¿Tú?

Es una ESTUPIDEZ!!

El dos de enero, a las siete y veinte de la mañana, el sonido de su móvil despertó a Alex, quien se movió y notó la presencia de Piper a su lado dormida, sonrió y la abrazó. Cogió el móvil de la mesilla y al ver que era su padre, contestó:

—Dime, papá.

—Hija tenemos que hablar urgentemente.

—¿Qué pasa? — preguntó alarmada.

De pronto, el timbre de la puerta comenzó a sonar insistentemente, y el teléfono de casa también. Aquel sonido hizo que la joven actriz pegara un bote sobresaltada y, con el pelo revuelto, miró a Alex asustada.

—¿Qué pasa? 

—Nada, cielo no te preocupes. Duerme —respondió conmovida por al ver que aún estaba medio dormida

La rubia volvió a tumbarse, atravesándose en la cama como solía hacer siempre, se tapo con la frazada y volvió a dormirse

— Alex ¿sigues ahí? 

—Sí papá —dijo levantándose—. Pero espera que han llamado a la puerta. 

—Es la prensa. No abras y escúchame. ¿Qué es eso de que has estado casado con una actriz de Hollywood?Vamos, con Elizabeth

—Qué —susurró saliendo de la habitación en unos bóxer blancos que le quedaban exquisitos.

Aquella noticia, los ladridos de Senda y el maldito ruido de la puerta la estaban bloqueando como pocas veces en su vida. Lo primero que pensó fue en su hermana ¡la mataría!, pero segundos después desechó la idea. Su padre continuaba al otro lado de la línea.

—Una foto tuya y de Elizabeth... digo Piper sale en el periódico. En primera plana. Pero, ¿cuando te has casado con ella?

—¡¿Cómo?!

—Te leo el titular —prosiguió su padre—: «Geo española casada con la gran diva del cine americano». ¿Qué quiere decir esto Alex?

—Joder... joder... —resopló al intuir todo lo que se le venía encima—. Papá, eso es algo que ni tú ni nadie debería saber. Ocurrió hace tiempo, es algo sin importancia y..

—¿Sin importancia? ¿Pero cómo puedes pensar que para mi no tiene importancia tu boda? Alex por Dios, que eres mi hija

—Mira papá, luego te llamo —contestó antes de cerrar el móvil

En ese momento, se abrió la puerta de la habitación de invitados y apareció Tomy con su pijama color rosa chicle.

—Todos los días amanezco hermoso, pero lo de hoy es una exageración —dijo con coquetería.

Alex lo miró, pero ni siquiera pudo oír lo que decía. Estaba bloqueada. Tomy, al verle de aquella manera, medio desnuda con aquellos bóxer blanco susurró:

—Por el amor de my life... genéticamente eres lo más. Por cierto ¿sigo dormido? Porque si esa sí aprovecho y te doy un kissssss en esa boquita.

Al ver que aquella no sonreía, se extrañó

—¿Qué ocurre divine?

—La prensa. 

Al escuchar aquello a Tomy se le borró la sonrisa de la cara, se llevó las manos a la cabeza y gritó:

—Oh my Good. ¡Esto es un desastre! —y rápidamente añadió—: Tenemos que salir de aquí cuanto antes. No pueden verla. Si la ven confirmarán que es ella y

—Senda — gritó Alex —. ¡Basta ya!

Los ladridos cesaron, pero el incómodo pitido del portero automático continuaba. Sin poder contener un segundo más su mal humor, Alex bajó los escalones de dos en dos. Pero, de repente, el pitido cesó y dos segundos después la puerta de su casa se abrió y ante él aparecieron sus hermanas Irene y Eva.