By chance | Gavi

2. Sudores fríos

Capítulo 2

 Sudores fríos

GAVI

Estoy deseando que se acabe este entrenamiento. Ayer me acosté más tarde de lo que debería y la falta de sueño me está pasando factura. Y el entrenador lo está notando, lo que es incluso peor.

—¿Te encuentras bien? — Pedri, mi compañero de equipo y uno de mis mejores amigos, ha bajado su ritmo y está trotando a mi lado. —Estas un poco amarillo.

Gracias por los ánimos, canario. Es justo lo que estaba deseando oír.

—Tengo unas ganas de vomitar mortales— le respondo entre jadeos.— Este entrenamiento me está matando.

La verdad es que por muy entrenados que estemos, la cantidad de ejercicio a la que exponemos nuestro cuerpo te deja destrozado.

—Solo nos quedan cinco vueltas al campo. Dale caña, que sino el entrenador va a echarte la bronca del siglo. Y deberías dormir más. — dice antes de subir el ritmo de nuevo. Tiene razón. En las dos cosas, si no rindo me van a regañar y debería de dormir más. Definitivamente.

Pero no puedo. No puedo parar de darle vueltas a mil cosas en mi cabeza. Por eso no he estado durmiendo bien. Lo único que me distrae es el fútbol, pero mi falta de sueño está empezando a afectarme demasiado, a este ritmo no me van a poner como titular. Y esa debería ser mi prioridad.

Para algo he hecho todos esfuerzos, además que yo no quiero ser un chico del banquillo. Estoy en el mejor club del mundo por algo.

Porque quiero ser el mejor.

Con un último esfuerzo acabo las vueltas y me uno al resto del grupo, que están en círculo estirando. El entrenador me dirige una mirada de "más vale que esto no se repita", pero por suerte para mí no hace ningún comentario.

De lujo.

Nos explica cómo va a ser el partido del jueves que viene y con una última mini charla motivadora nos deja marchar. Al menos las cosas no pintan tan negras en la realidad como en mi cabeza.

Otra cosa que suele pasar, si no duermo estoy de un mal humor de perros y con un pesimismo que no me aguanta ni mi hermana Aurora.

De todas formas, entrenamiento del día hecho.

Ahora solo nos queda la reunión de prensa y medios. Genial, simplemente genial.

Toda la plantilla nos dirigimos al vestuario para cambiarnos de ropa y prepararnos para que nuestros agentes nos pongan al día de la prensa de esta semana y las entrevistas que vamos a tener.

—¿Qué te vas a poner para la reunión?—me pregunta Pedri una vez estamos enfrente de las taquillas.

—Creo que vaqueros y sudadera, hoy no hay medios, es solo planificación. Además, con lo mal que me encuentro lo último que quiero es tener que ponerme un traje. Son incomodísimos. — le respondo agarrando mi sudadera gris de Nike y los vaqueros azules que tengo en la taquilla.

—Creo que te voy a imitar, a mí también me parece una mierda tener que ponerme los zapatos horrorosos esos. Tengo unas ampollas del entrenamiento de ayer enormes y no me apetece sufrir.

Lo mismo pienso yo.

Pedri y yo subimos con el resto del equipo. La mayoría han decidido vestir de calle, porque la semana acaba de empezar, pero para nosotros no hay días de descanso. Si no estamos entrenando en el campo, estamos en el gimnasio y sino haciendo algún experimento con aparatos novedosos de tecnología punta que nadie sabe muy bien para qué sirven, pero funcionan.