9. Pensaba que los futbolistas no bebian

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Capítulo 9

Pensaba que los futbolistas no bebían

ARA

—Ni de coña.—ya sé lo que va a decir antes de que lo diga.— A mí me graban—dice Inés aun con la boca abierta.—Nos estas ocultando las cosas, no pude ser que esto haya sido completamente accidental.

Justo. Es mi diversión.

—De verdad que no tengo ninguna necesidad de mentirte, si me estuviera tirando a Gavi te lo diría, pero te puedo asegurar que no es el caso.—le respondo también sorprendida.

Es verdad que al futbolista Pablo Gavira es a la última persona que esperaba encontrarme aquí, y desde luego, la otra cosa que tampoco esperaba es que me viera y decidiera saludarme de vuelta.

He de decir en mi defensa que solo le he dicho hola porque me he tomado uno de esos mini chupitos que lleva Lucía en el bolso y me he sentido un poco más valiente de lo normal. Sino no hago el ridículo así, no solo es Gavi, sino que encima es mi jefe. O bueno, no mi jefe, pero que trabajo para él.

¿No?

No sé, el caso es que más vale que esto se quede entre nosotros. No sé cuál es la política de fiestas en el FC Barcelona y no quiero averiguarlo por las malas.

Imagínate, despedida en mi primera semana por salir de fiesta con los jugadores del club. No gracias.

—Yo te creo.—responde Lucía con un asentimiento y un guiño. Prueba de que ella tampoco lo hace.—Vamos a entrar ya, por favor.

Las suplicas de mi amiga y que la cola avanza a bastante buen ritmo, hacen que no tardemos en ser parte de la muchedumbre que se adentra en el lugar.

La discoteca que está hasta arriba de gente, las luces de colores iluminan la penumbra de la fiesta. En los altavoces resuena música a todo volumen, haciendo que me vibre el pecho con los bajos.

Están poniendo una canción de Quevedo e Inés no tarda en empezar a gritar la letra a pleno pulmón. Es su cantante favorito, de hecho, Lucía y yo hemos pensado en comprarle entradas para el concierto cuando venga a Barcelona.

Tras un rato bailando canciones famosas, con el cuerpo ya sediento, nos acercamos a la barra y pedimos una mezcla distinta cada una.

Mañana no tengo que ir a la oficina porque este fin de semana los jugadores tienen compromisos con la selección española de cara al mundial, y eso está fuera de mis competencias.

Me encantaría poder estar en las cosas de esa competición, al final es el evento futbolístico del año, pero no sé cómo de realista es eso, así que por el momento puedo disfrutar de la fiesta de esta noche y dejarme de preocupaciones.

De todas formas, aunque lo hayan dicho de broma, en realidad debería celebrar el día de hoy, ha sido muy importante para mi carrera. O bueno, el comienzo de ella.

—Deja de pensar tanto y disfruta.—me grita Lucía a través de la música. Me agarra de los brazos y empezamos a bailar ridículamente juntas. Es verdad que nos conocemos de dos semanas, pero creo que las tres hemos conectado muy bien y puedo sentir que vamos a ser muy buenas amigas.

Es un presentimiento de esos que espero que se hagan realidad.

—Hay que echare un ojo a Inés.—la digo, cuando veo que la morena se está pidiendo otra bebida y está ligando con un chico en la barra. Es un caso perdido, por lo que puedo observar.

—No te preocupes demasiado, es mayorcita y sabe cuidar muy bien de sí misma. De verdad, deja de agobiarte y vamos a pasarlo bien.— la catalana le manda un selfie a su novio y sigue bailando. Yo la imito hasta que noto un toquecito en mi hombro.

¿Y ahora quién es?

—Ara ¿verdad?—me dice un chico moreno que no termino de identificar. Su cara me suena pero no sabría decir de donde.—Soy amigo de Gavi.—le miro sorprendida.

Ah bueno, esto es interesante.

