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Desperté desnuda y sin Lauren.

Genial, ella me excitaba, me prendía y luego se iba mientras dormía.

Me desperté para ir a ducharme y salir un rato.

Luego de ducharme

Fui a la cocina para prepararme un sándwich y salir, el encierro me estaba volviendo loca.

Luego de tostar los panes, tomé la cafetera y me serví una gran taza de café.

Luego de desayunar, fui a mi cuarto. Tomé mis llaves, mi celular y salí del pequeño departamento.

Bajé las escaleras corriendo y pedí un taxi al centro comercial.

Al llegar, fui a un Starbucks y me senté en una de las mesas junto a la puerta.

Una chica del servicio se acercó a mi, supongo que para tomar la orden.

-Buenos días-dijo amablemente-¿Puedo tomar su orden?-preguntó.

-Si, por supuesto-dije mientras volvía mi mirada hacia la chica.

-¿Que te pongo?-preguntó.

-Un matcha, por favor-dije volviendo mi vista hacia afuera-oh, espere, me pone unas galletas también, por favor-dije con esto, la chica se retiró.

-¡No pienso volver a caer en tu estúpido juego, Emma- escuché fuera del café.

-¡Te necesito, Michelle!-dijo la chica rogando.

Dios, tardé solo 10 segundos en reconocer esa voz ronca y chaleco de cuero.

-Emma, tengo a alguien mas-dijo Lauren a la chica-y créeme que esa persona me hace muy feliz... Al menos no me busca solo para sexo.

Genial, Lauren tenía una ex novia y yo ni enterada.

-Lauren...-rogó la chica.

Parecía una puta arrastrada. Que pésimos gustos tenía Lauren antes de estar conmigo.

-Emma, fue suficiente-le ordenó-ahora levántate del piso, toma tus cosas, y que no se te ocurra volver a buscarme porque lo único que vas a recibir será a la policía y un abogado.

Dicho esto, traté de disimular y dejé de mirar hacia afuera mientras usaba mi celular. Claro, la señorita Camdespistada no se dió cuenta de que Lauren venía hacia el mismo café. ¿Acaso me está siguiendo o que mierda le pasa?

Intenté no girar mi vista hacia ella y solo baje la mirada en mi celular mientras esperaba mi pedido.

-Su matcha y galletas, señorita-dijo la chica dejando mi té y galletas sobre la mesa.

-Gracias-dije con amabilidad.

Comencé a comerme las galletas y tomar mi té.

Era increíble volver a Starbucks y recordar los viejos tiempos.

Luego de comer, dejé la propina sobre la mesa y me fui para poder comprarme algo.

Fui a varias tiendas, escogí  ropa, compré comida y demás.

Se hizo medio día y yo no había almorzado aún.

Llevé las cosas conmigo a un restaurante y pedí una hamburguesa y un refresco.

Luego de comer, salí del centro comercial y pedí un taxi a casa. Enserio necesitaba un carro ahora mismo.

Entré al edificio con el montón de compras de hoy y subí por el ascensor  para dirigirme a mi departamento.

Abrí la puerta y dejé la comida sobre el mesón de la cocina, luego llevé la ropa a mi habitación.

Guardé las compras en el refrigerador y saqué la ropa de las bolsas para guardarlas.

Friends with Beneficies | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora