Capítulo 29

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— ¿Todo bien? —le preguntó al verla acercarse a él mucho más seria que cuando fue a cambiarse por tercera vez aquella noche.

Le devolvió las llaves del coche y ella respondió mientras volvía a guardarlas en su bolso.

Ace se sintió observado y giró su cabeza hacia los lados hasta que se topó con la mirada de King a lo lejos. Se recordó a sí mismo que debía hablar con Kaido antes de entrar a la discoteca. Supuso que Alber lo miraba por eso.

— Sí, sólo estoy un poco abrumada por toda la gente que hay. —respondió incómoda observando también su alrededor, pero ella decidió no dirigir su mirada hacia donde sabía que estaba el rubio.

— Te acostumbrarás. — trató de animarla— En Navidad haremos otra, ya verás como estarás más cómoda en esa.

— Ace, no voy a venir a más fiestas de este tipo.

El pecoso le miró con fingida inocencia antes de responder.

— ¿Me abandonarías así?

— ¡No te hagas la víctima! —rio indignada al verle así.

— ¿Abandonarías a Luffy?

— Oh, ¿crees que Luffy se pondría triste? Cancelaría mis navidades en Italia si eso fuese así...— aparentó estar convencida solo para molestarle.

— ¡Luffy es tu favorito! —exclamó escandalizado—¡Una sola semana conociéndolo y Luffy es tu favorito!

— Y el de todos, bro. —apareció Zoro junto a Nami y Vivi para molestarlo— Si no fuese así, tú no llevarías puesto ese abrigo y yo no llevaría el pelo así. —se señaló las puntas de su pelo, el único lugar donde el color plateado había conseguido mantenerse.

_____ rompió a reír llamando la atención de Roronoa. Ya se habían saludado antes, por lo que la embarazada no esperó el siguiente comentario:

— Estás preciosa con ese vestido, _____. —la halagó chocando su copa de vino con su copa de refresco.

— Tú también, querido. —le respondió divertida al notar que algo se traía entre manos, pues parecía mucho más seguro que cuando se lo presentaron un rato antes— Me alegra que te hayan encontrado a tiempo para la fiesta.

El peliverde se sonrojó al comprender su broma, pero no tuvo más remedio que reírse.

— Si, hemos tenido que mirar hasta en el garaje. —suspiró Nami recordando el mal rato que habían pasado.

Vivi no había hablado, porque se dedicaba a observar con una sonrisa traviesa cómo su exnovio observaba con cierta confusión y desaprobación a Roronoa. Lo agarró de su brazo y lo hizo alejarse levemente del grupito. Marco se acercó a ellos para preguntar qué le ocurría a Ace, pero al oír a Vivi decidió simplemente escuchar.

— Ace, no puedes ser tan celoso. —le murmuró intentando no reírse.

— ¡No estoy celoso! —exclamó en un susurro— Pero ¿por qué tiene que venir a intentar ligar con la única mujer embarazada de la sala?

— Yo también le he dicho que está preciosa en cuanto he llegado, Ace.  Y no quiere decir que intente ligar con ella.

Ace rodó sus ojos sin disimular la molestia que le producía que su amiga defendiese al despistado de Zoro.

Por un instante, se percató de que la mirada que antes notaba sobre él había desaparecido y echó un vistazo rápido a Kaido y al resto. Vio a King con sus ojos puestos en De Luca, cosa que, aunque no le hacía especial gracia, intentó ignorar.

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora