capitulo quince

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Memo, hipotéticamente hablando, ¿Que pasaría si... de casualidad, no encuentro a Hirving?

¿Que?

Memo, no encuentro a Hirving.

¿¡Cómo que no lo encuentras!? ¡Si el estaba contigo!

El muy cabron se fue de la habitación.

¿Y que hiciste?

..... Me quedé dormido.

¿Hace cuánto que se fue de la habitación?

Hace como... tres horas.

¡No mames, Diego!

- Memo cuelga la llamada, saliendo rápidamente de su habitación -



- tres horas antes -

¡AHHHHHHHHHH, ERES MESSI! ANTE TAL GRITO Hirving se sonroja levemente y carraspea.— Digo, eres Messi.

— Hola, déjame ayudarte.— Lionel extiende la mano e Hirving lo agarra, usándolo de impulso para levantarse del suelo.— ¿Vos estás bien?

Hirving asiente.— Yo, eh si, si estoy bien.— discretamente se seca el sudor de las manos en su ropa.

Que vergüenza, estaba usando un pens de bob esponja y una camiseta de Spiderman.

— Messi, soy un gran fan.— admite Hirving.— Te pediría que si nos tomamos una foto pero no traigo mi teléfono y tampoco mis posters.— dice, mientras mira a su alrededor.

Lionel le da una pequeña sonrisa.

— ¿Vos andas solo? — pregunta, preocupado por encontrarse a el niño solo en el pasillo.

— ¿Eh? — Hirving mira detrás de él, el camino por dónde había ido.— Ah, si. Es que... estaba buscando a mi... papá.

Lionel no se sentía cómodo dejando al pobre niño solo, y al ser un pequeño admirador, sentía la necesidad de ser bueno con el niño.

Hirving finalmente nota otra ventaja de ser un niño, porque si fuera adulto, Messi lo mandaría a la chingada en menos de un segundo con lo que estaba apunto de hacer.

— Si no es mucha molestia, ¿Te quedarías conmigo? — dice, mirándolo a los ojos y haciendo un pequeño puchero.

— ¿Sabes el número de cuarto en el que se quedan tu y tu papá? — Hirving niega con la cabeza.

Lionel duda levemente, pero piensa que así podría hablar con algún trabajador del hotel para dar con el padre del niño.— Claro, ¿Tenes hambre?

La verdad es de que no, pero Hirving asiente co la cabeza.— Si.

— ¿Queres ir al restaurante del hotel? — pregunta, intentado no asustar al niño. Pero con ese tono parecía que lo iba a secuestrar.

¡𝗵𝗼𝗹𝗮, 𝗺𝗮𝗺𝗮́. 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝘂𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼 𝗽𝗮𝗽𝗮́!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora