33. España vs Alemania

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Capítulo 33

España vs Alemania

ARA

Los días de partido son los que peor lo paso. Que dos de mis mejores amigos estén jugándose el título mundial me ataca de los nervios. Además, Luis Enrique también está de los nervios y eso luego se refleja en que todos estamos de los nervios.

Esa va a ser la palabra del día: nervios. Aurora está igual de tensa que yo.

Jorge, mi jefe, me llamo ayer para felicitarme por el trabajo que estoy haciendo en el mundial. Me dijo que me echaban de menos en el Barsa, pero que lo que estamos haciendo está consiguiendo records en el club de audiencia y de compras.

Por lo visto Gavi y Pedri son los chicos de moda.

No me sorprende, pero eso solo es así porque no han tenido el placer de conocerles en persona. De verdad que si no las cosas serían totalmente de otra manera. Su personalidad, si bien tratamos de que se refleje en las comunicaciones que hacemos, no se puede percibir tal y como es.

El partido va a comenzar pronto, y aunque no tengo ninguna misión concreta en el día de hoy, estoy junto con el resto del equipo en la grada inmediatamente superior al campo. Los que no están aquí están junto con los comentaristas, pero creo que para estar ahí necesitas ser de un club de periodistas élite al que no pertenezco.

La mujer que tengo al lado no es de la selección, pero es periodista porque lleva acreditación, lo que no consigo leer es de que periódico.

—Me resultas familiar.—me dice iniciando conversación cuando los chicos comienzan a jugar. El partido de hoy sería beneficioso ganarlo, como todos. Pero sino, tampoco sería muy grave. Alemania tiene un buen equipo, pero nosotros también.

Esta ajustado.

Y eso se traduce en nervios y más nervios.

—No se de que puede ser.—le respondo con amabilidad, más allá de para alguna grabación del canal del Barsa, no se me ha visto nunca la cara. Lo único que podría resultarle familiar es mi nombre, pero en ningún momento me he presentado.

—¿No eras tú la novia de Gavi?—dice haciendo la conexión. Vaya, en el momento exacto que sus neuronas han conectado, se le ha iluminado la cara. Esto me indica que esta mujer es de prensa rosa, y que debo huir como sea de esta situación porque si no se va a dedicar los noventa minutos a acribillarme a preguntas.

Socorro, ¿Dónde están los chicos para salvarme de ser acribillada a preguntas cuando les necesito? Ah, sí, jugando.

—No, debe estar usted confundida.—trato de responder con paciencia y amabilidad, porque este tema siempre saca lo peor de mí. Aunque ahora que Gavi y yo estamos en términos dudosos, igual es mejor que no llame mucho la atención. Por lo que pueda pasar.

—Estoy segura de que eres t. Tienes un rubio bastante inconfundible.—añade señalando mi pelo. Por dios, esta mujer está loca.—Lo que no sabía es que eras periodista. O igual este también es el palco para familiares.

Voy a cometer un asesinato como no salga de aquí. Por suerte para mí, y para ella, pitan el medio tiempo. Aprovecho para bajar al campo con otros periodistas de la selección e integrarme en la masa para que la mujer me pierda de vista.

—¿Tú te llevas bien con la familia de Gavi?—me pregunta Adrián, que como siempre aparece de la nada para darme instrucciones. Es un jefe curioso, pero me encanta trabajar con él. Al menos no parece que lo sabe todo sobre mi, como Luis Enrique.

By chance | GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora