Narra Liam
Abro mis ojos, ya que la luz entraba por la ventana. Rápidamente veo la camilla y está vacía. Me levanto y voy hacia el baño doy unos toques pero no recibo respuesta. Rápidamente abro la puerta y veo que está totalmente vacío. Salgo de la habitación y comienzo a mirar alrededor pero no la veo. Mi celular comienza a timbrar y era de un número desconocido. Lo contesto.
-Hola, le habla el papá de Natalie-dijo y sentí alivio.
-Buenos días, me acabo de despertar y no veo a su hija aquí-dije preocupado.
-Mi hija está conmigo, quiero agradecerle por lo que hizo por mi hija. Estoy en deuda con usted Sr. Rusell. Me gustaría invitarlo a tomar un café un día de estos-dijo el papá y respiro aliviado.
-Pero el doctor no dio el visto bueno-dije.
-Lo sé, bueno. No le quito más de su tiempo y nuevamente gracias-dijo el hombre y cuelga su celular.
-Así que te llamas Natalie, carajo, ya debo de volver. Es muy tarde-dije cuando vi la hora y salgo del hospital y me dirijo hacia uno de mis apartamentos a bañarme y a cambiarme. Llego a le empresa.
-Buenos días Sr. Rusell. Tengo varios candidatos para la plaza de asistente. Aquí les dejo varios resumen y usted elije cual le parece y cuál no-dijo la secretaria.
-Vale, ponlos sobre mi escritorio los reviso ahora. ¿Llegaron todos ya?-dije y ella asiente.
-Si Sr. Rusell-dijo la secretaria. Entro a mi oficina y la puerta se abre.
-Buenos días mi amor-dijo Fernanda quien camina moviendo sus caderas de forma sensual hacia a mi ella se recuesta de mi escritorio y me regala una sonrisa.
-Buenos días-dije acercándome a ella y llevando mi mano a su cintura. Ella acaricia mi mejilla y besa mis labios.
-Te extrañé anoche, y yo que te esperaba con una linda lencería blanca. Como a ti te gusta-susurró sobre mis labios y sonrío.
-¿Y que traes hoy?-pregunté y ella agarra mi mano y la lleva a su muslo y comienzo a subir mi mano hasta que siento la lencería que comienza en su muslo.
-Solo te falta adivinar el color, pero primero tendrías que averiguarlo-susurró y me besa. El beso es un beso de deseo, lleno de pasión. Rápidamente coloco a Fernanda sobre el escritorio y me posiciono entre medio de sus piernas y levanto la falta de su vestido.
-Por favor, quiero que me folles-dijo Fernanda solo eso basto para que moviera las bragas de color negras hacia un lado y desabotonara mi pantalón sacara mi miembro y comience a follarla sobre mi escritorio. Fernanda comienza a gemir y llevo mi mano a su boca intentando cubrir sus gemidos. Con mi otra mano agarro su cuello. Saco mi mano de su boca y ella muerde su labio.
-Oh por... sigue así joder-gimió Fernanda.
-Eres tan jodidamente adictiva-gruñí y Fernanda me mira.
-Voy a correrme-susurró y es cuando acelero más mis movimientos. Ella comienza a temblar y llevo mi mano libre a su boca para ocultar su gemido. Luego la sigo yo. Escucho que tocan la puerta. Rápidamente Fernanda se acomoda la ropa al igual que yo y organizo un poco el escritorio.
-Adelante-dije y veo a mi secretaria.
-Sr. Rusell, aquí están los resume-dijo y rápidamente los tomo.
-Bueno mi amor, yo iré a trabajar. Te amo, te veo luego-dijo Fernanda quien besa mis labios y se marcha. Me siento y comienzo a revisar los resume hasta que para mi grata sorpresa veo uno de Natalie. Una sonrisa se forma sobre mis labios.
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Aquella Noche
Romance-¿Se puede saber porque estás empacando tus cosas?-preguntó Steven observando a Natalie. -No tengo nada que hacer aquí, creo que quien mejor te lo puede explicar es Liam-dije terminando de cerrar la caja. -Natalie no te vayas, mira trabaja para mi...