¡𝗵𝗼𝗹𝗮, 𝗺𝗮𝗺𝗮́. 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝘂𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗽𝗮𝗽𝗮́!

capitulo cinco

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— PRIMER PINCHE DÍA COMO NIÑO QUE SALGO CONTIGO y primer día que casi me pierdo.— dice desde el asiento trasero, terminándose de poner la camiseta.

Se había puesto unos shorts y camiseta que Memo le había comprado, pero una vez más, no tenía calzoncillos puestos. Memo decía que primero tenía que lavarlos antes de ponerlo y no sabe que otra cosa más.

Hirving dejó de prestarle atencion en cuanto dijo que no se pusiera los calzones, ya que se enojo por lo incómodo que se sentia sin estar usando un boxer.

— Ya te pedí perdon, we- Hirving.

El nombrado gira a verlo.

— Ya estabas a punto de abandonarme, estoy seguro.

— ¡Que no!

— Pensé que esa señora me iba a raptar.

— Ya, perdón. ¿Que quieres para desayunar?.— como si fuera una palabra mágica, Hirving se anima y deja de fruncir el ceño.

— Unos tacos de birria, wey.— dice mientras se pone el cinturón de seguridad en el asiento del medio

— ¿Seguro?

— Yo conozco un lugar donde están bien buenos, después hay que ver una película del Netflix.

Memo suspira.— Hirving, yo voy a tener que ir al entrenamiento.

Memo mira al niño por el espejo retrovisor, la sonrisa que tenía había desaparecido.

— ¿Me voy a quedar solo?.— pregunta, y Memo recuerda como hace tan solo una hora Hirving le había confesado que tenía miedo por la situación en la que se encontraba y obviamente no quería estar solo.

— Le diré a Diego que se esté ahí contigo en la casa para que te cuide, ¿Qué opinas?.— No es como si ambos quisieran mantener en secreto toda la situación de Hirving como un niño, pero si se lo decían a sus compañeros los tomarían por loco.

Si el Tata o cualquier otra persona de los otros mandos se enteraba, podrían quitarle la oportunidad a Hirving de ir al Mundial.

— Ese pinche escuincle miado que va a andar sabiendo de cuidar a alguien, pa' mi que ni se ha de limpiar bien la caca todavía... Bien, pero le dices que no ande de chismoso.

— Está bien. ¿De que lugar decías que querías tus tacos?

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— No entiendo porque te bañaste si vas a sudar.— dice Hirving con la boca llena mientras masticaba sus tacos.

Los habían tenido que pedir para llevar para que a Memo le diera tiempo de prepararse.

— No hables con la boca llena.

— ¿Diego si va a venir?.— pregunta con curiosidad.

— Espero que si, le mandé un mensaje pero me respondió "culo"

— Dile que se traiga unas papitas, ah no, que pendejo, aquí tengo mi teléfono, ya le digo yo.— enciende el celular y rápidamente comienza a a escribir.