Yo nunca pensé enamorarme de la chica que me secuestro, todavía lo recuerdo estuvo apunto de matarme. Pero todo tiene un principio y tal vez un final..
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• La historia contiene escenas +18
• Historia G!p (chica con pene)
• No se acepta...
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Miércoles, 14 de Marzo de 2022
Me encontraba indecisa con la idea de matar a esa humana. No sé si estoy haciendo lo correcto al no matarla, tal vez más adelante eso me cause problemas, pero por ahora creo que la mantendré con vida.
Ayer, antes de irme, le dije que pensaría en qué hacer con ella y que solo tenía dos opciones: matarla o mantenerla secuestrada. Al final me decidí por mantenerla secuestrada. Le comentaría mi decisión hoy y es justo lo que haré.
Bajo las escaleras y encuentro a una de mis sirvientas con una bandeja con el desayuno completo. Tomo la bandeja y subo a mi habitación, abro la habitación secreta e ingreso a esta. Entro despacio mientras oigo unos leves ronquidos, lo que me indica que ella aún está durmiendo. Es muy temprano aún. Pongo la bandeja con el desayuno en la mesa y me acerco a ella.
-Eres terca -susurro para mí misma, mientras acaricio su pálido y hermoso rostro, hasta sentir que ella se mueve, haciendo que me despegue de inmediato.
Ella solo se mueve para cambiar de posición, ahora me da la espalda y sigue durmiendo. Al parecer, está muy cansada.
Quiero hablar con ella antes de irme a la casa de mis padres. Ya pasó media hora y ella aún no despierta, así que me levanto para despertarla yo misma. La agarro de los hombros y la sacudo, para que despierte.
Ella despierte de golpe y me mira asustada. Se nota que estaba en un sueño profundo y la interrumpí. Se sienta mejor en el sofá y empieza a frotarse los ojos.
-Ayer te dije que pensaría en qué haré contigo: si matarte o mantenerte secuestrada.
-¿Y qué decidiste? -ella pregunta con expresión de miedo y confusión en su rostro.
-Decidí que te mantendré cautiva por ahora. Y para que no digas que soy una mala persona, te daré una oportunidad de un año para hacerme cambiar de decisión. Si lo consigues, te dejaré libre y podrás seguir con tu vida como si esto nunca hubiese pasado. Pero si no lo consigues, te mataré de la peor forma posible. Si tienes buen comportamiento, te dejaré salir al jardín de la mansión una vez por semana. Pero eso no pasará ahora.
La miro a los ojos y veo cómo esas hermosas esmeraldas se empiezan a llenar de lágrimas mientras ella intenta inútilmente contenerse, pero no puede con el llanto.
-Pero yo tengo una vida afuera. Solo me mudé a este bosque en busca de paz y tranquilidad para poder terminar mi último libro. Por favor, déjame ir. Te juro que no diré nada a nadie. Me mudaré lejos y tú no volverás a saber nada de mí, lo juro -ella empieza a llorar sin poder controlarlo, mientras me suplica que la deje ir.
-Ya tomé mi decisión, y lo que dije, eso se hará. Tú te quedarás en esta habitación y acatarás mis reglas y todo lo que te diga, si no quieres que cambie de decisión y te mate. Creo que no es necesario recordarte que es imposible escapar de aquí y que, si lo logras, de todas formas te encontraré y entonces sí te mataré sin piedad alguna. No doy segundas oportunidades. Recuerda eso cada vez que quieras cometer una estupidez que haga sacar mi instinto asesino a flote.
