Ahora entiendo todo!!

137 26 1
                                    

Los días pasaron y Alex se marchó. Su partida, como siempre, dejó muy preocupados a sus familiares y amigos. Los conflictos que existían en Irak no eran fáciles de digerir y que la morena tuviera que lidiar con ellos les quitaba el sueño. Conocían suficientemente bien a la geo para saber que se entregaba al cien por cien en su trabajo y que era muy buen profesional. Pero eso no restaba que algo pudiera ocurrir en un abrir y cerrar de ojos, cuando ella menos se lo esperara

Menchu, durante todo aquel tiempo mantuvo el contacto con Piper. Eva también. Solo habían hablado un par de veces por teléfono, pues ella se marchó a Tokio para continuar con la promoción de su película, pero los emails entre ellas eran casi diarios.

El día que la rubia supo que Alex se marchaba a Irak, su corazón empezó a palpitar desbocado. ¿Dónde iba aquella loca? Pensó en regresar a España e impedírselo, pero tras recordar las cosas que le dejó grabado en el contestador de su móvil, decidió que no sería buena idea. Aquella era la vida de ella, plagada de peligros, así lo había decidido. Pero a partir de aquel día, Piper fue una más de las que constantemente buscaba noticias sobre Irak. Necesitaba saber que estaba bien. Necesitaba leer que no le había pasado nada.

Eva aún recordaba petrificada el momento en el que su amiga Yoli le enseñó el número de móvil desde donde llegaron las fotografías y la información de dónde se encontraba la actriz. ¡Era su móvil! Y todo había sido enviado la madrugada del día uno de enero. Justo cuando estaban celebrando la llegada del nuevo año. Su ex jefe, el mismo que días antes la había despedido quiso contratarla de nuevo. Aquella joven reportera, supuestamente, podía ser la cuñada de la actriz y tenerla en su equipo le daba prestigio

Pero Eva no aceptó y comenzó a estudiar otras propuestas que había recibido. Al fin y al cabo, la vida continuaba.

Sentadas en el Croll una noche, Eva y Menchu charlaban sobre lo ocurrido

—Te juro que cada vez lo entiendo menos. Yo no envié esas fotos, pero el teléfono desde el que se mandaron es el mío ¿Cómo puede ser cierto?

—Quizás le diste a un botoncito sin darte cuenta y lo enviaste. Ya sabes que la tecnología es muy buena para muchas cosas y algo indiscreta para otras —susurró Menchu.

Molesta, Eva dio un trago a su cerveza

—No digas tonterías, joder. Para enviar esas malditas fotos lo primero que tengo que hacer es seleccionarlas, buscar a Yoli entre mis contactos y enviarlas. Y eso no se hace sin querer.

—Tienes razón. Discúlpame y no te enfades conmigo. 

Al ver la cara de su amiga Eva le tocó en la mano y murmuró:—Joder Menchu perdona, no quiero pagar contigo los platos rotos, pero es que de verdad soy incapaz de entender todo esto y... 

—Pero que hacen estos dos monumentos solos en medio de esta jungla —gritó Stella acercándose a ellas junto Maritza—. Por cierto, buenas noches preciosas ¿Les he dicho que hoy estan especialmente atractivas?

Divertidas, se miraron y Eva respondió en todo cansino

—Valeeee Stella te invitamos a un cervecita.

Al escuchar aquello, levantó la mano y dijo sorprendiéndolas:

—De eso nada bellezones. Aquí la que invita esta noche soy yo y mirando al camarero dijo—Todo lo que tomen estas preciosidades me lo apuntas en mi cuenta.

—A mi ponme otro gin tonic— pidió Maritza

Menchu y Eva se miraron convencidas de que el camarero le mandaría a freír espárragos, pero se sorprendieron al ver que aquel asentía y les ponía dos nuevas cervezas. En ese momento llegaron Nicky y Lorna a quienes, tras saludar a todos rápidamente se integraron en la conversación

¿Tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora