By chance | Gavi

36. La final

Capítulo 36

La final

GAVI

Esto ha sido una mala idea. Como todas las ideas de Ansu.

Invitar a la casa de Pedri a todo el grupo a ver la final del mundial, está ha sido la tontería de la semana. Si ya lo digo, cualquier ocurrencia del jugador acaba siendo nefasta. A ver como acaba esta.

Estamos divididos en dos grupos, los que van con Francia y los que apoyamos a Argentina. Aunque en realidad salvo Mario, Inés y Lucía el resto vamos con Messi.

¿Quién no quiere que gané el argentino el mundial? Por dios, todo el Barsa va con él. Los que no tienen ni idea, vaya.

—La mejor idea del año.—dice Ansu brindando una cerveza. Solo lo ha dicho porque se le ha ocurrido a él.

Es verdad que no deberíamos beber, pero como estamos aún en parón por mundial no pasa nada. Ósea permiso no tenemos, pero tampoco es que se vayan a enterar. Y, de todas formas, somos lo suficientemente mayores como para decidir. ¿No?

—Ansu eres el mejor.—añade Ara colgándose de su cuello. Me he dado cuenta que durante el mundial también ha crecido su amistad. La rubia ha sido la encargada de mantenerle al día mientras nosotros estábamos entrenando.

Parece que la rubia ya es parte del grupo de los jóvenes del Barsa.

—¿Podéis estaros quietos?—grita Alex cuando ve como Mario e Inés se comen la boca.

Siguen sin ser oficiales, pero en este punto llevan tanto tiempo hablando que a nadie le sorprende. Eso no quita que de repelus verles besarse. Que guarden las distancias, por favor y gracias.

Aunque confieso que me gustaría poder estar en ese mismo punto con Ara. Parece que ella piensa lo mismo, porque la pillo mirándome. Vaya, vaya. Conexión mental, si es que tenemos otro nivel de química.

—A Lucía no le decís nada.—ataca su amiga.

—¿Pero que dices?—pregunta esta, que viene de la cocina cargando una pizza recién sacada del horno. La chica lo ha dejado con el novio mientras estábamos en el Mundial. No sé muy bien cuál es la situación actual, pero es verdad que ha habido alguna insinuación de más.

Algún salseo de más que desconozco.

Supongo que le tendré que preguntarle a la periodista cuando la vea en privado. Si es que la veo, porque desde que estamos en Barcelona no hemos quedado ni una vez. Ni lo hemos planteado. Es como si todo lo que hemos vivido estas últimas semanas no hubiera pasado.

Es verdad que ahora somos amigos, pero nada de los besos. Me está dando "mono". Echo de menos tenerla cerca de mí. Creo que me ha tenido que pegar una enfermedad o algo, no entiendo la adicción que he desarrollado a ella en tan poco tiempo.

—¿Ponemos el partido o que?—van todos con las caras pintadas según el equipo que apoyan. Yo llevo la camiseta de Messi de cuando estaba en el Barsa.

Si ganan me pienso comprar la de Argentina. Tengo dinero de adulto, así que puedo hacer con él lo que quiera.

—Dale.—Pedri enciende la tele y todos nos colocamos en el sofá. Ya nada supera los nervios del mundial, así que me siento tranquilo a mirar la pantalla.

Ara queda a mi lado, los dos en el medio, aplastados por nuestros amigos. Por suerte, Javi apaga la luz, así podemos tener un poco de privacidad.

La rubia piensa lo mismo que yo, y mientras el balón comienza a rodar en la pantalla gigante de la casa de mi amigo, siento como su mano se coloca en mi nuca, acariciándome.