Fourty Five.

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Riki se había mantenido bajo mucha presión después de su graduación, lo notaba, y con el asunto del bebé que pronto venía más estrés llevaba consigo.

Lo notaba cansado, con oscuras ojeras debajo de sus orbes dorados, corriendo de un lado al otro buscando cualquier cosa, anotando cualquier cosa. Y el haber conseguido un trabajo nuevo también lo estaba llenando de estrés.

Quería ayudarlo, saber qué hacer o que le dijera qué hacer para no verlo tan cansado, pero al parecer el único momento donde no parecía un muerto en vida era cuando tomaban la ducha, ambos sentados en la bañera y él riendo escandalosamente.

Pero, ante todos esos problemas, esos pocos momentos al día en que podían verse, la vida era más tranquila, todo estaba tan calmado que empezaba a creer esas palabras y refranes de su padre: "Después de la tormenta vienen la calma", decía, y quizás esa tormenta había acabado y por fin tendrían su paz, su calma.

Frente a todo el estrés que el menor estaba viviendo últimamente, con su nuevo trabajo, los preparativos para la boda, y pensar en cómo sería su vida con el nuevo bebé, Jake decidió pagarle un viaje a la playa con sus amigos el primer fin de semana libre que tuvo, así podía relajarse y hablar con ellos ya que tenían tiempo sin hacerlo, para ponerse al corriente y demás asuntos..., él decidió no ir porque sabía que quizás Riki necesitaba privacidad y tiempo para él.

También porque después de esa fuerte pelea, ambos necesitaban pensar muchas cosas para volver entablar una conversación decente y dar sus diferentes puntos de vista. Así el menor podía escuchar la opinión de sus amigos, y aunque Riki no era de guiarse por lo que decían los demás, le ayudaría a ver más opciones y a descubrir sentimientos. O eso había dicho Beomgyu que deberían hacer.

Él, por su parte, en ese fin de semana a solas, invitó a su hermano mayor a su departamento, a Jay, Sunghoon, Beomgyu y Christopher, para tener también una especie de reunión con sus cercanos como Riki la estaba teniendo casi a simultáneo, para liberar tensiones. Ambos tenían tiempo sin pasarlo con sus amigos, sin involucrar que estén juntos en el mismo lugar.

Una reunión sencilla, mirando el fútbol en la televisión, sus demás amigos bebiendo cerveza y él compartiendo un cigarrillo con Christopher. Al parecer, todos estaban agobiados con sus respectivas parejas y no se habían relajado en un buen rato de ese modo, por lo que nadie hablaba, ni decían nada, simplemente viendo el fútbol en la televisión con mucho interés.

Jake quiso reír, ¿los esposos y esposas no los dejaban ver el fútbol o qué? Porque Riki, hasta se sentaba con él, apoyando al Brasil siempre, pero se reía con él, maldecía las jugadas, y lanzaba palomitas al televisor cuando algo no le agradaba. Sabía que Sunwoo jamás vería fútbol, ni porque hubieran hombres atractivos, decía que le aburría hasta los sesos, Jungwon prefería ver Barbie con Rebecca, Sana simplemente prefería teñirse las uñas a eso, y de Charlotte ni hablar. Pero, al parecer, ninguno dejaba a que vieran el fútbol por la televisión.

Excepto Beomgyu, él sí se estaba aburriendo hasta los sesos observando una pelota viajar por todo el campo y como ellos la observaban con pasión. Su pasión no era el fútbol.

A las finales del partido, finalmente alguien de entre toda la testosterona en la habitación, habló.

—Sana no me dejar ver el partido nunca, siempre me dice que cuide de Yongbokkie porque no lo veo casi entre tanto trabajo. Y, adivinen, Bokkie odia el fútbol, se pone a llorar cada que ve esa pelota en la pantalla. —dijo Christopher, tomando otra cerveza en lata de las que habían encima de la mesa de fondo.

Jake iba a soltar una carcajada, pero la ahogó al ver que nadie se reía, todos con cara de tragedia, como si hubieran presenciado algún tiroteo o algo.

Ocean Eyes 『Jakeki』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora