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El sol poco a poco se iba colando por las finas cortinas y por las dersas y suaves sábanas blancas.

Al despertar, sentí el cuerpo caliente de Lauren junto al mío y se me hizo imposible levantarme.

Me quedé quieta mirando su rostro, esperando que sus párpados se abrieran permitiendo ver esos ojos verdes que tanto me gustaba mirar.

Me pegué más a ella y la abracé.

Luego de una rato, volví a quedarme dormida, y al despertar noté la ausencia de Lauren; pero también noté el delicioso aroma del chocolate caliente con leche y pan.

Me levanté de la cama algo somnolienta y estrujando mis ojos mientras iba a la cocina.

-Eso huele bien-dije con la voz algo ronca.

-Buenos días, bella durmiente-dijo bromeando.

-No estoy de humor, Lauren-dije y ella se sorprendió.

-¿Manchaste la cama?-preguntó y le lanze una mirada de disgusto.

-No Lauren, aún no-dije y ella me miró dudosa.

-Ve a cepillarte, Camz-dijo mientras tomaba un sorbo de chocolate caliente y se quemó-madita dsea, me queme da dengua-balbuceó mientras sacaba agua de la nevera.

-Eso es por burlarte de mi-dije viendo como se tomaba el agua.

-No me causa nada de humor, Camz-dijo molesta-iré afuera a sentarme-dijo y se fue.

Fui a lavarme los dientes y luego a la cocina.

Lauren me había dejado pan y chocolate sobre el mesón.

Lo tomé y fui afuera junto a Lauren. Ella estaba sentada frente a la playa viendo el amanecer; ¿Contexto? eran las 5:30 de la mañana. Lo ví en el reloj de la habitación.

-¿Porque no estás de humor?-preguntó Lauren tomando un sorbo de chocolate.

Pregunta que no podía responder porque ni yo sabía porque estaba de malhumor.

-El sol me pegaba en la cara-dije y ella volvió su vista al mar-¿Y tú?-pregunté y ella me miró confundida.

-Camila, yo soy así y lo sabes-dijo y me reí.

Luego de quedarnos allí un rato, comencé a jugar con la arena hasta que me aburrí y entré a la casa a llevar la taza de Lauren y la mía.

Al entrar a la casa, acomodé nuestra habitación, la cocina y limpié mientras Lauren estaba afuera.

A este punto, ya eran las 5:48 am.

Solo las anormales de Lauren y Camila estaban despiertas a esa hora.

Luego de un rato, Lauren entró a la casa y nos quedamos viendo películas hasta que se hicieron las 9 de la mañana.

Estaba aburrida  de siempre hacer lo mismo: Despertar, comer, existir y salir.

Quería salir de la rutina pero no sabía cómo, se que tengo una playa frente a la casa, pero no me sirve de nada, soy una persona que se aburre de todo muy rápido, mientras pensaba, recordé algo que de por sí era muy importante.

-Lauren, tus manos-dijo y ella me miró extrañada.

Busqué el kit que me habían dado en el hospital y le quité los yesos de las manos, ella se quejó un poco, pero luego se calmó, desinfecté la herida y coloqué un yeso nuevo mientras Lauren me miraba.

Fui a guardar el kit en el closet y luego volví a la sala con Lauren.

-Que estúpida soy-dije en voz alta-debía hacer eso más temprano.

Friends with Beneficies | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora