muy bien —suspiró—. Tengo que cortar, iré a por unos documentos de la casa.

—Oh, de acuerdo. Hablamos luego.

—Adiós, cariño. Cuídense. Te quiero.

—También te quiero, mamá. Adiós.

Colgué la llamada.

Cuando llegué a la cafetería, Olivia ya estaba esperándome en una mesa fuera del local. Alzó la mirada en cuanto me vio llegar, esbozando la misma sonrisa llena de alegría que siempre tenía.

—Hola, Jude. —saludó alegremente.

—Hola, Liv. —dije mientras me sentaba en el otra lado de la mesa para quedar frente a frente.

Liv y Jude, son nuestros apodos. Desde que somos amigas nos llamamos de esas maneras.

—Qué día taaan aburrido. —suspiró.

—Sí.

Un mesero salió del interior de la cafetería, acercándose a nuestra mesa.

—¿Qué van a ordenar?

Por el tono de su voz y su cara parecía no parecía estar de buen humor. Creo que todos estamos teniendo un día un poco pesado.

—Dos cafés, por favor. —le respondió Olivia.

—Bien, en unos minutos les traigo su orden. —dijo con el mismo tono de voz que antes. Volvió dentro del local.

—¿Qué piensas hacer hoy?

—Nada.

—¡Vamos, Judie! Eso haces siempre. Hay que salir un poco, no estar encerrada en la habitación sin hacer nada todo el tiempo. —reprendió.

—¡No estoy sin hacer nada!

—Judie, lo que trato de decir es que tienes que salir a divertirte, conocer a nuevas personas, hacer amigos.

—¡Pero yo estoy muy bien así sin hacer más amigos! ¡Tú eres más que suficiente!

—¡Sé que lo soy! ¡Pero qué tal si un día yo no puedo pasar tiempo contigo por trabajo o la universidad! ¡No quiero que te quedes sola!

Reencontrados Para Siempre [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora