— Bueno, cariño, cuídate mucho. —se despidió Dadán abrazándola con ternura. —¿Seguro que no quieres llevarte comida? Ha sobrado un montón.
Makino apareció en la entrada donde Dadan, Sabo y Garp despedían a la chica y a su perrito.
— No, ya no. —rio y Garp suspiró cansado.
— Algún día le explotará el estómago a ese mocoso. —musitó abrumada la pelinaranja, haciendo reír a todos.
— Ha sido una noche estupenda, de verdad. —les dedicó una dulce sonrisa que todos le devolvieron automáticamente— La próxima que sea en mi casa.
— ¡Sí! Y así nos enseñas la próxima ecografía del bebé. — pidió Makino emocionada
— ¿Cuándo es la próxima? — preguntó curioso Ace, pues eso no lo habían hablado delante de él.
— La semana que viene, el martes. Así que podéis venir cuando queráis a cenar. Eso sí, yo no sé cocinar tan bien como vosotras. — avisó bromista, pero en realidad era cierto. Makino y Dadan cocinaban genial, probablemente por todo lo que tuvieron que cocinar a esos tres jóvenes comilones.
— ¿Por eso siempre pedimos a domicilio cuando estamos en tu casa? —fingió asombro el pecoso provocando risas de nuevo.
— No, eso es porque nada de lo que hay en mi casa puede saciar tu apetito.
— Pues prepárate si piensas invitar a Luffy, —le dio el aviso Sabo, a lo que todos asintieron cansados.
— Si es para Luffy, pido hasta un catering si hace falta.
— ¡Luffy, vente con Winter ya, De Luca se tiene que ir! —lo llamó Garp.
El pelinegro había estado comiéndose las sobras a escondidas junto al mastín, el único animal que había convencido a Luffy de compartir su comida con él.
— ¡No! —apareció velozmente seguido del perro— ¡Es pronto!
— Es tardísimo y mañana tenemos que madrugar todos. Incluido tú.
— ¿Vendrás a la fiesta el viernes? —le preguntó Luffy antes de echarse sobre ella para abrazarla ignorando lo que Dadan le había dicho.
— ¡Ten cuidado! —exclamó Ace preocupado separándolos.
— ¡Claro! —ignoró también la joven al hermano mayor y tomó al joven de las manos—¡Estoy deseando verte de nuevo, Lu!
— Literalmente esta tarde me había escrito un mensaje diciendo que no le apetecía nada pisar esa fiesta. —reprochó el pecoso cruzándose de brazos ante todos.
— Porque no había conocido aún a tu hermano, Ace, entiéndela. —bromeó Makino sabiendo que aquello haría reír a la embarazada, pero no a él.
— Ya, ya... Nos vamos.
Después de otra ronda de abrazos y de despedirse del perro, Portgas, De Luca y Winter se encaminaron de nuevo hacia el vehículo.
— ¿Segura que no quieres que nos llevemos el pienso?
— No, no es necesario. Tengo de sobra en casa. —se encogió de hombros y escuchó a Winter lloriquear observándola con carita de pena y las orejas gachas— ¡No puede ser que entiendas también esto, Winter!
Ace rio al ver cómo ella le reclamaba a su perro.
— Bueno, así tenéis excusa para volver. Estoy seguro de que todos estarán encantados. Creo que te quieren más a ti que a mí y eso que solo te han visto una vez. —rio observando que el sonrojo se hacía paso en las mejillas de su amiga ante esas palabras.
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Inesperado
Fanfiction- Quiero formar parte de la vida de ese bebé. - Ya formas parte de ella, Ace.