19. Madrid

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Capítulo 19

Madrid

ARA

Estos días en Madrid son justo lo que necesitaba. Hacía casi un mes y medio ya que no veía a mi familia y de alguna forma les echaba de menos. También he tenido la oportunidad de ver a mis amigos de la universidad y de la infancia, además de a mis abuelos que me han bombardeado a preguntas sobre la vida en Barcelona. Si me gusta, si tengo amigos, si como bien, si me tratan bien en el trabajo, cuando voy a salir en la tele...

A eso último he tenido que decirles que probablemente solo vieran un poco de pelo rubio en la pantalla, pero bueno, a ellos les ha hecho ilusión igual.

Además, echaba de menos oír mi acento y no tener problemas con el catalán todos los días. Aunque estoy aprendiendo el idioma aun me queda mucho para ser capaz de comunicarme de forma fluida. He de decir que con esto me están ayudando mucho en el trabajo, ya que eventualmente tendré que hacer trabajos en catalán, y debo ser capaz de escribir la lengua sin ningún problema.

Hoy los chicos están haciendo prueba de vestuario, así que les estoy esperando fuera mientras me tomo un café de Starbucks. Confieso que es mi gusto culpable. Es caro de narices, pero está demasiado bueno.

Cuando terminen la prueba de vestuario vamos todos en coches modo incógnito a las ruedas de prensa y a un estudio donde tiene que hacerles un par de fotos más. Los chicos luego por la tarde tienen la cita con la embajada para poner en orden sus pasaportes, a lo que tengo que ir con ellos porque parte de mi trabajo aquí es grabar contenido para las redes sociales.

Lo cual tiene encantado a Pedri que no para de hacer bromas. El Instagram de la selección nunca estuvo tan lleno de selfies del canario. Y enfadadísimo a Gavi. Y yo que creía que después del momento incomodo en su casa las cosas fluirían mejor entre nosotros. Me doy cuenta de que no.

Sigue siendo el mismo imbécil de siempre, no va a cambiar.

Cuando hayamos acabado con esto de vuelta al hotel que mañana es domingo, los chicos entrenan y hay que madrugar. Sobre todo, porque cuando acaben, nos vamos otra vez de vuelta a Barcelona. Y el lunes trabajo. Dios mío, voy a coger cama de una forma en cuanto lleguemos a Barcelona...

Y se supone que Inés , Lucía y yo vamos a hacer noche de chicas para ponernos al día de nuestras vidas.

Justo en este momento me llega un mensaje de Pedri, ya están listos así que nos vamos camino al palacio de la prensa. El coche les espera en la puerta, así que hago rápidamente el camino hasta allí y busco el coche donde mi amigo futbolista está. He conocido ya al resto de chicos del equipo, pero salvo con Morata, con casi ninguno he hablado demasiado.

Viviendo mi sueño, codeándome con el delantero del atleti. ¿Cuándo me despierto?

—Aquí estas, periodista—me saluda él dándome un pequeño abrazo. Me abrocho el cinturón y es cuando veo que Gavi va en el asiento de copiloto. Genial, mi mejor amigo.

—¿Cómo ha ido? ¿Os quedan bien los uniformes?—pregunto por sacar algún tema de conversación e ignorar el mal de ojo que me está echando el moreno.

—A algunos mejor que a otros.—se encoge de hombros el sevillano.

—De hecho, te he cogido una camiseta.—comenta Pedri ignorando completamente a su amigo.—Igual te queda a ti mejor que a Gavi y así se le bajan los humos.

—Me la tendré que probar.—respondo. Agarro los bordes de mi camiseta blanca formal y comienzo a tirar hacia arriba.

—¿Pero qué haces loca? Me refería en el hotel.—Pedri agarra mis manos justo en el momento en el que mi sujetador había comenzado a quedar al descubierto.

By chance | GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora