Inesperado

Capítulo 28

¡AVISO!

Este capítulo, aunque de manera muy leve, contiene un spoiler importante de One Piece. Si no vas al día, no has superado el capítulo 574 del manga o el 483 del anime, no sigas leyendo.

                                                                                                ...

Las cuatro chicas finalmente habían ido a un restaurante a cenar para que Boa pudiese explayarse mejor. Les contó que pensaba probar la convivencia con Marco, que por el momento no había problema entre ellos y que por primera vez se sentía totalmente cómoda compartiendo espacio con un hombre que no fuese Luffy. No es que no confiase en sus compañeros de trabajo: Sabo siempre la ayudaba mucho cuando coincidían en sesiones, Ace y Thatch miraban siempre por su bienestar, los amigos de Luffy también eran geniales, incluso el viejo jefe Shirohige era un superior estupendo con ella, pero Marco tenía algo que la hacía sentir segura a su lado. Y esa sensación de seguridad Boa no la sentía con ningún otro hombre. Se excusaba diciendo que era por ser médico.

— Amiga, date tiempo. El amor llamará a tu puerta. —fantaseó Bonney masticando.

— Espero que sí, porque has preferido compartir casa con un hombre que conmigo. —se quejó De Luca y de repente reprochó a todas a la vez — ¡Ninguna os queréis quedar conmigo!

— Cielo, tu habitación de invitados pronto será la habitación de tu hijo o tu hija. ¿Eres consciente de ello? —le explicó con paciencia y cautela Koala.

Boa y Bonney asintieron ante la mirada avergonzada de _____.

— No... No lo había pensado.

— Nosotras siempre estaremos un paso por delante. —se halagó Boa orgullosa.

— Y siempre estaremos para vosotros. —afirmó Bonney contenta señalando la barriga de su amiga.

Hablaron de los sucesos de Bonney, quien compartió con Hancock también quienes serían a partir del fin de semana sus nuevos compañeros de piso. Koala también habló de lo contenta que estaba con su trabajo y con sus compañeras de piso. Todas se dieron prisa en liquidar sus propios temas para centrarse en la cena que De Luca tuvo la noche anterior. La embarazada les contó con detalle todo, incluyendo que Ace gastó mucho dinero en Winter, que adoró a la familia de Ace, que entendía por qué Boa era así con Luffy y no se olvidó de contarles la extraña conversación con el pecoso.

— ¿Os podéis creer? ¡Desconfiaba de mí! ¿Cómo voy a querer a uno de sus hermanos como padre?

El trío que la escuchaba atentamente en aquella mesa redonda compartió miradas.

— Nena, —habló Hancock la primera— no digas estupideces.

— Ace estaba celoso de Sabo.

La declaración de Koala dio un vuelco a la embarazada, porque durante el rato antes de dormir se convenció a sí misma de que no podían ser celos y ella lo había malinterpretado todo.

— No. El estúpido vino que yo ya no puedo beber se os ha subido a la puta cabeza. —replicó totalmente enfadada para después beber su saludable y para nada atractiva agua.

— ¿Cómo que no, tía? —rio la pelirrosa— Solo le ha faltado escribirte un poema sobre el dolor que eso le provocaría. ¡Oh, De Luca, De Luca! ¡Si quisieras a Sabo...!

La embarazada le miró enfadada cruzándose de brazos, pero sus dos amigas se rieron.

— Joder, solo se me ocurre peluca como rima. — se quejó antes de seguir comiendo, ignorando la mirada de _____.