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Y como lo predije, escuché pasos salir de la habitación mientras yo perdía tiempo en el baño apropósito, pronto escuché la puerta de entrada abrirse y cerrarse con fuerza.

Perfecto.

Gracias a que había ido varias veces a casa de Lauren mientras salíamos "al parque" mientras yo estaba en el hospital, me había aprendido la dirección.

Me vestí, me arreglé, tomé las llaves y salí de allí con mi celular escondido en un bolsillo secreto de mi bolso de mano.

Bajé las escaleras hasta el primer piso y pedí un taxi a la casa de Lauren.

Llegué, y me percaté de que ahora estaba algo deteriorada.

Toqué la puerta unas 2 veces, pero no hubo respuesta, así que decidí girar la perilla para ver si lograba abrir. Y efectivamente, funcionó.

Entré a la casa y todo estaba apagado. En silencio caminé por los pasillos hasta que escuché un grito en el segundo piso.

Subí las escaleras rápido intentando que mis zapatos no hicieran algún ruido que pudiera hacer notar mi presencia.

-Papá, basta-escuché tras una de las puertas.

-Me decepcionas, Lauren-escuché la voz de un hombre-creí que tú no ibas a fallarme, pero ahora resulta que te irás a vivir con la discapacitada de tu amiga.

Okey, ya entendí que no le caigo bien a Mike.

-¡No es una discapacitada!-le gritó Lauren-es la única persona que estuvo para mi cuando más lo necesitaba.

-¡No es mi problema!-le gritó.

Tenía ganas de entrar e intervenir, pero temía que nos hiciera daño a ambas.

Abrí un poco la puerta y me heló la sangre ver a Lauren en una esquina de la habitación sentada en el suelto y su padre sosteniendo un bate en su mano.

Bajé las escaleras y me fui a la sala para llamar a la policía.

-911, ¿Cuál es su...?

-Mi mejor amiga está en peligro-dije casi llorando-esta dentro de su casa en el segundo piso, el agresor es su padre, tiene un bate de madera, vengan pronto-dije y di la ubicación.

-Okey, ¿Tú estás dentro de la casa?- preguntó.

-Si, estoy en la sala-dije y seguido de esto escuché un grito que me hizo estremecerme-vengan rápido por favor-dije y colgué.

Comencé a llorar en silencio imaginando que ese bate ya estaba marcando a Lauren.

Me levanté y corrí hacia arriba con un cuchillo.

Abrí la puerta de golpe y coloque el cuchillo en la espalda de Mike.

-Que no se le ocurra dar un paso más, Señor Jauregui-dije y le hice a Lauren una seña para que bajara.

-Tu-dijo y se volteo-¿Cómo es que sigues con vida?

-No iba a quedarme enferma para siempre-dije y aparté el cuchillo.

-Ustedes son pareja, ¿Cierto?-preguntó.

El no parecía tener intenciones de dañarme.

-Para que sepa, ya no soy una discapacitada-dije-y si, Lauren y yo somos pareja.

Su cara cambió de estar molesto a aún más molesto

-Sabía que esa maldita niña iba a decepcionarme-dijo y levantó el bate sobre mi cuando...

-¡Bajé el arma!-gritó alguien detrás de mi.

Y Vi como bajo el bate y dos policías lo esposaban y se lo llevaban.

-¿Se encuentra bien?- me preguntó uno de los policías y yo asentí.

Bajé las escaleras corriendo para abrazar a Lauren.

-¿Te hizo algo?-pregunté.

Ella solo me abrazó y comenzó a llorar.

-Te amo-dijo mientras sollozaba en mi hombro-iba a morir allí si tú no llegabas...

Comencé a llorar junto a ella y nos quedamos abrazadas un rato.

Un policía se ofreció a llevarnos a casa.

Lauren había recogido todas sus cosas para irse conmigo a casa.

Luego de llegar a casa, le expliqué a Lauren dónde podía ubicar sus cosas y que podía guardar su ropa en mi armario.

-No sé que hubiera sido de mi si no hubieras llegado a salvarme-dijo mientras acomodaba su ropa en mi closet.

-Pues serías puré de Lauren-bromeé y ella se rió.

-Tu casi te vuelves puré de Camila-bromeó y ambas nos reímos.

Luego de acomodar las cosas, ayudé a Lauren a hacer nuestra cena, comimos y nos acostamos a dormir.

Alrededor de las 2:38 de la mañana, comencé a escuchar un ligero llanto que provenía de la esquina de la habitación, y me percaté de que Lauren no estaba en la cama conmigo.

Me levanté y fui hacia ella para intentar calmarla.

-Lauren, Laur, soy yo, Camz-dijo y ella levantó la mirada y me abrazó.

-Camila, te amo-dijo entre sollozos.

Entendía que era un suceso difícil de olvidar, más aún cuando su padre estaba en la cárcel. Yo sabía que ella se sentía culpable de ello.

-Ven, levántate y vamos a dormir-dije y la guié hasta la cama.

Ella no tardó en conciliar el sueño. No pude dormir después de eso, ahora debía cuidar de ella como si cuidara de una frágil bebé.

En mi cabeza no lograba entrar el hecho de que Lauren Jauregui había pasado por todo esto... Ahora tenía más preguntas que respuestas. ¿En qué iba a ayudar a su padre? ¿Porque le avisaba que iba a quedarse conmigo? ¿Porque la esperaba para cenar?

Simplemente no podía volver a dormirme pensando que Lauren había Sido agredida de muchas formas, tanto mental como físicamente.

Lauren nunca hablaba conmigo sobre lo que pasaba en su casa o los problemas que tenía.

Eso me dolía, sentía que ella aún no me tenía confianza como para contarme sus problemas o sus preocupaciones. ¡Ni siquiera sabía que ella tenía una ex novia!

Me quedé mirando al techo por un largo rato y pensé: ¿Será que Lauren no me había contado todo para no preocuparme? ¿O solo no me tenía confianza?

Esas preguntas rondaron por mi cabeza toda la noche y no pude conciliar el sueño.

Así que me coloqué a usar mi celular y busqué cuáles eran las consecuencias de una agresión mental.

Y sí, principalmente podía presentar ataques de ansiedad o traumas durante las noches.

Hábito como esconderse o llorar de manera excesiva a mitad de la noche eran algunos de esos factores.

Me preocupaba que no pudiera lidiar con Lauren, pero ella había cuidado de mi en mis peores momentos.

Tenía que devolver el favor.

Friends with Beneficies | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora