Base de los geo Guadalajara (España)

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Noviembre de 2010

Un grupo de fuertes y jóvenes hombres y mujeres corría sin descanso por el campo de la base de madrugada.

Pisaban el suelo con seguridad mientras el resuello de sus respiraciones se acompasaba el esfuerzo del momento. Eran los mejores, un selecto grupo de geo. Los miembros de la Unidad de Elite de la Policía Nacional. Valerosos hombres y mujeres Alfa, seccionados en Comandos que, con su dedicación por el beneficio de los demás, estaban dispuestos a actuar en cualquier punto de España o allá donde se les necesitara.

Tras pasarse más de ocho horas entrenando hasta la extenuación y realizar un simulacro de asalto a un edificio, regresaban sucias y sudorosas pero, a la vez, felices y satisfechos a su Base de Guadalajara.

- Vayan a descansar, se lo merecen - dijo Vause, instructora del pelotón.

Todos agotados, se dirigieron hacia los vestuarios. Una buena ducha y un café les sentaría de maravilla. Ya descansarían luego.

Cuando Alex entró en su habitación y se encontró allí dormitando a Nicky Nichols, especialista en explosivos, aperturas y su mejor amiga. Juntas habían superado las difíciles y extenuantes pruebas para entrar en el cuerpo de la policía y lo habían conseguido.

No con muchas ganas despertó al oír ruido, se sentó en el camastro y mirando a su sucia colega preguntó:—¿Todo bien?

La Instructora se quitó la sudada y oscura camiseta, para tirarla al suelo y asintió, dio play al equipo de música y Aerosmith inundó la estancia. Necesitaba una ducha ya que miles de sus músculos se agarrotaran por el esfuerzo hecho.

Diez minutos después, ya más relajada, salió de la ducha con una toalla blanca alrededor de su cuerpo. Su amiga, la inspector Nichols, sonrió al verle. Aquella visión hubiera levantado murmullos de admiración entre las amigas de su mujer, Lorna. Alex era una mujer que levantaba pasiones entre el sexo femenino y masculino por igual, bueno de quienes no conocían su secretito, algo que ella no parecía tener muy en cuenta. 

En todos los años que se conocían, solo había visto a su amiga prestar atención a una mujer en dos ocasiones. En cuanto las féminas comenzaban a agobiarle, cortaba la relación. La Inspectora Vause de treinta y dos años, no quería compromisos. Quería vivir su vida, disfrutar del sexo y seguir con su trabajo, que le apasionaba.

-He recibido un mensaje al móvil de mi chaparrita, nos propone un plan para esta noche para celebrar tu cumpleaños - dijo Nicky observando el tatuaje que su amiga se había hecho años atrás en el brazo.

Alex sonrió, era cierto, estaba de cumpleaños.- ¿Qué ha planeado la casamentera de tu mujercita? - Cumplía treinta y dos. Mientras se secaba su oscuro y largo pelo vigorosamente con una toalla.

Ambos sonrieron. Lorna era una chica magnifica pero se había empeñado en buscarle una compañera ideal, algo imposible, ninguna le gustaba lo suficiente como para tener más de dos citas con ellas. Alex era una mujer imponente, alta, deportista, atractiva y terriblemente sexy. Su constante entrenamiento en la base de Guadalajara había conseguido labrar en ella un cuerpo impresionante. Era todo músculo y fibra, fuerza y sensualidad y si a eso le unías unos ojos verdes seductores y una sonrisa que utilizaba en contadas ocasiones, pero que cuando la mostraba dejaba sin habla, tenías el cóctel perfecto para hacer babear a cualquier mujer. 

Durante años, Lorna había intentado emparejarle con todas y cada una de sus amigas solteras. Algo que le resultaba gracioso, así que la dejaba hacer lo que quisiera, la mujer de su mejor amiga era de las pocas mujeres en el mundo que no le aburría. Era divertida e ingeniosa, a pesar de su continua intención de buscarle esposa. 

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