¿Tú?

Quieres casarte conmigo?

A día siguiente, tras pasar la noche en la bonita casa de Beverly Hills de Tomy, Alex comía algo mientras miraba por la ventana. Eran las cuatro de la tarde, no había pegado ojo y estaba cansada, pero su cabeza no le dejaba descansar. Pensó en coger el primer avión de regreso a España, pero algo en ella no le permitía rendirse.

Tenía que volver a intentarlo y cuando Tomy entró por la puerta de la calle le miró y preguntó: —¿La has visto?

El joven se sirvió un café, se sentó frente a ella y resopló. —Sí... y le he prometido que te metería en el primer avión con destino a Spain.

—Sabes que eso no va a ser posible ¿verdad?

Tras dar un sorbo a su café y poner los ojos en blanco Tomy con un gracioso gesto murmuró: —No esperaba menos de ti divine.

Por primera vez desde la noche anterior Alex sonrió.—Ella está en su house viendo por vigésima vez West Side Story.

—¿Viendo qué? —preguntó sorprendida la morena

—West Side Story —y al ver su cara aclaró—: Conoces esa película ¿verdad?

Alex suspiró y negó con la cabeza. No la conocía pero sí recordaba haber oído a Piper hablar sobre aquella película.

—Oh my God. Esto sí que es terrible, mira que no conocer una de las maravillas del cine americano. Imperdonable.

—Lo siento, pero el cine no es lo mío —se disculpó alex—. ¿Que tiene de especial esa película para que ella la vea tantas veces?

—Es la película que se pone siempre que está triste o deprimida, es la historia de Romeo y Julieta pero entre estadounidenses de origen irlandés e inmigrantes puertorriqueños. Los Sharks contra los jets. Un amor imposible que termina en tragedia como en el argumento de Willian
Skakespeare. ¿De verdad que no sabes de qué hablo?

—Pues no —insistió

Tomi incapaz de creer que no supiera sobre lo que hablaba comenzó a cantar:

I like to be in AMERICA!
Okay by me in AMERICA!
Everything free in AMERICA!
For a small fee in AMERICAAAAAA

—¿En serio que nunca has oído this canción?
La morena asintió. Si que había oído esa canción. Ya sabía a que película se refería.

—¿Regresó sola a casa anoche?

—Sí my love — Alex respiró—. Según me ha contado mi amigo Lionel que estaba en la fiesta, cuando nos fuimos nosotros ella se también se marchó... sola y very... very enfadada. Y yo que vengo de su casa he comprobado que ha dado unos días libres al servicio para poder estar tranquila y llorar por las esquinas sin que nadie la vea. Oh my Good cuanto sufre mi Queen.

Aquella información hizo que la morena suspirara aliviada. El saber que había regresado a casa sola, sin aquel guaperas le reconfortó, pero sabedora de que ella no se lo pondría fácil miró a Tomi y añadió: —Solo dime una cosa más.

—¿El qué?

—Lo que dijo el otro día en los Oscar ¿es verdad?

Emocionado por recordar aquel momento, Tomy gimió y tras retener el temblor de su barbilla respondió. —Te quiere más que a su life...
Segundos después y guiado por Tomy, una desafiante Alex fue en busca de su vida, de su Piper.

En el interior de la preciosa casa de la actriz Piper Chapman, el silencio reinaba y solo era roto por la banda sonora de la película West Side Story.

Tumbada en su enorme sofá del salón y vestida con un pijama blanco la rubia, a oscuras, veía aquella maravillosa película mientras comía galletas Oreo y lloraba a moco tendido.