capitulo veinticuatro

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HIRVING MIRABA CON ATENCIÓN SU CELULAR, había tenido que cancelar su cita con Cristiano porque no podía verlo así.

- ¿Por qué tan triste? - pregunta Diego, saliendo del baño.

- Yo si quería una cita.- murmura y hace un puchero triste.- Una cita en Qatar, que bonito.

- Ah, es por eso.

- ¿Pues por qué más?

- ¿Por qué no les está yendo bien en el Mundial? Hay peores cosas que no tener cita.

- Si, peores cosas como yo siendo un niño, ¿No? - Hirving hace una mueca.- Yo creo que ya no voy a poder jugar.

- Ya hasta me estás dando pena.

Hirving frunce el ceño.- Ya me voy a dormir, ya no chingues.- se tapa con las cobijas, cubriendo su rostro con ellas.

Hirving se durmió casi meandose de los nervios, incluso si había la posibilidad de que no jugará, estaba nervioso por su equipo, estaban valiendo pa pura verga y todos lo sabían.





Abre los ojos con pesar, sintiendo como Diego lo abrazaba por detrás.

Aún era temprano, porque apenas se podían ver los primeros rayos del sol entrando por la ventana.

Bosteza y se sienta, cuando se talla los ojos, mira sus manos.

¿Será?

Se mira así mismo y se suelta del agarre de Diego, camina hasta el baño y se mira en el espejo.

Otra vez era un adulto.

¿Pero porque no estaba del todo feliz? Tal vez sería como la vez pasada en la que fue momentáneo su cambio.

No quería ilusionarse y en el fondo, presentía que no duraría como adulto mucho tiempo.

En silencio, se cambia de ropa, tomando la misma que ya le había robado a Diego y sale de la habitación.

- ¿Hirving?

El nombrado se sobresalta.- Carajo, me asustaste.

- Hey, ya eres adulto otra vez.- menciona, dándose cuenta.- Ya podrás jugar, ¿No?

- No se, depende del ánimo del Tata.

- ¿A dónde ibas?

- A entrenar, para volver a practicar pero ya completo. Aprovechando, acompáñame.

- ¿Qué? No, yo iba a desayunar.

- ¿A esta hora? ¿Quién desayuna a las seis de la mañana?

- Muchas personas, para tu información.- se cruza de brazos.- Pero si, si voy.

- Como te haces del rogar.- murmura.





























Memo se remueve en su cama cuando escucha su celular sonar.

¡𝗵𝗼𝗹𝗮, 𝗺𝗮𝗺𝗮́. 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝘂𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗽𝗮𝗽𝗮́!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora