46: Oscuridad

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En el Hotel Perla
Nikora está hablando por teléfono con semblante preocupado.
Nikora:Sí, los cinco. Anoche cenamos todos juntos y algo no estaba en buen estado.
Director:La señorita Nanami, al igual que las señoritas Hosho y Toin, llevan muchas faltas este curso. Se han perdido gran parte de la materia.
Nikora:Lo sé y lo entiendo, están pasando todas por una racha muy mala de salud.
Director:Pero siempre todas a la vez. Y muchas veces las acompañan los chicos, los que nos consta que son sus parejas. Señora Nanami, no puede negarme que es sospechoso. Los profesores no pondrán de su parte por ayudarles si se van escapando con sus parejas.
Nikora:No, señor director, le prometo que no es así. Yo me hago responsable de todos ellos, piense que al fin y al cabo, soy yo quien les cuida. Kaito está solo y si se encuentra mal, viene al hotel para no estarlo. Y Gaito, tres cuartas partes de lo mismo. Las chicas ya viven aquí y están todas tuteladas por mí.
Director:Bueno, usted es una empresaria respetable de la ciudad desde que llegó, así que le daré el beneficio de la duda. PERO todos tendrán que asistir a una clase de refuerzo de cada asignatura y tendrán que sacar mínimo un seis en cada examen final para aprobar.
Nikora:Está bien. Gracias por su comprensión.
Cuelga y se acerca a una habitación en la que está Kaito tumbado, moviéndose y sudando. Luchia está sentada en una silla a su lado apretando su mano. El símbolo Panthalassa va apareciendo en su frente intermitentemente, pero no emite su típica luz cálida.
Nikora:¿Cómo está? He avisado al director de que os encontráis mal de la barriga todos. Gaito está con Madame Taki y Hippo buscando información sobre qué le pasa y cómo ayudarle.
Luchia:Es culpa mía. No tendría que haberme ido al Índico. Nada de esto habría pasado si me hubiese quedado aquí.
Nikora:No puedes culparte, Luchia. Nayeli es una amenaza para todos. Podría haber pasado igualmente aunque estuvieras aquí. O podría haberte capturado a ti. (Alguien llama a la puerta y Nikora sale dejando que Karen entre, ella se acerca y pone la mano sobre su hombro quedándose detrás de pie)
Karen:¿Qué tal va?
Luchia:No lo sé. Es imposible saberlo, pero está sufriendo... Y no puedo hacer nada por ayudarlo. Karen, esto es horrible.
Karen:Pero no tienes que culparte.
Luchia:Ah, Nikora acaba de decir lo mismo. Pero yo soy incapaz de verlo así. No tendría que haberme ido o tendría que haberlo avisado... O...
Karen:Luchia, para. Para ya.(toma el colgante de la rubia y lo abre, mostrándole la perla con una mancha oscura en el centro)Así solo vas a debilitarte o a corromperte.
Luchia:¡Por Neptuno! No puede ser... (Coge la perla entre sus manos y murmura una canción aceleradamente, a penas se entiende lo que dice. Al abrir las manos, la perla vuelve a estar normal y ella parece más calmada)
Karen:¿Cómo lo has hecho?
Luchia:No... No lo sé. Ha sido intuitivo.
Karen:Bueno... A lo que iba. Tenemos que hacer algo, tenemos que contraatacar. Esta guerra está yendo demasiado lejos.
Luchia:Lo sé, pero nosotras defendemos la paz y la armonía, Karen.
Karen:No me importa. Estoy harta de sufrir y de que mis seres queridos sufran. Necesito recuperar a mi hermana. Somos gemelas y siento su dolor, la están manipulando pero es consciente de todo y no puede frenarlo.
Luchia:Cuánto lo siento... ¿Pero qué podemos hacer?
Karen:No lo sé. Tenemos que pensar las cuatro juntas para poder traer de vuelta a las demás princesas. Y, si hace falta, que los ángeles y las hermanas de la luz nos ayuden. O incluso Gaito, seguro que él sabe cómo piensa Nayeli. Todos los malvados piensan igual. (En un movimiento demasiado veloz para su vista, Kaito se levanta de la cama y con una mano atrapa por el cuello a Karen, alzándola y golpeándola contra la pared)
Kaito:Retira eso ahora mismo.(sus ojos se ven rojos en vez de cobrizos como de costumbre y el símbolo Panthalassa de su frente empieza a emitir una luz negra que debilita tanto a Karen como a Luchia)
Luchia:¡Kaito! ¡Para! ¿Qué estás haciendo?
Al oír el jaleo, Rina y Hannon abren la puerta de la habitación pero se esconden con la pared misma de esa luz tóxica que emana el joven.
Rina:¡Kaito! Vuelve en ti.
Luchia:Traed a Gaito ahora mismo.
Las princesas aguamarina y verde salen y vuelven rápidamente con Gaito, quien lleva su cetro en la mano.
Gaito:Kaito, suéltala.
Kaito:¡No! Siempre está menospreciandote e insultandote. ¡Estoy harto! Las princesas sirenas siempre se han creído mejores que nosotros.
Luchia:Kaito, para. Este no eres tú. Sabes que no es cierto.(se la nota pálida y débil, igual que Karen, quien cada vez forcejea menos por librarse)
Gaito:Lo siento, hermano.
Apunta el cetro hacia Kaito y en cuanto está completamente horizontal, este emite unas ondas de luz dorada que contrarrestan la oscuridad que provocaba Kaito. Él cae directamente al suelo, desmayado, a la vez que Karen se desliza por la pared hasta quedar sentada, tosiendo. Luchia alcanza a Kaito para que no choque contra el suelo.
Luchia:¿Qué está pasando?(mira a Gaito llorando acariciando la mejilla de su novio)
Gaito:No lo sé, Luchia. Nayeli ha tenido que hacerle algo horrible... Mi pobre hermano.

Ending

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2023 ⏰

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