Estocolmo (G!P)

~Laura 5

Sábado 27 de abril de 2022

- ¿Papá, por qué estás llorando? - Le pregunté a mi padre al verlo llorar en la sala de la casa mientras veo su celular en el piso con varias llamadas perdidas de mi madre.

- Tu madre acaba de tener un accidente y murió por mi culpa. - Al escuchar esas palabras, siento cómo mi mundo se derrumba. - No, mi mamita no puede haber muerto. Ella me prometió que estaría conmigo siempre. - Empiezo a llorar.

- ¡Mamá! - Grito al mismo tiempo que siento unas fuertes manos moviéndome y una voz lejana que me dice que me pide que despierte.

- Laura, despierta. - Escucho la voz más cerca y empiezo a despertar poco a poco mientras siento mi cara húmeda por el sudor.

- Volví a tener esa maldita pesadilla. No sé por qué mi mente se empeña en revivir ese momento.

Al abrir los ojos, veo a Amber, la cual me mira con el ceño fruncido.

- Venía a hablar algo contigo y noté que estabas balbuceando algo mientras te movías incómoda y decidí despertarte. ¿Estás bien? ¿Tienes pesadillas?

- A ti qué te importa desviarme dejarme dormir en paz y no venir a molestarme. - Le respondo mientras me limpio el sudor de la cara.

- Voy a encender el aire acondicionado. Parece que lo apagaste, por eso hace tanta calor. - Ella dice alejándose de mí, ignorando lo que le había dicho antes.

Luego de que ella enciende el aire acondicionado, el ambiente se empieza a poner más fresco.

- Quería platicarte algo. - Ella me dice tomando una silla para sentarse al lado de la cama donde yo estoy.

- Me voy a mudar a la ciudad por un tiempo para poder hacerme cargo mejor de mi empresa. - Ella me dice, haciendo que una luz de esperanza se asome en mi cabeza, haciéndome pensar que tal vez ahora sí me dejará libre.

- ¿Y qué decidiste? - Le pregunto con un poco de miedo. La verdad es que no me gustaría que otra persona viniera aquí que no fuese ella.

- No he decidido nada, ya que la que decidirá eres tú. - Ella dice mirándome con sus hermosos ojos marrones.

- ¿Por qué mejor no me dejas libre? Yo me cambio de país y no vuelves a saber de mí nunca. - Le digo levantándome de la cama y empezando a arreglar esta.

- Solo son dos opciones: o te vas conmigo para la ciudad o te quedas viviendo aquí. - Ella se aleja un poco de la cama para que yo pueda arreglarla mejor.

- Tú no eres nadie para que yo te tenga que estar obedeciendo. Solo eres una loca que está empeñada en tenerme cautiva sin razón alguna.

- Nos iremos mañana. Ya había decidido que te irías conmigo, pero quería ver si tú pensabas igual. Ya no vivirás en una habitación encerrada. Vivirás conmigo sin la necesidad de que te tenga cautiva, sino todo lo contrario. Las condiciones son que seguirás viviendo conmigo, no le debes contar a nadie de mi existencia y tienes que acatar mis órdenes, o habrá consecuencias. Podrás salir y también te entregaré todas tus pertenencias como tu celular y tu laptop. Podrás seguir con tu vida normal como la tenías antes, con la única diferencia de que ahora vivirás conmigo y no estarás en el bosque, sino en la ciudad. Contigo asistiré a eventos de la empresa y tal vez hasta eventos familiares. No te estoy haciendo una propuesta, sino que es algo que ya decidí y así se hará.