Capitulo 28 (Propuesta)

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Narra Liam

Observo el computador como un tonto, y una sonrisa se forma sobre mis labios recordando lo que había sucedido aquella noche. Siento mi ereccion parpitar y la puerta se abre. Cuando la puerta se abre veo a Natalie, que había recién llegado. Mi mirada se detuvo en su escote y luego se detuvo en sus hermosas piernas.

-Buenos días-dijo y la miro.

-Buenos días-dije con voz ronca.

-Vine a traerte estos documentos, nececito que los firmes para entregárselos a los accionistas, están locos por ver la propuesta-dijo Natalie y le regalo una sonrisa pervertida.

-Ven aquí-dije y ella hace lo que le pido.

-¿Sucede algo?-preguntó.

-Ponte de rodillas-dije y ella me mira confundida, pero hace lo que le pido. Ahora veo su escote mucho mejor. Rápidamente llevé mi dedo pulgar a sus labios y comienzo a acariciarlos.

-Abre tu boca-susurré y ella levanta una ceja y abre su boca y meto el dedo y ella hace un sonido con su garganta que siento mi miembro palpitar rápidamente la levante del suelo y la siento sobre mi regazo. Ella ya entendió lo que estaba sucediendo.

-Liam nos pueden ver y escuchar-dijo Natalie.

-No-dije y llevo las manos a su gran trasero. Llevo mis manos a su escote y desabotono los botones de su camisa y me encuentro con la sorpresa de que no traía sostén. Comienzo a succionar sus pechos y luego beso sus labios.

-Levántate-dije y ella hace lo que le pido. Comienzo a desabotonar mi pantalón pero Natalie me detiene y se arrodilla frente a mi. Su mirada era pervertida. Pero derepente Natalie se separó y veo que lleva una mano a su vientre y luego una a su boca.

-No me sineto b...-ella se levantó corriendo y tomó el sesto de basura y comenzó a vomitar. Rápidamente acomode mi ropa y fui a ayudarla.

-Esto te ayudará-dije dándole un vaso con agua. Ella recuesta su cabeza del sofá y yo abotono su camisa.

-Creo que la comida de ayer me cayó mal-dijo y la miré.

-¿Segura?-pregunté y ella asiente. Luego ella mira hacia el escritorio y su rostro cambia por completo y me mira.

-Liam, hace dos semanas que se supone que me bajará el periodo-dijo Natalie y siento como si un barde de agua fría cayera sobre mi cuerpo.

-Natalie hace dos semanas tuvimos...-el color desapareció de mi rostro.

-Ay no-dijo Natalie llevando ambas manos a su cabeza.

-Nosotros no usamos protección-dije y me siento al lado de Natalie. Natalie se levanta rápidamente y sale de la oficina sin decir ni una sola palabra.

Esto no podía estar pasando...

-¿Se puede?-escuché la voz de Steven. Él entra y veo que tenía un gran ramo de rosas.

-Pensé que Natalie iba a estar aquí-dijo Steven y niego.

-¿Sucede algo?-preguntó dejando las rosas sobre el escritorio.

-Creo que Natalie está embarazada-dije y Steven me mira.

-Eres un...-dijo Steven empujándome y dándome un fuerte puñetazo en la cara.

-¡Tú sabes lo que yo siento por Natalie!-gritó.

-Que yo sepa Natalie no es de tu propiedad-dije limpiándome la sangre de mi labio.

-Quedamos en que después de lo que sucedió aquella noche, no iba a pasar más nada. Pero ya veo que no eres hombre cabron y te acostaste con Natalie-dijo Steven quien sale dando un fuerte portazo.

Narra Natalie

-Esto no puede estar pasando de nuevo-susurré desesperada. Golpeo con fuerza el cesto de basura tirándolo en algún lugar. Llevo ambas manos a mi cabeza y la puerta se abre de golpe y veo a Steven el rápidamente me besa a la fuerza. Lo empuje.

-¿Que mierdas te pasa?-pregunté y el me mira.

-Que tú eres solo mía no de ese cabron-dijo Steven.

-¿Estas enfermo?-pregunté y él me mira.

-Me traicionaste, te acostaste con mi hermano-dijo Steven y lo miro.

-Espera, no entiendo de qué mierda estás hablando. Después de el trío no quedamos en ningún acuerdo que yo recuerde y en segundo yo me acuesto con quien a mi me dé la gana Steven-dije y él me mira.

-Eres una puta-dijo Steven y le doy una cachetada.

-¡A mi me respetas!-grité y el me mira con coraje.

-Yo no soy ninguna puta, soy una mujer soltera. Y que te quede claro desde ahora que nunca me voy a fijar en un hombre como tú. Muy bien sabes lo que hiciste Steven, me ilusionaste y luego me dejaste. Y encima, estabas con mi mejor amigo. Aquí si venimos a hablar el menos que puedes hablar eres tú y te voy a pedir que salgas de mi puta oficina-dije y él sale dando un fuerte portazo.

-Esto es una puta pesadilla-dije y rápidamente tome mi bolso.

-Esto se acaba hoy-dije y rápidamente tome las llaves de mi camioneta.

*****

-Aquí tiene los resultados-dijo la enfermera entregándomelos. Rápidamente abro el sobre y comienzo a leer el papel.

-Mierda-susurré cuando salió positivo mis lagrimas no tardaron en salir y me siento a procesar lo que estaba leyendo.

Narra Liam

-Natalie contesta-dije pero ella no contestaba. Me siento frente a la ventana y veo la nieve caer. Ya estábamos en invierno. En una semana sería navidad y luego despedida de año. Me levanto y tomo a mi hija entre mis brazos y regreso a mi posición.

   Yo ya no quería tener más hijos, para mi con mi hija era más que suficiente. Un hijo es una responsabilidad que no todos pueden llevar, en mi caso, yo solo me quedo con mi hermosa hija. No me veo siendo papá de nuevo y pasando por esa etapa nuevamente. No estoy listo para limpiar mierda y cambiar pañales nuevamente. Yo solo quiero ser feliz, ser feliz junto a mi Natalie, pero sin un bebé. Posiblemente solo sea un retraso, y un susto. No estoy preparado, no me sale. No sale nada de mi.

-¿Quieres chocolate caliente?-pregunté mirando a mi hija. Ella asiente, tenía dos años acabados de cumplir me levanto con ella y voy hacia la cocina.

-¿Porque tú y Steven se pelearon?-preguntó mi padre y yo comienzo a calentar la leche en la estufa.

-Porque es un egoísta-dije y dejo a mi hija entre sus brazos.

-Si es por la Natalie esa, lo mejor es que se vaya de una vez y por todas. Solo está causando problemas-dijo mi padre molesto.

-Ella no tiene que ver nada en esto-dije y saco la leche de la estufa y la serví en el biberón y comencé a echarle chocolate.

-Lo que sea que pase, espero que lo resuelvan. Porque yo no estoy para tolerar estas pendejadas. Ustedes son hermanos-dijo mi padre y voy con el biberón hacia mi hija y mi padre lo toma y comienza a dárselo.

-Okey, okey, okey-dije.

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