By chance | Gavi

24. Llamadas

Capítulo 24

Llamadas

GAVI

—Estas a tope—me dice Pedri cuando le hago un pase que acaba en gol. —No sé qué has comido esta semana, pero estas inmejorable. No se te escapa una.

Tiene razón. Esta última semana he estado concentrado. En el fútbol al menos. Porque lo último que quería era pensar en cualquier otra cosa, así que me he enfocado en lo que siempre me ha dado paz.

Y no en una rubia periodista.

—Gracias—le digo escapando de su mirada inquisidora. Porque cualquiera diría que esos ojos marrones pueden leer hasta tus pensamientos más ocultos.

Pedri es de mis mejores amigos, y me conoce como la palma de su mano. Así que sabe que algo está pasando y es cuestión de tiempo que me pregunte. Pero cuanto más tarde en hacerlo mejor, porque algo me dice que la reacción al saber que me he besado con Ara no va a ser la de máxima ilusión.

Una corazonada.

Sigo centrado en el entrenamiento, los pases y el mini partido que hacemos al final para practicar estrategias y posiciones. Lewandoski me felicita con una palmada en la espalda mientras caminamos al vestuario.

Centrado en el fútbol, que es la única prioridad.

Nos duchamos y recogemos las cosas. El mismo proceso de todos los días, hace tiempo que se convirtió ya en la rutina. Pedri me está esperando en la puerta, y hoy no hemos venido juntos como otras veces, por lo que está aquí para hablar conmigo.

Curioso.

—Necesito que me cuentes que te está pasando.—sabía yo que iba a ser cuestión de tiempo.

—No me pasa nada, simplemente queda una semana para el mundial y quiero enfocarme al máximo en eso. Y en el resto de partidos de la temporada.—me excuso. Lo de mentir no es mi punto fuerte, pero pongo todo lo que está de mi mano para que no se note.

—A mí no me engañas. Sé que algo te pasa desde el día que hicimos la mini fiesta en tu casa. —me acusa levantando las cejas. Que chico más listo de verdad, si es que no se le escapa una.

Ha dado en el clavo.

—No me pasa nada, de verdad que simplemente estoy enfocado.—la mentira escapa de mis labios de nuevo, casi como si la hubiera practicado.

—Ósea, ¿no te ha pasado nada con Ara?—pregunta. No sé qué es lo que le ha contado la rubia, pero yo no voy a ser quién confiese que nos besamos. Menos a Pedri, que ha demostrado más interés del que debería en la madrileña.

—No ¿por?—pregunto haciéndome el sorprendido. La de hacerse el tonto siempre funciona.

—No sabía si te lo había contado.—¿de qué estamos hablando ahora? Por lo que sea creo que ya no se trata de nuestro encuentro nada romántico.

—No tengo contacto con ella, así que no sé de lo que me hablas.—le respondo comentando a impacientarme. Me está matando la incertidumbre.

—Le han invitado al mundial.—dice despacio.— Es decir, se viene con nosotros a Qatar.

¿Cómo? ¿En qué momento se viene Ara con nosotros al mundial?

Joder.

Esto es lo último que me esperaba. Y lo último que necesitaba. Llevo toda la semana intentando alejarme lo máximo posible de cierta periodista como para que venga con nosotros a Qatar. Si es que va a ser literal que me sigue hasta la otra puta punta del mundo. No puede vivir sin mí desde luego.