—Otra vez los chicos del kebab.—Lucía hace que me gire y vea a dos de los tres chicos de antes, los que nos hemos encontrado antes de cenar y en la cola de la fiesta. Aunque ellos han pasado por la cola VIP. Ahora tiene sentido, si son amigos del futbolista.

—Los mismos, Alex y Javi.—dice uno de ellos, asumo que Javi. Me doy cuenta entonces de que tienen un fuerte acento sevillano. Claro, eso tiene sentido, pues estoy bastante segura de que Gavi era sevillano, aunque es verdad que las veces que hemos hablado apenas lo he notado. Tiene menos acento que yo.

—Lucia y Ara.—nos presenta.

—Ah, sí. Tu eres la famosa rubia.—me dice el otro, a lo que le respondo con una alzada de cejas. ¿Cómo que la famosa rubia?—Te hemos visto en la prensa, pero Gavi ya nos ha aclarado que solo fue coincidencia. —algo que ha hecho bien. Mira que majo.—Lo que también es coincidencia es que estéis aquí a la vez que Gavi.

Retiro lo dicho.

—Otros igual.—bufo molesta.—¡Que no me estoy tirando a Gavi! De verdad que todo ha sido casualidad.

—Dejadla, es que nosotras también le molestamos con eso.—dice Lucia quitándole importancia.—Por cierto, deberíamos buscar a Inés —interrumpe la conversación preocupada.—La he perdido de vista hace un rato.—me dice, es hora de que acabemos la charla y busquemos a la otra parte de nuestro trio de amistad.

—No hace falta, nosotros sabemos dónde esta.—contesta Javi. ¿Qué?

—¿Cómo?—pregunto creyendo haber oído mal.

—Venid.—les seguimos entre la multitud de personas, Lucía y yo intercambiando miradas de curiosidad y picardía. Inés es una chica peculiar, sin duda.

Nos llevan al área de reservados y nos invitan a subir.

Nunca he estado en una zona VIP, así que observo todo con atención. Los chicos nos llevan a un sitio todavía más privado, donde la música también se escucha a menor volumen y puedo ordenarlo mis pensamientos. Aunque antes de que pueda llegar a ninguna conclusión veo a Inés hablando animadamente con Pedri y el otro chico del kebab.

Anda, mira donde estaba.

—Creo que tu amiga se ha llevado bien con los míos.—dice Gavi a mi lado, haciéndome que me sobresalte. ¿En qué momento ha aparecido detrás mía?

—Deberías dejar de seguirme.—le respondo la broma. Los dos nos miramos un breve segundo, casi disimuladamente, pero como si los dos nos hubiéramos pillado mirando el uno al otro.

—Lo mismo puedo decirte yo, no sé cómo te las apañas siempre para acabar en mi camino. Voy a empezar a creer que la prensa tiene razón.—si claro.

—Como periodista en proceso, te puedo asegurar que la prensa no suele ser de fiar.—respondo con el mismo tono de broma que el está usando conmigo.—No sabía que los futbolistas bebían— le digo señalando el vaso que tiene en la mano.

—No puedo beber, este fin de semana tenemos compromisos con la selección. —cierto.—Cosas de futbolistas, no podrías entenderlo.—me responde dándole un trago a su vaso naranja, Fanta me imagino.

—Me subestimas Gavira.

—Ya veremos si tienes lo que hay que tener para estar en el Barsa.—responde encogiéndose de hombros.

¿Perdona? Claro que lo tengo.

—Mantén tus ojos abiertos, que cuando menos te lo esperes me tienes también en la selección.—replico. Esto empieza a ser un reto personal.

—Ya veremos rubia, ya veremos.—me replica con un guiño.

—Siento interrumpir vuestra charla, pero creo que tenemos algo que comentar.—dice Alex. Es ahí cuando me fijo en que Inés está besándose descaradamente con el otro amigo de Gavi.

Lucia se ríe a mi lado. Desde luego que esta noche está siendo mucho más interesante de lo que parecía.

By chance | GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora