Capítulo 18

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Portgas subió por el ascensor que unía el estacionamiento subterráneo de la empresa con las oficinas. Una sonrisa continuaba dibujada en su rostro debido a que seguía hablando por WhatsApp con su amiga. Su hermano lo acompañaba en silencio sin necesidad de decirle nada ya que no quería estropear esa felicidad que había impregnado a hermano y se notaba a kilómetros desde que recibió aquel audio. Llegaron a la tercera planta, donde en ese instante varias modelos se encontraban en la zona de vestuario, peluquería y maquillaje a manos del equipo de Ivankov y Perona.

Vivi, Shirahoshi y Boa ya habían acabado la primera sesión del día, así que estaban descansando en una zona especializada para ello con Shirohige, Nami y Thatch con ellas. Ace saludó amablemente a lo lejos hasta que los tuvo de frente.

La pelinaranja y la peliazul se miraron entre sí extrañadas por la enorme sonrisa que decoraba la carita de Ace. Esa sonrisa no podía ser consecuencia de la supuesta urgencia que había sufrido la noche anterior, no tenía sentido.

— ¿Todo bien? —preguntó la segunda levantándose y dando a ambos hermanos un abrazo que fue correspondido al momento.

Vivi había sido novia de Ace cuando ambos eran unos críos jugando a ser adultos, pero se conocían prácticamente desde hacía años y siempre había sido tratada como una hermana más entre la familia Monkey. La conocieron porque Garp tuvo que proteger a su familia por un aviso de atentado hacia su padre a causa de su posición política y cuando se mudaron al mismo barrio, el resto fue surgiendo solo. 

— Todo genial, ¿por? — respondió alegre Portgas, después miró también a las otras dos modelos— ¿Cómo han ido las sesiones hasta ahora?

— ¿Quién eres tú y que has hecho con el Ace que se moría si no estaba presente en una? —preguntó Thatch con fingido terror y a la vez simbolizando con sus propias manos una cruz. Ese gesto provocó que la mayoría riese.

— ¿Estaba Nami?

— Sí. —afirmó Newgate dudoso.

— Entonces todo habrá ido bien. —continuó irradiando felicidad a la vez que se encogía de hombros.

— Tío, es que casi que noto que su piel brilla, le sale felicidad por los poros...—musitó Thatch sin dejar su posición.

La pelinaranja miró a Sabo elevando ambas cejas. El rubio asintió al comprenderla.

— E incluso halaga a mi novia...—susurró Vivi flipando y colocándose en la misma postura del pelinaranja y alejándose del pecoso.

— ¿Qué le pasa? —cuestionó curiosa Shirahoshi.

Boa había decidido no pronunciar palabra mientras lo analizaba con cautela. Si era por  lo que creía, probablemente tendría una conversación con su amiga.

— De Luca es lo que le ha pasado. — adivinó Nami y Portgas enrojeció, dándole automáticamente la razón.— ¡Lo sabía!

— Colega, no te pilles, eh. —le avisó el pelinaranja más tranquilo.

— Fíjate lo feliz que viene que le ha dado igual ver a todos esos periodistas en la puerta. —musitó Shirohige aún asombrado.

— ¿Había periodistas en la puerta? —murmuró confuso una vez regresó al mundo real y se asomó al enorme ventanal.

En efecto, había una cantidad enorme de periodistas probablemente esperando su llegada o salida. Definitivamente fue buena idea que su hermano decidiese usar el parking en lugar de dejarle en la entrada.

— De Luca debe tenerle loco para que esté tan tranquilo. —rio Vivi de brazos cruzados situándose a su lado para cotillear también a la prensa acosadora que los esperaba.

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